Discursos dados por Sai Baba – 10. 24/05/91 El disfrute a través del sacrificio

Discursos dados por Sai Baba

{SB 24} (30 discursos 1991)

10. 24/05/91 El disfrute a través del sacrificio

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 10 )

El disfrute a través del sacrificio

24 de Mayo de 1991

Todo el Cosmos fue creado de la Verdad; es sostenido por la Verdad y se funde en la Verdad; sepan que esta Verdad es la Realidad Inmaculada que lo satura todo en el Universo.

¡Encarnaciones del Amor Divino! Ekam Sat Viprah bahudha Vadanti” (La Realidad es una, los sabios se refieren a Ella de diferentes formas). Aunque la Verdad es una, los sabios solían darle diferentes nombres. La Verdad no es la propiedad privada de una persona. No está relacionada con una nación ni con una fe en particular. Tampoco está relacionada con un tiempo específico.

La Verdad trasciende los límites de espacio, tiempo, religión y país. Las personas de todos los países, de todas las religiones y de todos los tiempos tienen igual derecho a adherirse a la Verdad. La Verdad no sigue a nadie. Cada ser humano tiene que seguir a la Verdad.

Manu, el hombre primigenio de la humanidad, enunció esta Verdad. Como el hombre es un descendiente de Manu es llamado Manuja (el descendiente de Manu). Manu estableció la regla de que el hombre debía estar preparado para sacrificar incluso su vida por la causa de la Verdad. Sin embargo, debido a los estragos del tiempo, el lugar y las circunstancias, estamos presenciando lo opuesto al precepto de Manu. Para el hombre de hoy, la falsedad se ha vuelto dulce y agradable. La Verdad se ha vuelto repugnante.

Todas las cosas emanan de la Verdad Hoy el hombre está haciendo todos los esfuerzos por comprender innumerables cosas, pero no intenta conocer la Verdad básica. Todas las cosas deleitables y agradables provienen de la Verdad. En la antigüedad, los reyes gobernaban sus reinos sobre la base de la Verdad. Se aferraban a la máxima: “La Verdad es el carácter. La Verdad es la religión. La Verdad es la vida misma. La Verdad es ascetismo. La Verdad es Dios”. Hoy, la debilidad del hombre es proclamada por el hecho de que él no logra adherirse a esta Verdad eterna y va en busca de cosas efímeras e irreales.

Manu hizo otra profunda declaración ante el mundo: “Sathyam bruyat, Priyam bruyat. Na bruyat sathyam-apriyam” (Digan la Verdad. Digan lo que es agradable. Jamás pronuncien una verdad desagradable). Esto significa que no deben decir una mentira porque pueda resultarle agradable a alguien. Tampoco deben decir la verdad cuando probablemente hiera los sentimientos de una persona. Cada hombre debe decir la verdad, pero ésta debe ser una verdad agradable. En el Gita se ha establecido:

“Anudvegakaram vakyam Sathyam Priyahitam cha yat” (Al hablar, las palabras no tienen que causar ninguna agitación, deben ser verdaderas, agradables y bienintencionadas).

Cuando ustedes ven a un hombre ciego, saben que él es ciego. Esto es verdad. Sin embargo, aunque sea verdad, si lo llaman diciendo “¡Eh, hombre ciego!”, le estarán causando dolor.

En cuanto él oye la palabra “ciego”, se siente angustiado.

Sin duda lo que se dice es verdad, pero angustia al que lo oye.

Del mismo modo, al ver a un hombre inválido, si se dirigen a él como “¡Eh, hombre inválido!”, le estarán causando dolor. Uno no debe pronunciar palabras que causen dolor a otros, en nombre de la verdad.

Cuando la conducta de una persona no es correcta, ella está destinada a perder su naturaleza inherente. Por lo tanto, si uno busca desarrollar sus cualidades humanas esenciales, debe seguir la senda de la verdad y el amor.

El Karma es la base para Jñana Los Upanishads son como la corona de los Vedas. Entre los Upanishads, el principal es el Isavasyopanishad. Este Upanishad se encuentra en la forma de mantras en el Sukla Yajur Veda.

Hasta el canto 39, el Yajur Veda se ocupa de Karma Marga (la senda de los rituales). A partir del canto 40, comienza la exposición de Jñana Marga (la senda del Conocimiento Supremo).

Este canto empieza con el Isopanishad. El Jñana predomina sobre el Karma. El Karma es la base para Jñana. Los Upanishads procuran conciliar y coordinar las sendas de Karma y Jñana.

El hombre tiene que realizar las acciones que las escrituras le ordenan. Las buenas acciones tienen que llevarse a cabo con buenas intenciones. No se debe dar lugar al deseo de que sólo el hacedor disfrute de los frutos de sus acciones. Tampoco se debe tener el engreimiento de pensar que se han logrado ciertos resultados debido a las acciones de uno. Esta clase de egoísmo debe desaparecer. Tales apegos y sentimientos egoístas dan por resultado la esclavitud.

Cómo combinar bhoga y tyaga El Isavasyopanishad declara que cualquiera que sea el bhoga (placer) que uno quiera disfrutar, deberá hacerlo con un espíritu de renunciación. En la vida cotidiana, el disfrute y la renunciación no van juntos. El tyagi (renunciante) no está interesado en el disfrute de los placeres sensuales. El bhogi (el buscador de placeres) no pensará en la renunciación. En tal situación, ¿cómo es posible combinar el disfrute de los placeres con la renunciación o el sacrificio? En este contexto el Isavasyopanishad ha declarado que cuando cada acción está libre del sentido de Ahamkara (el sentimiento egoísta de ser el hacedor) y todo el disfrute está libre de apego o deseo, no habrá diferencia entre el disfrute y la renunciación. Por lo tanto, cada disfrute asociado con el ego y el apego será disfrute sin sacrificio. Cuando el ego y el apego están ausentes, las acciones están libres de interés propio y entonces equivalen a actos de sacrificio.

Por lo tanto, cada hombre debe realizar acciones de acuerdo a las reglas prescritas y no reclamar los frutos de esas acciones.

Ésta es la enseñanza espiritual del Isavasyopanishad.

El Upanishad también ha demostrado que las acciones realizadas con este espíritu transforman a bhoga (el disfrute) en yoga. Yoga es la culminación divina de los resultados de los ejercicios y disciplinas espirituales.

El verdadero significado de Yogakshemam En el Gita, Sri Krishna declaró: “Yogakshemam Vahamyaham”.

En el lenguaje común se entiende que yogakshemam se refiere al bienestar derivado de la familia, las posesiones y los objetos que producen placer. Aplicar el término yoga a estos beneficios mundanos es totalmente inapropiado. Yoga es el estado que alcanza aquel que, habiendo nacido como ser humano, se dedica a diversos ejercicios espirituales para experimentar la Divinidad trascendental. Así, yoga significa alcanzar esa Divinidad que no es fácilmente asequible. Se refiere a visualizar aquello que está más allá de la visión física.

Yoga significa experimentar esa Divinidad, que no es visible para los ojos ni audible para el oído, que está más allá del alcance de la mente y el corazón, mediante un proceso de disciplina espiritual. Es el proceso de manifestar en la experiencia propia la Divinidad no manifestada.

Kshema significa salvaguardar la experiencia yóguica que ha sido alcanzada mediante esfuerzos espirituales. Por lo tanto, yogakshema significa adquirir la experiencia de la Divinidad trascendental y esforzarse por preservarla. Tal experiencia trascendental puede ser descrita como bhoga (disfrute) asociado con tyaga (sacrificio).

Es esencial para el hombre buscar el Yoga asociado con Tyaga.

Sólo a través de tal sacrificio puede manifestarse lo Divino en el hombre. Por lo tanto, el hombre debería esforzarse por realizar lo Divino, no pasando por alto el mensaje de los Upanishads.

El hombre no es meramente una expresión compuesta de cuerpo, mente y espíritu. Él posee lo que se conoce como Prajña-shakti, la facultad de “Conciencia Integrada Constante”.

Todos deberían prestar atención a esta Prajna-shakti. Esta “conciencia” satura el cuerpo, la mente y el Antahkarana (el instrumento interno). ¿Qué es el Antakharana? Es la expresión combinada de mente, Budhi (el intelecto), Chitta (la voluntad) y Ahamkara (el ego). La mente es el instrumento
del pensamiento continuo. “Sankalpavikalpatmah manah” (La mente es el depósito de los pensamientos y las dudas). Si toman un trozo de tela, verán que tiene hilos en su trama y urdimbre. La mente es como esa tela. Si quitan los hilos de la trama, no habrá tela. Del mismo modo, cuando los pensamientos son eliminados, la mente no tendrá una función. Este proceso ha sido descrito como ir más allá de la mente.

Las diferentes facetas de la mente Chitta se ocupa de chinta (la contemplación). Budhi (el intelecto) es el poder de discernimiento. Es la facultad divina mediante la cual uno determina qué es transitorio y qué es permanente.

Ahamkara es la identificación del propio ser con la forma corporal. Considerar al cuerpo como al propio ser es Ahamkara.

Por lo tanto, la mente, el intelecto, la voluntad y el ego son todas distintas facetas de la mente. Los diferentes términos se relacionan con los diferentes papeles que desempeña la mente.

Antakharana no se refiere a algo diferente.

Todos los órganos sensoriales son visibles externamente y funcionan externamente: los ojos, los oídos, etcétera. La mente, el intelecto y la voluntad operan internamente y son instrumentos internos. Por lo tanto, reciben el nombre de Antakharana (instrumentos internos). Al renunciar a las respuestas de los órganos internos, el disfrute de los objetos percibidos por los sentidos externos se vuelve una forma de sacrificio. Por lo tanto, la primera tarea es purificar el Antahkarana. Este proceso de purificación requiere de una acción apropiada. No puede purificarse a Chitta si no es mediante la acción correcta. “Chithasya suddhaye karmah”, declara el Veda. El Karma (la acción prescrita) tiene que realizarse para purificar la mente. Esto significa que los Satkarmas (buenas acciones) deben llevarse a cabo sin el deseo de obtener sus frutos. No tiene que haber un ápice de interés personal. Esto ha sido descrito como Nishkama Karma (la acción desinteresada); también se lo denomina disfrute unido al renunciamiento.

El Isavasyopanishad ha expuesto esta forma de acción de diversos modos. Uno no debe evitar la acción. El hombre ha sido dotado de un cuerpo para realizar acciones. La acción correcta vuelve sagrado al Tiempo mismo. El Tiempo está asociado con kartavyam (los deberes). El uso apropiado del Tiempo, la acción correcta y el cumplimiento del deber propio, juntos, constituyen el objetivo principal de la vida humana.

Usen el cuerpo para el servicio al Señor En contraposición a esta verdad, ¿cómo está utilizando hoy el hombre su vida? Se dedica permanentemente a búsquedas egoístas y egocéntricas. ¿Cómo puede entonces experimentar el disfrute asociado con el sacrificio? Tal egoísmo convierte a bhoga (el disfrute) en roga (enfermedad). El hombre debe procurar volverse un yogi y no un bhogi (buscador de placeres).

¿Qué es lo que constituye placer realmente? ¿Comer, beber y complacerse en el disfrute sensual? El alimento es sin duda necesario para la protección del cuerpo. La vestimenta es necesaria para protegerse del frío. Sin embargo, consentir al cuerpo más allá de estas necesidades básicas es fútil, ya que está compuesto esencialmente de elementos que se deterioran. En lugar de consentir al cuerpo, el hombre debería usarlo para el servicio al Señor.

En un sentido, el hombre está lleno de enfermedades de toda índole. El hambre es un padecimiento para el cual el alimento es el remedio. La sed es un padecimiento para el que el agua es la cura. Incluso el deseo de felicidad es otro padecimiento.

Y el remedio para él es la acción correcta y la recitación del nombre del Señor. El hombre debería procurar sobreponerse a roga (las enfermedades a las que está expuesto) recurriendo a Yoga (la disciplina espiritual). Los sastras han declarado que el hombre que come una vez por día es un yogi. El hombre que come dos veces por día es un bhogi (amante del placer). Pero el hombre que come tres veces al día es un rogi (un hombre enfermo).

Quien come cuatro veces al día es un cadáver viviente.

La gente pasa la mayor parte de su tiempo en acciones destinadas a llenar el estómago y no en esfuerzos por llevar una vida feliz y sublime.

¡Estudiantes! Todas las cosas del mundo son perecederas incluyendo al cuerpo. Sin embargo, hay algo que perdura aun después de la muerte. Son los ideales por los que uno ha vivido.

Todos deben esforzarse por llevar vidas ideales. Son estos ideales los que permanecerán guardados como algo precioso, por generaciones, en los corazones de las personas.

Experimenten la dicha verdadera en el sacrificio Deben comprender que cuando ustedes limitan sus deseos, tienen en mente el bienestar de la sociedad y procuran cumplir con sus deberes estarán alcanzando el objetivo de combinar el disfrute con el sacrificio. De hecho, la bienaventuranza que uno obtiene cuando presta servicio a otros es inconmensurable. La verdadera dicha se experimenta mediante tal sacrificio. Cuando se hace algo esperando una retribución, no puede obtenerse tal dicha.

Tengan en cuenta dos cosas. Deben olvidar el bien que le hayan hecho a otros. El recuerdo de tales buenas obras da lugar a expectativas de retribución o a un sentimiento de envidia.

Lo otro que deben olvidar es el daño que otros les hicieron. Cavilar acerca del daño hecho por otros sólo dará lugar a sentimientos de odio y represalia. Olvidar al instante el daño hecho por otros liberará a la mente de malos pensamientos.

La tradición bharatiya se ha basado en cuatro creencias fundamentales:

(1) Cada acción tiene sus resultados inevitables.

(2) La creencia en el papel de los Avatares. (3) Nadie puede escapar de las consecuencias de sus acciones. (4) Una creencia firme en que hay algo sagrado en cada cosa del mundo. La pureza, la paciencia y la perseverancia son los requisitos para lograr cualquier cosa. Cultiven estas tres cualidades. Los estudiantes deben emprender este ejercicio a partir de ahora y desarrollar el hábito de combinar el placer con el sacrificio.

Cuanto más dan, más crecen El verdadero secreto del disfrute reside en el sacrificio. El sacrificio también ha sido declarado como el único medio de alcanzar la inmortalidad. Renunciar a lo que se ha tomado es una ley de la vida. Se aplica a la respiración, el alimento y a otras cosas. Del mismo modo, la riqueza que uno adquiere también debe ser devuelta a la sociedad. La riqueza no sólo incluye lo material, sino también toda otra adquisición, incluyendo el conocimiento, la erudición y las habilidades de diversos tipos. El conocimiento que han adquirido a través de la educación debe ser impartido a otros. Mediante este compartir, su educación se enriquece y cobra propósito. Si no imparten el conocimiento que poseen, éste se vuelve inútil. Eso significa que cuanto más dan, más crecen.

¡Estudiantes! Ustedes se interesan principalmente por el proceso de desarrollo en la vida. Sin embargo, deben recordar que simultáneamente está operando un proceso de deterioro.

Cada día que pasa acerca más el final de la vida. De ahí que, todos deben procurar cumplir con todos sus deberes cada día.

Ramakrishna Paramahamsa dedicaba todo su tiempo –desde el amanecer hasta las últimas horas de la noche– a la contemplación de la forma divina del Señor. Antes de ir a dormir, solía mirar a un lado y a otro, advirtiendo que otro día había pasado sin haber tenido la visión del Señor. Así, cada momento, en cada jornada, sintieron la agonía de no haber tenido la visión de lo Divino. Los antiguos sabios experimentaban una angustia similar al llevar a cabo su ascetismo para la realización de lo Divino.

Las buenas acciones y los buenos pensamientos son necesarios para alcanzar la realización del Atma. El cuerpo es como un reloj de pared. Cuando el cuerpo realiza una gran cantidad de buenas acciones –representadas por los movimientos de la aguja de los segundos–, la mente –representada por la aguja de los minutos– se mueve una ve
z. Cuando la mente abriga pensamientos puros, el Atma (la aguja de la hora) experimenta la bienaventuranza.

Procuren experimentar la bienaventuranza divina Hay tres cosas básicas en el mundo: la tierra, el espacio y la luz. Las tres son esenciales para el sostén del jivi (el alma individual). El agua y el aire proporcionan el alimento. Sin estos cinco, la vida sería imposible. Donde esté el Atma, hallarán agua y aire. El Atma puede existir sin agua ni aire, pero el agua y el aire no pueden existir sin el Atma (lo Divino). El Atma es eterna, inmaculada, refulgente y omnipenetrante. No depende de nada. Sostiene y sustenta a todo. El Atma sustenta a los cinco elementos básicos. Ellos proclaman la gloria del Paramatma (el Supremo). A cada instante, disfrutamos de los beneficios derivados de los cinco elementos. Si no tenemos aire para respirar, nos asfixiamos. El aire está presente a nuestro alrededor, pero no es visible para los ojos ni puede asírselo con la mano.

La Divinidad también lo penetra todo, pero no puede ser vista ni asida. Sólo puede ser experimentada como el azúcar disuelta en el agua, que no puede ser vista o extraída, pero puede ser saboreada. Cuando ustedes experimentan la Divinidad mediante el sadhana, eso equivale a tener una percepción directa.

Sólo puede experimentarse la Divinidad –que es la misma encarnación del Amor– dedicándose al proceso de realización del Ser, procurando experimentar la bienaventuranza divina, realizando los ejercicios espirituales prescritos para acercarse al Señor y fundirse en Él y desarrollando amor desinteresado.

El amor no crecerá en una tierra desprovista de amor. Donde el amor no crece, los frutos del amor no pueden ser recogidos. Por eso, las gopis le suplicaban a Krishna que derramara el néctar de Su amor en sus corazones secos y sedientos, tocando Su flauta.

¡Estudiantes! Iluminen al mundo entero con la luz de su amor. Hoy el mundo está falto de amor. Hay odio entre un hombre y otro. El mundo tiene que ser redimido a través del amor.

Discurso durante el Curso de Verano en Brindavan, el 24 de mayo de 1991.