Discursos dados por Sai Baba – 06. 17/03/83 El 'Gayatri', camino a Dios

Discursos dados por Sai Baba

{SB 16} (32 discursos 1983)

06. 17/03/83 El ‘Gayatri’, camino a Dios

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 16 cap. 6 )

El ‘Gayatri’, camino a Dios

17 de Marzo de 1983

De la acción surge la esclavitud de la ilusión,

de la ilusión crece una menteperversa;

la perversión mental lleva a acciones perversas.

Tales acciones producen un nuevo nacimiento.

¡Jóvenes encarnaciones de la Divinidad!: la gran mansión del pensamiento hindú se ha erigido con las cuatro paredes de karma, janma, dharma y Brahman (acción, nacimiento, acciones rectas y Ser Supremo, o Dios). Las cuatro son independientes. Nadie puede escapar a las consecuencias de sus acciones, sean buenas o malas. Ninguna acción se hace en vano. El karma (acción) es la causa primaria del nacimiento.

El jivi nace en el karma,

crece por medio del karma,

termina en el karma.

El karma es la causa de la dicha y la miseria.

Se ha dicho que “el cuerpo es en verdad la base para el cumplimiento del dharma” (Shariramadhyam khalu dharma saadhanam). Sólo procurando cumplir el dharma se realiza a Brahman. El Gita declara que siempre que declina el Dharma, ocurre el advenimiento del avatar (encarnación divina). Esto implica que el objetivo de la existencia humana es sostener el Dharma. Dado que la creación es una proyección de la voluntad divina, el propósito de cada ser humano debe ser vivir en armonía con dicha voluntad. La vida de cada individuo debe dedicarse no a promover los propios intereses egoístas o a servir los de otros, sino al servicio de la Divinidad. Cualquier acción que se haga para cualquier persona logrará alcanzar a la Divinidad si se realiza como ofrenda. El hombre debe consagrar cada una de sus acciones considerándolas como una ofrenda a la Divinidad.

La iniciación otorga el segundo nacimiento

El individuo está involucrado en la acción desde el momento en que sale del vientre de la madre. Tal estado natural es común a todos y puede ser descrito como shudhrathvam (el estado del shudhra, es decir, aquel que no está sujeto a ningún régimen). Después de recibir la iniciación en el “Gayatri” el individuo nace nuevamente y se vuelve dwija (el nacido dos veces). El mantra “Gayatri” es descrito como “Chandhasam mathah”, la madre de todos los Vedas. Un significado del “Gayatri” es el de ser un mantra que protege y sostiene a los gayas o jivis (seres individuales).

Deben notar que hoy han obtenido un segundo nacimiento al recibir el mantra “Gayatri”, la oración védica para iluminar la inteligencia. Al seguir las disciplinas de la etapa de brahmachari, ustedes se estarán habilitando para el estudio de los Vedas. A quien empieza a estudiar los Vedas se le conoce con el nombre de vipra (brahmana); ello es como un tercer nacimiento. En esta etapa, por medio del estudio y la comprensión de los Vedas y viviendo de acuerdo con sus preceptos, se tiene la oportunidad de entender a Brahman (el Ser Supremo). Una vez que se ha entendido el principio de Brahman, uno se funde en él. Solamente cuando se adquiere la conciencia de Brahman se puede afirmar ser un verdadero brahmana. No es sólo el nacimiento, sino la realización de Brahman lo que confiere a una persona el verdadero brahmanatva (estado o condición de brahmana).

El mantra “Gayatri” es la encarnación de todas las deidades

El “Gayatri” debe recitarse tres veces al día: en la mañana al salir el sol, al mediodía y al anochecer. Estos momentos se denominan sandya kalam, el de la unión de la noche con el día, de la mañana con la tarde y del día con la noche. El tiempo, al igual que el hombre, posee tres cualidades: satva, rajas y tamas (serenidad, pasión e inercia). El día se divide en tres partes, las cuatro horas entre 4 y 8 a.m. y entre 4 y 8 p.m. tienen la cualidad de satva (ecuanimidad). Las ocho horas entre 8 y 4 p.m. son rajásicas (apasionadas, inquietas). Las ocho horas entre 8 p.m. y 4 a.m., las cuales se utilizan principalmente para dormir, son tamásicas (de inacción). Las ocho entre 8 a.m. y 4 p.m. son utilizadas por todos los seres, incluyendo animales y pájaros, para llevar a cabo sus deberes cotidianos y son consideradas como rajásicas (movimiento activo).

Cuando las cuatro horas sátvicas de la mañana se emplean en buenas acciones, tales como oración y la adoración, las acciones virtuosas y el cultivo de buenas compañías, se puede tener la seguridad de elevarse del nivel humano al divino. El mantra “Gayatri” debe recitarse durante el periodo sátvico. Este mantra es la personificación de todas las deidades; no está relacionado con ninguna secta ni casta, imajen o institución en particular. Se dice que incorpora nueve “colores”: 1. Om, 2. Bhuh, 3. Bhuvah, 4. Suvah; 5. Tath, 6. Savithur o poderes, 7. Varenyam, 8. Bhargah, 9. Dhevasvya. Dhimahi se relaciona con el aspecto meditativo. Dhiyo yo nah prachodayath se relaciona con el aspecto de oración. El mantra, como un todo, contiene así tres aspectos: descriptivo, meditacional y de oración.

Descubran la unidad que subyace a la diversidad

Al antahkarana (psique o instrumento interno) se le han dado cuatro nombres sobre la base de las diferencias en el comporamiento. Cuando se ocupa con los pensamientos, se le llama manas (mente). Cuando está inq uieto y agitado se le llama chita (conciencia). Cuando participa en la investigación y el entendimiento se le llama budhi (intelecto), cuando está relacionado con el sentido de “mío” (posesión) se le llama ahamkara (ego). ¿Por qué se le han dado cuatro nombres y atributos diferentes a una sola y misma entidad, el antahkarana? La mente está ocupada en distinciones y diferencias. El budhi se interesa por lo único y revela la unidad que subyace a la diversidad. Todos nuestros esfuerzos deben ser dirigidos hacia el descubrimiento de la unidad debajo de la diversidad, en lugar de tratar de dividir al uno en los muchos.

El “Gayatri” es un mantra sagrado que demuestra la unidad que subyace a la pluralidad en la creación. Por el reconocimiento de esta unidad podemos entender la multiplicidad. El barro es uno y el mismo, aunque con él se puedan fabricar vasijas de diversas formas y tamaños, el oro es uno, a pesar de que las joyas puedan ser múltiples y variadas. El Atma (Ser) es uno, a pesar de que las formas encarnadas en las que reside sean muchas. Cualquiera que sea el color de la vaca, la leche siempre es blanca.

No hay ningún objeto en el mundo que no tenga una forma y un nombre. El cosmos está hecho de cosas con forma y nombre. Mientras las primeras están sujetas al cambio constante, los nombres no cambian. La forma puede cambiar y hasta desaparecer por completo, pero el nombre permanece. Una vez que sabemos el nombre, podemos reconocer la cosa o persona que representa. En una reunión muy concurrida no es fácil encontrar a una persona teniendo puramente una descripción de sus rasgos, pero al llamarla por su nombre responde de inmediato y puede ser identificada. De la misma manera, la forma del Señor puede visualizarse por medio del nombre.

Cinco caras, tres deidades

Al “Gayatri” se lo describe con cinco caras. La primera es Om, la segunda es Bhurbhvasuvah, la tercera es Thathsavithur Vareenyam, la cuarta es Bhargo Dhevasya Dhimahi, la quinta es Dhiyo yo nah Prachodhayath. Representan estas cinco caras a los cinco pranas (fuerzas vitales). El “Gayatri” es el protector de los cinco pranas en el hombre. “Gayantham thrayathe ithi Gayathri” (Porque protege al que lo recita, se lo llama Gayatri). Cuando actúa como protector de las fuerzas vitales, se conoce como Savitri, celebrada en la historia puránica como la devota esposa que regresó a la vida a su esposo, Satyavan. Savitri es la deidad que preside los cinco pranas; protege a quien lleva una vida basada en la verdad; ése es el significado profundo.

Cuando la inteligencia y la intuición se desarrollan por medio de la recitación del mantra, la de
idad activadora es Gayatri. Cuando las fuerzas de la vida están protegidas, la deidad guardiana se llama Savitri. Cuando se protege el habla, la deidad se llama Sarasvati. A causa de los papeles protectores de Savitri, Sarasvati y Gayatri relacionados con la vida, la palabra y el intelecto, respectivamente, al “Gayatri” se le describe como Sarvadhevatha swarupini (encarnación de todas las diosas).

Es necesario recitar el mantra “Gayatri” al menos tres veces por la mañana, tres al mediodía y tres por la noche. Esto servirá para disminuir los efectos de las acciones equivocadas que uno comete todos los días. Es como comprar mercancía pagando en efectivo en lugar de a crédito. No hay acumulación de deuda kármica, pues el karma de cada día es expiado durante ese mismo día al recitarlo.

El poder salvador del mantra “Gayatri”

El pretexto de que no se dispone de tiempo para recitar el “Gayatri” tres veces al día es falaz e insostenible. La gente consume tanto de su tiempo en actividades sin valor, que bien puede fácilmente encontrar unos momentos para recitar el “Gayatri” en la cama cuando se despierta y antes de ir a dormir; basta con quererlo. El “Gayatri” se puede recitar incluso al bañarse; también significa ofrecer abluciones a la diosa. Al mediodía, si se recita antes de comer, los alimentos se santificarán y se volverán una ofrenda a la deidad.

Los brahmacharis (estudiantes célibes y religiosos) deben conocer el poder redentor del mantra “Gayatri”. Por medio del brahmopadhesam (iniciación al conocimiento sagrado), los jóvenes han obtenido un segundo nacimiento. Solamente cuando ellos alcancen los propósitos de este segundo nacimiento serán aptos para entrar en la tercera fase sagrada de viprathvam (brahmán), que lleva a la realización de Brahman.

El que conoce a Brahman se vuelve uno con él, reza el proverbio védico. Para poder reconocer el principio de Brahman se debe entender la propia naturaleza verdadera. Hay un ejemplo para ilustrar cómo se puede ver si uno es apto para realizar a Brahman. Una muchacha adquiere el derecho de compartir la mitad de las propiedades de un hombre después de haberse casado con él y de que éste haya atado el lazo nupcial alrededor de su cuello; este lazo sagrado le confiere el derecho. De manera similar, se permanece alejado de Dios en tanto no se ha obtenido el lazo de entrega a la Divinidad. En el momento en que se porta el sutra (lazo) de saranagati (entrega total) se adquiere el derecho de compartir la mitad de la energía y la autoridad de la Divinidad. Debemos esforzarnos seriamente por seguir el camino de sumisión a la voluntad divina y ofrecer todo a la Divinidad.

La actitud de entrega crecerá en nosotros a medida que recitemos regularmente el mantra “Gayatri”. Ésta es la razón por la que los niños se inician desde una edad temprana en el mantra. También existe otra razón para esta iniciación temprana; los niños que han sido indolentes o flojos antes de obtener el brahmopadhesham, se han vuelto capaces de desarrollar su inteligencia y ser más diligentes en sus estudios después de haber recibido el mantra “Gayatri”; esto es un hecho probado. Así como el sol a la noche, este mantra aleja la sombra de la ignorancia: Dhyo yo nah prachodayath. Los rayos del mantra “Gayatri” iluminan la mente y la inteligencia y promueven el conocimiento, la sabiduría y el discernimiento.

Bendigo a los jóvenes vatus (niños que han sido iniciados) para que desde hoy reciten el “Gayatri” regularmente, lleven vidas ejemplares y crezcan como buenos ciudadanos de Bharat, temerosos de Dios, educados e iluminados.

Prashanti Nilayam, 17-3-83