Discursos dados por Sai Baba – 24. 04/01/74 El niño de cinco años

Discursos dados por Sai Baba

{SB 12} (54 discursos 1973 a 1974)

24. 04/01/74 El niño de cinco años

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 09 cap. 3 )

El niño de cinco años

4 de Enero de 1974

Rajahmundry

La mente del hombre es un manojo de deseos, siempre agitada, siempre apurada, en persecución de objetos y sensaciones.

Cuando el hombre se somete a los caprichos de ella, se desmorona. ¡Pero él puede dominarla, domarla y forjarla como un instrumento para alcanzar incluso la Liberación de la atadura a los objetos y sensaciones! Se dice que la mente es la causa tanto de la liberación como de la esclavitud. Cuando veo a una persona esclavizada por su mente sin remedio, recibo una imagen de una muñeca engalanada chillando y hablando a través de un disco grabado añadido y ejecutado. Él actúa mecánicamente; cuando las cuerdas son tiradas por un deseo dominante él habla como dirigido por ese amo; piensa de acuerdo a lo que impone el deseo. Por consiguiente, hay una gran cantidad de artificialidad y de falta de sinceridad.

Sabemos que cada una de las imágenes de una película proyectada sobre la pantalla está, en su verdadera naturaleza, estática. Pero, como son proyectadas rápidamente por una lámpara, parece como si los hombres y mujeres estuviesen caminando o luchando. Las pistas de sonido proporcionan las voces y sonidos apropiados en el momento apropiado y, así, parece como si los hombres y las mujeres hablaran y cantaran.

Aunque uno sabe que las imágenes son proyectadas sobre la pantalla de esta manera, cuando uno ve la película se conmueve y es llevado al desconsuelo o a la alegría, al odio o a la compasión.

La alegría y el desconsuelo son modificaciones de la mente.

La mente se agita y, de esta manera, ustedes también son llevados hacia las pasiones y emociones. Cuando el tablón sobre el que están sentados se mueve, ustedes también se mueven; cuando el tren avanza rápidamente con ustedes sentados en el compartimiento, sienten que los árboles también se mueven con ustedes. Por otra parte, la mente los hace sentir inmóviles sobre la Tierra, aunque la Tierra gira rápido sobre su propio eje y también alrededor del Sol. Todos estos son trucos de la mente, escondiendo la verdad e imponiendo sus propias ilusiones sobre vuestras experiencias. La real verdad es diferente de la imagen de la verdad que presenta la mente.

Atribuirle las alegrías y los pesares que uno pasa a lo largo de la vida a la naturaleza del Alma Individual es un acto de ignorancia.

Uno tiene que disociar lo uno de lo otro. La euforia y la depresión, el placer y el dolor, la alegría y el pesar con modificaciones de la mente, no del jivi (el alma individual). Es la mente la que reacciona a los objetos y hechos externos, y los declara como deseables e indeseables, buenos y malos. Esto explica por qué se tiene que alcanzar el control de lo imprevisible de la mente.

Aquel que domina la mente puede dirigir su vida de forma recta y estable a lo largo del sendero de la Verdad, la Acción Correcta, la Paz y el Amor Universal. Se puede convertir en un Amrutha-puthrah (hijo de la inmortalidad). El convertirse en inmortal no implica que uno pueda evitar la muerte y continúe viviendo en el cuerpo físico para siempre. Sólo significa que su Nombre y Fama brillarán en las memorias de las personas, cuando su carácter y sus logros sean nobles y beneficiosos.

Cuando vuestras acciones son sagradas, las generaciones venideras podrán emularlos y ofrecer gratitud por el ejemplo. Pero, si son perjudiciales, incluso vuestros contemporáneos los condenarán y desearán que nunca hubiesen nacido.

En la Organización Sathya Sai Seva, tienen todas las oportunidades que necesitan y toda la orientación y el aliento que quieran para hacer que vuestros nombres sean apreciados por generaciones. Pues la Organización se esfuerza por establecer la Paz y Prosperidad Mundiales, por promover el servicio mutuo en la Sociedad y por cultivar el amor sin egoísmo en el individuo.

Ustedes sólo tienen que participar en sus diferentes ta – reas, alegremente y con perfecta humildad.

Este Universo se levanta sobre el cimiento de la Verdad.

¿Cuál es el objetivo más elevado para el hombre? ¿Cuál es su más preciado ideal? Los Vedas declaran: Sathyanasthi paro dharmah (No hay regla superior que la Verdad). Esta Mansión llamada Universo se levanta sobre el cimiento de la Verdad, Sathya.

Todos ustedes son miembros de la Organización “Sathya” Sai Seva; recuerden que “Sathya” es Mi Nombre. Es el ideal por encima de todos, que tiene que fomentar y sustentar todas las actividades de la Organización, al igual que a cada uno de sus miembros. Denle a Sathya el primer lugar en vuestro pensamiento, palabra y acción.

Había un Rey llamado Sathyavratha, en épocas antiguas.

Fue llamado así porque la Verdad era su forma de vida, su objetivo y su guía. Obtenía gran alegría a través de la estricta adherencia a la Verdad. Un día, unas pocas horas antes del amanecer, durante Brahma muhurtha (el tiempo dedicado a la meditación en Dios), avanzó solo a través del Portón del León de su Fortaleza, para darse un chapuzón en el Océano, pues el día estaba marcado en el calendario como sagrado para tales baños ceremoniales.

Sólo la Verdad sustenta la caridad, las riquezas y las buenas relaciones.

Cuando estaba atravesando el Portón, vio a una hermosa joven con un halo de esplendor saliendo; curioso por saber quién era ella y por qué estaba saliendo a una hora tan temprana, la abordó. Ella respondió que era la Diosa de las riquezas, Dhanalakshmi.

“He estado aquí durante mucho tiempo, ahora deseo un cambio. No permanezco por mucho tiempo en un lugar.” Sathyavratha le dijo: “¡Ve! ¡Ve! No objeto ni obstruyo”. Inmedia tamente se vio a una encantadora figura masculina saliendo por el Portón del León. El Rey le preguntó quién era y cuál era el recado que iba a efectuar por el cual estaba yéndose. Él le respondió:

“Soy la caridad; habiendo partido Dhanalakshmi, ¿por qué me voy a quedar aquí?”. El Rey lo autorizó a que partiera y él siguió adelante.

A los pocos minutos, otra persona encantadora estaba pasando.

El Rey descubrió que era Sadhachara, representando a la Bondad en el comportamiento social. “¿Cómo pueden mantenerse las buenas relaciones sociales sin riquezas y la cualidad de la generosidad?”, preguntó. “Me estoy yendo, porque los dos ya no están aquí”, explicó. El Rey estuvo de acuerdo y él continuó avanzando. Así también el siguiente emigrante, la Fama, lamentó la desaparición de los otros tres y ella misma quiso irse. El Rey lo dejó ir. Dijo: “¿Cómo puede la fama sobrevivir a la ausencia de las riquezas, de la caridad y de la vida social feliz?”, y el Rey sintió que tenía razón.

Mientras tanto, una persona con abrumador esplendor se acercó al portón desde la Fortaleza, con la intención de dejar la ciudad. Al preguntársele quién era, dijo: “Soy la Verdad”. Ante esto, el Rey le suplicó que se quedara en la ciudad. Dijo que si se iba, la pérdida sería irreparable y la vida no valdría la pena.

Ante esto, la Verdad decidió quedarse. Y en un instante regresó la Fama a la Fortaleza, pues la Verdad es suficiente base para que florezca la fama. Y Sadhachara (la Bondad) regresó y creció. Así también, la Caridad y la Riqueza regresaron y se establecieron en el reino. Todos los demás estaban encantados de compartir la gloria de Sathya (Verdad).

Dediquen vuestras vidas al bien y a Dios.

Ustedes también deberían deleitarse al compartir la Gloria de este SATHYA: es decir YO MISMO. Ustedes son miembros de la Organización que lleva Mi Nombre; de esta manera, tienen que vivir cada minuto en la conciencia de esa responsabilidad.

Llevando un nombre de “Alta Categoría”, no deberían vivir de una manera de “categoría baja”. Elévense hacia la Divinidad, no caigan en la bestialidad. Muchos se elevan sólo para tener una mejor vista
de la humilde Tierra, como hacen los buitres cuando vuelan alto para tener una vista más amplia de los sitios donde yace la carroña.

Manava (humano) debe alcanzar la condición de Madhava (Dios). Y, ¿quién es Dios? La Verdad es Dios, el Amor es Dios, la Paz es Dios. Desarrollen la verdad, cultiven el amor, establézcanse en la paz; ustedes están en el camino hacia la divinidad.

¡Conviértanse en agua para que así puedan fundirse en el agua; si permanecen siendo aceite, no podrán fundirse! Por consiguiente, desarrollen características Divinas. Ahora están en Sus manos, al cuidado de Dios, pero no se dan cuenta de ello; este pañuelo es sostenido por Mí; si Mi mano no lo sostiene, se cae. Así también, si Dios no los sostiene, ustedes se caen. Cualquier cosa que hagan, dondequiera que ustedes se encuentren, estén seguros de que Dios los ha puesto ahí para ese trabajo.

Entonces se convierte en una educación y en un Sadhana (práctica espiritual). En esta Conferencia aprendan esta lección:

emprendan con alegría el trabajo que les es asignado, y llévenlo a cabo de la mejor manera que puedan, para la mayor gloria de Dios. No dediquen vuestras vidas a los bienes materiales, dedíquenlas al Bien y a Dios.

Cuando la lámpara Petromax se debilita, ustedes la limpian con un alfiler; cuando comienza a dar problemas, bombean vigorosamente, ¿no es así? Cuando se hizo eso, brilla radiante y da una buena luz. Consideren a las Conferencias Estatales, llevadas a cabo en intervalos más frecuentes, como “el tratamiento con el alfiler” y a la Conferencia de Toda la India, al igual que ésta, como “el proceso del bombeo vigoroso”.

Los objetivos de ambas Conferencias son los mismos: el establecimiento de la paz y de la armonía en el mundo, a través de la Organización. Para la lámpara que es esta Organización, el aceite es el Amor; ustedes saben que para encender la lámpara tienen que utilizar un poco de alcohol de quemar. Bien, el Jnana (Sabiduría Suprema) es el “alcohol de quemar”. Se necesita una pequeña cantidad de eso para que el Amor sea es table y Universal. Y debe haber mucho del aceite del Amor. La buena compañía, las buenas acciones, los buenos pensamientos, todos estos son de gran ayuda.

Esta es la Sexta Conferencia de Toda la India. Se han realizado cinco Conferencias y se han tomado resoluciones sobre varios proyectos y reglas. ¿Cuál ha sido el progreso? Debo decir que seguimos estando en el mismo lugar, ningún avance en absoluto. Es perdonable si un niño de cinco años juguetea y es tironeado de aquí para allá por los cinco sentidos. El sexto año (el Shashthi-abhda) les advierte que ahora deben trascender los obstáculos de los cinco sentidos y liberarse tanto del orgullo como de la depresión, realizando tareas con audacia, con fe y con devoción. Cada día, cada acción, cada pensamiento, cada palabra, debe acercarse más y más a Dios. Eso les dará la máxima bienaventuranza. Eso les conferirá verdadera liberación.

Rajahmundry, 4/1/1974