Discursos dados por Sai Baba​ – 17. 26/05/92 Los misterios de la creación

Discursos dados por Sai Baba

{SB 25} (39 discursos 1992)

17. 26/05/92 Los misterios de la creación

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 25 cap. 17 )

Los misterios de la creación

26 de Mayo de 1992

En este mundo, las aves y las bestias viven según ciertas reglas aunque carecen de educación.

¿Por qué al hombre le falta este sentido aunque está dotado de inteligencia?

¡Encarnaciones del Amor Divino! El hombre de hoy ha aprendido a volar por el aire como las aves, y a nadar en el mar como los peces. Sin embargo, no ha aprendido a vivir como un hombre sobre la Tierra. La ciencia puede enseñarle al individuo cosas tales como volar por el aire y nadar en el mar; no obstante, es la religión y no la ciencia la que le enseña a vivir como un hombre sobre la Tierra. Por lo tanto, si la ciencia ha de promover el desarrollo integral del hombre, tiene que buscar la ayuda de la religión. Religión no significa la adhesión ciega a algunas creencias. La religión ayuda al hombre a alcanzar la meta de la vida humana, basándose en el discernimiento y los valores sagrados.

Todas las religiones enseñan solo lo que es bueno; uno debería comprenderlas y vivir de acuerdo con ellas.

Si la mente es buena, ¿qué mal podemos ver en alguna religión?

Por lo tanto, ninguna religión puede ser mala jamás. Por eso, el gran científico Einstein declaró que la religión sin ciencia está renga y que la ciencia sin religión está ciega, destacando así la necesidad de una combinación sensata de ciencia y religión para satisfacer las necesidades de la humanidad.

Todas las religiones hacen hincapié en los valores humanos La religión es de inmensa ayuda en la promoción de un desarrollo integral de la personalidad humana. Destaca la unidad en la diversidad. La verdadera religión enseña la armonía y la unidad de todas las religiones. La esencia y también la meta de todas las religiones es lograr la pureza de mente y corazón. Cada religión tiene sus propios preceptos y principios; pero ninguna predica el odio, la falsedad o la iniquidad. “Hablen la verdad, practiquen la rectitud”, prescriben los Upanishads. También se encuentran preceptos sagrados similares en las demás religiones.

Así, todas las religiones hacen hincapié en los valores humanos y son como faros para el progreso y el desarrollo adecuados de la humanidad. Todas facilitan la manifestación de la divinidad inherente en el hombre. Sin embargo, hoy las personas en general –y la juventud, en particular– han olvidado nuestra antigua cultura y los valores sagrados y se están despidiendo de Dios, seducidos por la ciencia y la tecnología modernas.

No obstante, con el paso del tiempo, hasta los científicos están cambiando de rumbo y considerando que el universo es guiado y gobernado por un poder divino. Las innumerables estrellas y planetas del universo giran a gran velocidad. Si ellos se desviaran aunque fuera mínimamente de sus órbitas o modificaran su velocidad, el resultado sería una catástrofe universal. ¿Quién les ha ordenado que mantengan su velocidad y su órbita?

El contraste entre los científicos y el Creador Los científicos de hoy están creando satélites artificiales que orbitan alrededor de la Tierra. Sin embargo, estos satélites se estrellan o se incendian en pocos días o meses, mientras que los planetas en la creación de Dios giran en órbitas regulares desde tiempos inmemoriales, sin estrellarse ni incendiarse. La luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.

Incluso con una velocidad tan alta, la luz tarda cientos de miles de años en llegar a las familias o constelaciones del Sol y las estrellas. En la Vía Láctea, que es visible para el hombre, hay innumerables estrellas desconocidas para él. La luz de algunas de las estrellas aún no ha llegado a la Tierra, a pesar de los eones que transcurrieron desde su creación. Ni siquiera los científicos han logrado comprender plenamente esos aspectos de la creación. ¡Qué contraste entre el científico que se llena de orgullo por descubrir una diminuta fracción del misterio de la creación y el Creador (Dios), que gobierna todo el universo en forma pacífica, silenciosa, paciente y amorosa sin ninguna pompa ni orgullo! Eso no es todo. El modo en que funciona esta creación o Naturaleza causa asombro y deja sin palabras. Por ejemplo, el dióxido de carbono que exhala el hombre es absorbido por las plantas, y el oxígeno liberado por las plantas es inhalado por el hombre. ¿Quién ha hecho este arreglo mutuamente beneficioso en la Naturaleza? Poetas y santos, como Purandaradas, han cantado las glorias del Señor Todopoderoso en los siguientes términos: “¿Quién ha regado, abonado y cultivado los pequeños arbustos y los gigantescos árboles en las grietas de las rocas en las montañas? ¿Quién ha pintado al hermoso pavo real y a su cola con colores tan llamativos? ¿Quién ha ideado la maravillosa combinación de un cuerpo verde y un pico rojo para el loro?”.

Los científicos pueden tratar de explicarlo diciendo que se debe a la “ley de la Naturaleza”. Sin embargo, ¿son capaces estos científicos de trascender a la Naturaleza o de prescindir de los materiales disponibles en ella?

La llamada “creación” de los científicos Cualquier cosa que los científicos afirmen que es “su creación” solo proviene de una combinación de los materiales básicos hallados en la Naturaleza. Por ejemplo, el científico produce agua combinando hidrógeno y oxígeno. Ahora bien, ¿qué científico ha creado hidrógeno y oxígeno? Estos elementos son producidos por la luz solar. Del mismo modo, cualquier cosa que el científico pueda producir está basada solo en la permutación y combinación de los materiales ya existentes en la Naturaleza.

Este hecho es convenientemente pasado por alto por la mayoría de los científicos. Cuando uno reflexiona acerca de los misterios o los secretos de la Naturaleza, hasta un tonto tendrá que admitir la existencia de un poder divino tras todos estos fenómenos maravillosos.

Tomemos otro ejemplo. Hay casi 5.800 millones de seres humanos en el mundo. Sin embargo, es asombroso que en una población tan enorme no haya dos personas idénticas. ¿Qué creador, excepto Dios, puede hacer algo tan extraordinariamente maravilloso? Los bienes fabricados por los creadores modernos son todos iguales, porque provienen del mismo molde.

¡Qué gran contraste! Por lo tanto, los estudiantes deberían tratar de comprender los misterios de la creación.

Los científicos alteran el equilibrio de la Naturaleza El hombre tiende a dar por sentada la creación, pensando que no es más que Naturaleza inanimada, pasando por alto, así, el Principio Sensitivo que regula la Naturaleza e imparte un equilibrio apropiado entre sus diversos componentes. Los científicos y tecnólogos, en pos de intereses egoístas así como también de renombre y fama, pasan por alto completamente la seguridad y el bienestar de la sociedad y la nación, alterando el equilibrio de la Naturaleza. Esto trae como resultado diversos accidentes, calamidades, pérdidas y sufrimientos para las personas en general. Por ejemplo, los océanos contienen el aire que la Tierra necesita para más de diez años. Un relámpago en el cielo emite la electricidad requerida por el mundo entero para abastecerse veinte años.

Cuando se construyen represas gigantescas y se almacenan enormes cantidades de agua en un lugar, la tierra se hunde en esa zona y, en consecuencia, se eleva en otra, como un subibaja. La explotación indiscriminada que hacen los científicos y tecnólogos de recursos naturales tales como los diversos tipos de minas para extraer minerales, mica, carbón, petróleo y otros combustibles causa el desequilibrio y la contaminación de los cinco elementos principales, lo que conduce a catástrofes tales como terremotos, erupción de volcanes, etcétera.

La rápida y excesiva proliferación de industrias, fábricas, automóviles, con la consecuente contaminación de la atmósfera, es responsable del aumento de enfe
rmedades como la eosinofilia, el asma, la sordera, la neumonía, la fiebre tifoidea, entre otras. No obstante, la ciencia per se no es mala; lo que hace falta es que el hombre le dé un uso apropiado y razonable.

Los estudiantes deben tener fe en la existencia de Dios Los estudiantes de la actualidad tienen fe implícita e incuestionable en lo que dicen los científicos; pero, a pesar de lo mucho que se les inculque, ellos no tienen fe en Dios. ¡Queridos estudiantes! En primer lugar, deben tener fe en la existencia de Dios. Una razón simple para esto es que, en los diccionarios de todos los idiomas, ustedes encuentran la palabra “Dios” entre otras palabras. Cualquier diccionario contiene solo palabras referidas a cosas que existen en el mundo, tales como aves, bestias y otros seres vivientes, así como también objetos inanimados.

Las cosas que no existen no figuran en el diccionario.

El simple hecho de que la palabra “Dios” esté en todos los diccionarios es prueba suficiente de la existencia de Dios. Incluso si ustedes no han visto o experimentado algunas de las cosas incluidas en el diccionario, hay otras personas que sí lo han hecho.

Por lo tanto, basándose en su experiencia limitada, ustedes no pueden negar la existencia de algo mencionado en el diccionario.

Si no han experimentado a Dios, hay otras personas que lo han experimentado y es por eso que la palabra “Dios” ocupa un lugar en el diccionario. Algunos de ustedes pueden objetar esto diciendo que hay algunas palabras, tales como “cielo-flor” o “conejo-cuerno”, que se refieren a objetos inexistentes. No obstante, deben saber que no son palabras simples, sino términos compuestos que se crearon combinando dos palabras diferentes.

Cada una de las palabras por separado, “cielo” y “flor”, se refiere a algo que existe; también hay conejos y cuernos. Pero no hay objetos en el mundo que correspondan a palabras creadas artificialmente, como “cielo-flor” y “conejo-cuerno”.

Los misterios de la creación de Dios Un científico quiso conocer el significado de la expresión Parama Hamsa (Cisne Supremo), utilizada en el lenguaje espiritual.

Se le dijo que, así como el cisne separa la leche del agua al sumergir su pico en una mezcla de leche y agua, el Parama Hamsa, a través de una indagación adecuada y la sabiduría que resulta de ella, separa al Atma (Ser) del Anatma (No-ser). A su vez, cuando se le preguntó al científico quién dotó al cisne de la capacidad de separar la leche del agua, él respondió que, cuando el ácido segregado por el pico del cisne entra en contacto con la mezcla, el ácido cuaja la leche separándola así del agua. Pero luego surge la pregunta de quién ha colocado este ácido en el pico del cisne. ¿Lo ha hecho algún científico? No, solo Dios lo ha hecho. ¡Tales son, en verdad, los misterios de Dios! Unos cincuenta años atrás, los científicos creían que no había poder más grande que el de la energía atómica y manifestaron el temor de que, si se dividía la energía atómica aún más, eso conduciría al desastre. Sin embargo, ahora, después de explorar y experimentar durante los últimos cincuenta años, los científicos han podido descubrir que existen poderes superiores al de la energía atómica. Del mismo modo, las personas que actualmente no tienen la experiencia de Dios pueden llegar a tenerla, por ejemplo, dentro de diez años. La Divinidad lo satura todo. Ustedes deben creer firmemente en esto. Sin fe en Dios, la vida humana sería en vano. Junto con las ciencias físicas, ustedes también deben tratar de comprender la ciencia espiritual al menos hasta cierto punto.

No se planteen dudas innecesarias Hoy en día los estudiantes se plantean dudas innecesarias.

Un muchacho vino a decirme: “¡Swami! Shankaracharya declaró que Brahmán es real y que el mundo es ilusorio. Sin embargo, Brahmán, que es considerado real, no puede ser visto en ningún lado, mientras que podemos experimentar vívidamente el llamado ‘mundo ilusorio’ en nuestras vidas diarias con todas las consecuentes ganancias y pérdidas, dichas y penas; y eso no durante uno o dos años, sino por un período de varios años.

Entonces, ¿cómo podemos creer que el mundo es ilusorio?”. A esto, Yo respondí: “¡Mi querido muchacho! No pierdas tu tiempo haciéndote tales preguntas. ¿Por qué te preocupas por la realidad o la irrealidad de Brahmán y el mundo? Déjales esa pregunta a ellos (es decir, a Brahmán y al mundo). En primer lugar, descubre la verdad acerca de ti mismo. Puedes pensar que tú eres real. Sin embargo, solo es considerado real aquello que no sufre ningún cambio durante los tres períodos de tiempo, esto es, pasado, presente y futuro. A la luz de este criterio, como tu cuerpo sufre cambios de un momento a otro, y también, como está expuesto a perecer en algún momento, se lo considera ilusorio. Es el mismo caso para el resto del mundo”.

Los jóvenes de hoy afirman que no experimentan ningún cambio, olvidando el hecho de que sus cuerpos están expuestos a cambios periódicos: nacimiento, niñez, adolescencia, edad adulta, vejez y muerte. Así, todo en este mundo sufre cambios cada tanto y ésta es la razón por la que se afirma que el mundo es ilusorio. Shankaracharya no dijo que el mundo es absolutamente irreal. Él lo llamó ilusorio, porque es una mezcla de realidad e irrealidad; aparece en un momento y desaparece en otro. No obstante, los estudiantes deberían comprender que existe un substrato de realidad que subyace al mundo ilusorio.

Esto puede ilustrarse con la bandeja de plata que ven sobre Mi mesa. Esta bandeja puede ser convertida mañana en una copa, o en una cuchara al día siguiente. Sin embargo, la sustancia tras estos nombres o formas cambiantes continúa siendo la plata, que no cambia. Con todo, la plata y la copa (o la bandeja) no pueden ser separadas. Del mismo modo, la realidad inmutable de Brahmán es el substrato que subyace al mundo ilusorio, siempre cambiante.

“El que duda, perecerá” Los estudiantes de hoy sucumben a muchas dudas, porque faltan maestros capaces que puedan descender al nivel de los estudiantes y explicarles las cosas claramente. Hagan que los estudiantes comprendan el significado de los lemas exhibidos en la pared posterior de este auditorio: “Samshayatma Vinashyati” (“El que duda, perecerá”) y “Shradhavan Labhate Jñanam” (“Quien tiene fe obtiene sabiduría”). Tanto Nissamshayam (la ausencia de dudas) como Shraddha (la fe y el interés) son necesarios para la iluminación, así como las corrientes positivas y negativas son necesarias para que surja la luz. Por lo tanto, es preciso que la ausencia de dudas, por un lado, y la fe, por el otro, constituyan las dos márgenes por las que fluya el río de sus vidas, de modo que pueda fundirse finalmente en el océano de la Gracia Divina.

La santa Mira dijo: “Afrontando todas las penurias, me sumergí profundamente en el océano de la vida mundana y, al fin, obtuve la preciosa perla del nombre de Krishna. Si suelto esta perla, quizás no pueda conseguirla de nuevo. Por eso, ¡oh, Señor!, Tú eres mi único refugio”. Del mismo modo, ustedes, los estudiantes, quizás no vuelvan a tener esta maravillosa oportunidad (la de este Curso de Verano). Por lo tanto, traten de reunir las perlas de las preciosas ideas que ahora les presentan, para que ellas puedan serles útiles durante sus vidas.

Discurso pronunciado en el Auditorio del Instituto en Brindavan, el 26-5-1992.

No puede ganarse la gracia de Dios mediante la gimnasia de la razón, las contorsiones del Yoga o las privaciones del ascetismo. Solo el Amor puede alcanzarla, el Amor que no necesita retribución, el Amor que no conoce el regateo, el Amor que se paga gustosamente como tributo a todo lo viviente. El Amor que no vacila.

BABA