Discursos dados por Sai Baba – 39. 27/08/96 La grandeza de Bali y Prahlada

Discursos dados por Sai Baba

{SB 29} (53 discursos 1996)

39. 27/08/96 La grandeza de Bali y Prahlada

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 29 cap. 39 )

La grandeza de Bali y Prahlada

27 de Agosto de 1996

¡Encarnaciones de Amor! En este mundo fenoménico, los parentescos físicos —padres, hermanos, hermanas, esposa e hijos— son naturales. Pero en el contexto espiritual, el hombre debe desarrollar parentescos permanentes, sagrados y trascendentales.

Los verdaderos parientes del hombre son Sathyam (Verdad) como la madre, Jnanam (Sabiduría) como el padre, Dharmam (Rectitud) como el hermano, Dhaya (Compasión) como el amigo, Shanthi (Paz) como la esposa y Kshama (perdón) como el hijo. Los parentescos físicos son temporarios y están destinados a morir. Pero las seis grandes virtudes son los verdaderos parientes imperecederos.

El deber principal de cada uno es hacer que el amor fluya hacia todo en la creación.

Cada hombre vive no para su propio bien, sino para prestar servicio a la sociedad.

Olvidar la preocupación por el cuerpo es el modo de alcanzar la realización del Ser.

¿De qué sirve el nacimiento humano si no manifiestan un amor inmaculado hacia todos los seres?

(Poema Telugu) Unidad con Dios El hombre realiza una variedad de ejercicios espirituales para alcanzar la realización del Ser y la bienaventuranza de la unidad con lo Divino. Esto incluye las nueve formas de devoción. En estas formas de adoración, se considera a Dios como madre, padre, amigo o maestro. La forma más elevada de devoción es considerar a Dios y al individuo como uno. “Ustedes son Yo y Yo soy ustedes”.

Esta actitud libera al hombre de la esclavitud.

Los seres humanos difieren en forma y nombre. La unidad entre ellos puede lograrse sólo a través de un sentimiento de unidad en el pensamiento, mediante un reconocimiento de que el cosmos entero está saturado por lo Divino.

Dios es la causa, el mundo es el efecto. En este universo maravilloso, ¿por qué el hombre es incapaz de reconocer su verdadera naturaleza? La Divinidad está presente en cada átomo del cosmos.

Tienen que tomar conciencia de que ustedes son esa Divinidad.

Prahlada declaró esta verdad hace mucho tiempo. El emperador Bali, cuyo regreso a la tierra por un día cada año se celebra hoy en el festival de Onam, era el nieto de Prahlada. Bali pertenecía a un linaje de grandes renunciantes. Su padre, Virochana, también fue conocido por su espíritu de sacrificio. Él consideraba el bienestar de su pueblo como su propio bienestar.

El señor Wellington (quien había hablado antes) dijo que servir a la humanidad es servir a Dios. Virochana observó este principio.

El emperador Bali también siguió la misma regla.

Experimentar a Dios renunciando a las malas cualidades Una vez, varias personas se congregaron alrededor del Buda y le pidieron que les enseñara algo acerca de Dios, ya que él había estado transitando la senda espiritual por largo tiempo. El Buda permaneció en silencio. Nadie está calificado para sostener una discusión acerca de Dios. Dios está en el “Sí” y en el “No”. Está en el Dharma y en el Adharma, en la Verdad y en la falsedad. ¿Cómo pueden discutir acerca de alguien que es omnipresente? Es una pérdida de tiempo. Dios es la misma encarnación de Dharma, de Sathya y de Ahimsa (no violencia). Por eso, el Vedanta exhorta a la humanidad a “Hablar la Verdad, seguir la Rectitud”.

Algunas personas se congregaron alrededor de Ramakrishna Paramahamsa y le preguntaron: “¡Señor! ¿Has visto a Dios?”.

Ramakrishna soltó una carcajada. Les dijo: “¡Sí! He visto a Dios, así como los veo a ustedes. Todos son formas de Dios. Sin embargo, la visión de ustedes es diferente: consideran a todas las personas como seres humanos. Pero todo lo que ven es Divino. ¿Por qué no logran ver lo Divino? Ustedes lloran por su esposa, sus hijos, su riqueza y posición. ¿Alguna vez han llorado por Dios del mismo modo? No. Cuando lloren por Dios intensamente, Dios aparecerá ante ustedes”. Cuando renuncien a sus malas cualidades, experimentarán a Dios.

Cuando el Señor, en la forma de Vamana, se estaba acercando al yaga del emperador Bali, éste lo recibió reverentemente y le preguntó qué deseaba. Vamana dijo: “Quiero tres pies de tierra medidos con mis pies”. Bali dijo: “¿Por qué hiciste todo el viaje sólo para pedir tres pies de tierra?” Vamana declaró: “Eso es todo lo que quiero”. El preceptor del emperador, Shukracharya, le aconsejó al emperador no hacer el regalo, ya que quien lo pedía no era una persona común. Pero el emperador declaró firmemente que no hay mayor pecado que retractarse de una promesa y cumplió con su palabra.

El emperador Bali se destaca como el gran sostenedor de la palabra dada. Por esta razón, los habitantes de Kerala lo adoran en este día y celebran el festival de Onam en su memoria.

El amor es el valor supremo ¿Qué es lo que se adora hoy? La Verdad. Sin Verdad nada tiene valor. Sin los valores de Verdad, Rectitud, Paz y Amor, toda la educación y los otros logros son inútiles.

El Amor es el valor supremo. Lo precioso no es el amor mundano sino el amor Divino. Ese amor Divino incluye todas las otras formas de apego hacia los amigos y hacia otros. Cultiven la amistad perdurable de Dios.

El emperador Bali estaba preparado para ofrecerle todo a Dios, incluso ofrecerse a sí mismo. Ésa es su grandeza. No se trata del regalo de unos simples tres pies de tierra. Él se ofreció a sí mismo al Señor. “Te estoy ofreciendo todo lo que es mío, mi familia y riqueza, y me ofrezco yo mismo, guardando nada para mí. Sálvame, oh Señor, que he buscado refugio en Ti”, dice un shloka sánscrito. “Te estoy ofreciendo el corazón que Tú me diste. ¿Qué más puedo ofrecer a Tus Pies de Loto?”, dice un poema Telugu. Éste es el espíritu con el que Bali se entregó al Señor.

Prahlada le regala a Indhra su carácter Muchos estudiantes no conocen la historia completa de Prahlada (el abuelo de Bali). Si han de mencionar a alguien por su elevado carácter, éste es sólo Prahlada.

Una vez, Indhra conquistó a Prahlada y disfrutó de Swarga (el reino de los dioses). Más tarde, Prahlada venció a Indhra y lo despojó de Swarga. Indhra se sintió desolado y le pidió consejo al sumo sacerdote para recuperar su reino. El sacerdote le respondió que Prahlada estaba realizando un gran yaga llamado Vishvajith, y que Indhra debía adoptar la forma de un Brahmana y pedirle un regalo a Prahlada. Éste le daría cualquier cosa que pidiera. Indhra fue a ver a Prahlada disfrazado como un pobre Brahmana.

Prahlada le dio la bienvenida y le preguntó qué quería.

Como le había aconsejado su sumo sacerdote, Indhra le pidió a Prahlada que le ofreciera su Sheelam (carácter). Prahlada le preguntó al Brahmana de qué le serviría su carácter. El Brahmana respondió que no era necesario explicar todo eso. Le había expresado lo que quería, en respuesta al ofrecimiento de Prahlada de dar cualquier cosa que alguien le solicitara para sacrificio de Vishvajith.

“¿Estás preparado para dármelo o no?”; Prahlada le dio inmediatamente al Brahmana lo que pedía, con la debida ceremonia.

A los pocos minutos, una llama refulgente emergió de Prahlada.

Al ver la forma refulgente, preguntó: “¿Quién eres?”. La figura refulgente se postró ante Prahlada y dijo: “Soy tu carácter. Hasta ahora estuve en ti. Promoví tu nombre y tu fama. Ahora tú me has dado como regalo. Por eso te estoy dejando”.

Cuando se pierde el carácter, todo se pierde Cuando el carácter de Prahlada lo dejó, al poco tiempo otra hermosa figura refulgente surgió de Prahlada. Éste le preguntó:

“¿Quién eres tú, oh rey?”. La figura radiante respondió: “¡Prahlada! Soy tu Keerthi (Reputación). Si tu carácter te ha abandonado, yo no tengo lugar en tu interior. Hasta ahora he sido el sirviente del carácter. Si el carácter te ha dejado, yo tengo que hacer lo mismo”.

Prahlada es
taba perplejo. Entonces emergió otra hermosa y radiante forma femenina de Prahlada. Éste le preguntó respetuosamente:

“¡Madre! ¿Quién eres tú?”. “¡Prahlada! Después de la partida del carácter y la reputación, yo, Rajyalakshmi (la diosa de la prosperidad real) no tengo un lugar dentro de ti”. Indhra, quien había venido en la forma de un Brahmana, se llevó a los tres consigo.

En ese mismo instante, Prahlada perdió su reino. Gracias a esta historia, pueden ver cómo la fama y la prosperidad dependen del propio carácter. El carácter es una cualidad supremamente Divina. Por eso se describe a Dios con seis grandes atributos, incluyendo la rectitud, la riqueza infinita, la prosperidad ilimitada, la fama indescriptible y la sabiduría insondable.

Prahlada era la encarnación del carácter. Después de que Indhra le hubo quitado el carácter, Prahlada se casó y tuvo un hijo llamado Virochana.

A partir de este episodio, se darán cuenta de la importancia que se le asigna al carácter en el proceso espiritual. Este carácter sólo ha de ser ofrecido a Dios y a nadie más. Dios es completamente desinteresado y, por lo tanto, ofrecer el carácter a Dios no representará una pérdida para ustedes.

En la relación entre el devoto y Dios, no debe permitirse que prevalezca ninguna otra relación. Bali ignoró la advertencia de su preceptor, al cumplir su promesa a Vamana. Bharata condenó la acción de su madre, quien ocasionó su separación de Rama.

Prahlada no se sometió a su padre cuando se trató de su devoción por Narayana. Meera no permitió que la conducta de su esposo fuera un obstáculo para su devoción por Krishna.

No renuncien a Dios Sea lo que fuere lo que pase, no deben renunciar a Dios. Dios es el único protector que jamás los abandonará. Abhimanyu obtuvo la bendición de su madre antes de ir a la batalla, cuando Arjuna estaba ausente y Krishna no estaba disponible para aconsejarlo. Pero sus bendiciones fueron fútiles, al no estar disponible la fuerza de Dios. Abhimanyu murió en la batalla valientemente, como un héroe.

Todas las formas de fortaleza, física material, de efectivos militares, etc., etc., son inútiles si la fuerza Divina no está de parte de ustedes.

El sostén Divino y el Dharma (Rectitud) son las dos cosas esenciales para el éxito. Cualquiera que sea el ejercicio espiritual que se practique, uno ha de concentrarse en alcanzar la unión con lo Divino como objetivo principal.

Discurso pronunciado en el Sai Kulwant Mandap, el 27-8-1996.