Discursos dados por Sai Baba – 43. 23/11/79 La tarea triunfará

Discursos dados por Sai Baba

{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)

43. 23/11/79 La tarea triunfará

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 10 cap. 50 )

La tarea triunfará

23 de Noviembre de 1979

Cuando el dharma del yuga se hace a un lado, para ser establecido nuevamente a través de medios amorosos; cuando el mundo está contaminado por conflictos y confusión para restablecer el camino de la virtud y paz; cuando los hombres buenos, atrapados en crueles redes, gimen, para salvarlos del dolor y la vergüenza; cuando los textos sagrados no son interpretados correctamente para proclamar el mensaje que transmiten a la humanidad, para aliviar a la Tierra de la carga del vicio, para cumplir con la promesa hecha en la era de Threta, Achyuta ha encarnado sobre esta Tierra, Vasudeva, Srihari, ha venido al mundo.

En el corazón de todo ser humano está el insistente deseo de lograr bienaventuranza inquebrantable y duradera. Día y noche, a lo largo de su vida, el hombre se esfuerza, sin un momento de descanso, para llegar a esa meta. Sin embargo, encuentra que está más allá de su alcance.

¿Cuál es la razón? La raíz del fracaso está en la identificación de sí mismo con el cuerpo y los sentidos y en la creencia de que el placer físico y sensual que pueda obtener le dará felicidad que apaciguará ese anhelo. El hombre no está consciente de que él es la felicidad que busca. Las Upanishads aclaran todas las dudas sobre este punto. Declaran: «Es el azúcar el que le da dulzura a la harina». La harina, ya sea de arroz, de trigo, no es dulce, pero cuando se mezcla con azúcar, la dulzura la satura totalmente. La lección que las Upanishads transmiten es: «El Cosmos creado es la harina y el Principio Divino es el azúcar. Como consecuencia, su naturaleza nos hechiza y es atractiva. Dondequiera que oigamos melodía, veamos armonía o experimentemos lo sublime, es la Divinidad la que nos la transmite y no la naturaleza».

A Dios se le describe como Aprameya. Significa que Dios no puede ser visto como cualquier fenómeno limitado. Sólo los Vedas pueden dar una visión satisfactoria de la gloria del Señor. Para indicar esto, Dios es designado como Vedavid (el conocido a través de los Vedas). En los textos sagrados se menciona que hay tres medios auténticos para adquirir conocimiento. Éstos son: 1) percepción directa (pratyaksha), 2) deducción o inferencia (anumana), 3) voz autorizada (sabda). Cuando la leche se cuaja, después de ser tratada con levadura, podemos ver lo que sucede. Por consiguiente, ese fenómeno es aceptado como verdad, según lo prueba la percepción directa pratyaksha. Cuando las nubes de humo se levantan de las montañas, deducimos que hay un incendio en el bosque. Cuando alguien que ha estado en Prashanti Nilayam le describe el lugar a una persona que no ha estado allí, esta última también puede ver Prashanti Nilayam y sus alrededores. Éste es un ejemplo de la «voz autorizada» como un medio de conocimiento. La voz autorizada se vuelve aceptable cuando emana de la experiencia y de una comunicación fiel de esa experiencia.

Entre los miles de devotos presentes en el auditorio, hay uno que ha venido de los Estados Unidos, un miembro del Consejo Sathya Sai de América. Su nombre es Dick Bock. Digamos que hasta ahora nadie lo ha visto. Aunque se le describiera como alto o bajo, viejo o joven, o con ciertas características físicas, sería difícil para la gente identificarlo y reconocerlo. Pero cuando pronuncio «Dick Bock», él se puede poner de pie para que todos lo vean. Dios tampoco responde fácilmente con su presencia cuando lo describen y lo glorifican. Ustedes no tenían nombre cuando nacieron, pero desde entonces han estado respondiendo cada vez que los llaman con determinado nombre. De igual manera, Dios es una esencia sin nombre pero responde cuando el buscador menciona cualquiera de los muchos que posee. La voz autorizada como un medio de prueba tiene dos aspectos, el thatasta (contenido) y el swarupa (la forma del ser) para indicar los rasgos permanentes incambiantes.

Para identificar una casa que un visitante está buscando, le decimos: «Aquélla sobre la que está el cuervo», y él comprende. Éste es un rasgo temporal de la casa. Dios, el Eterno Absoluto, es concebido, alabado y adorado en su apariencia temporal y es adorado en determinadas regiones como Rama, Krishna, Vishnú, Ishwara, etcétera. Éstas no son expresiones básicas, fundamentales de su naturaleza. Éstas son sólo formas retomadas para ciertos propósitos vitales, como brindar paz a la tierra, restablecer las normas de justicia o fortalecer el ideal de fe en lo Supremo. Los rasgos fijos y fundamentales son verdad, sabiduría e infinitud. Ésta es la forma del ser de Brahman. Estos atributos no cambian con el tiempo, el espacio y la naturaleza del observador. Ellos penetran el tiempo, el espacio y la materia y nos volvemos conscientes de ellos en sus cinco cualidades: existencia, conciencia, bienaventuranza, nombre y forma. Tres de éstos: existencia, conciencia y bienaventuranza son básicos, mientras que los otros dos: nombre y forma, son transitorios y superficiales. Es indiscutible que todos estos rasgos necesitan un creador inmanente que es su autor y aportador.

El sol, las estrellas, la luna, el océano, la tierra; todos éstos indican al creador al que tenemos que aceptar. Existen dos causas que, juntas, producen cualquier cosa: la forma y la sustancia. Esta taza de plata debió de haber tenido un herrero que le dio forma y una sustancia a la que le dio esa forma. Cuando ustedes profundicen en el proceso de la creación, se darán cuenta de que ambas causas se funden en una: la encarnación de la condición de Ser, Conciencia y Bienaventuranza. Como el Uno es estos tres, reconocerlo en todo otorga total bienaventuranza.

Todo hombre anhela sólo dos dones: escapar del dolor y obtener la alegría. Cuando se logran ambos, el hombre es verdaderamente libre; ha alcanzado la liberación. Ignorando las implicaciones genuinas de la etapa de la liberación, personas que se ufanan de ateos y racionalistas declaran que no están interesadas en eso. La liberación es la satisfacción de estos dos anhelos universales del hombre. Textos y argumentos han desviado al hombre y lo han cegado ante la Realidad. ¿Alcanzamos la liberación a lo largo del camino de la actividad, de la indagación o de la adoración? Los argumentos sólo oscurecerán el asunto. Estos caminos sólo pueden limpiar la mente, aclarar el intelecto 0 purificar las emociones. Si se reconoce el centro del Alma de todas las cosas y todos los seres, la bienaventuranza estará siempre presente y será total. El Principio Divino es la realidad, la base, la esencia, el océano sobre el cual las olas se levantan y caen. Descarten el nombre y la forma que suben y caen y piensen en la existencia, la conciencia y la bienaventuranza contenidas en cada célula y partícula. Sólo así pueden sumergirse en la bienaventuranza eterna. La bienaventuranza es omnipresente. Sólo debemos conocer y realizar esa universalidad.

Encarnaciones del Amor: Los objetos que se mueven deben tener una base inmóvil. La naturaleza se mueve, pero la Divinidad no. Los autobuses y los autos viajan rápidamente sobre el camino mientras éste está quieto. Las imágenes corren y se proyectan sobre la pantalla pero la pantalla no se mueve. El cuerpo crece o decae, los sentidos persiguen un placer tras otro, la mente salta de un pensamiento a otro, todo porque el Alma es impasible e inamovible.

Ahora, ¿con qué rasgo podemos reconocer al Alma? Por la bienaventuranza, que es su propia naturaleza. Ésta es la razón por la que el Alma es descrita como la otorgadora de la bienaventuranza más elevada, sabiduría pura más allá de todas las dualidades, vasta como el espacio, indicada por axiomas védicos, el Uno, el Eterno, sin mancha, no afectado, omniconsciente, el testigo inalcanzable hasta por la imaginación, sin atributos, etcétera.

Hablando en general, algunos buscan lo material en el mundo, otros lo ignoran y otros más sienten aversión por ello. La razón est
á en la mente, no en la materia. Nuestros gustos y aversiones son moldeados por nuestras actividades, pensamientos y sentimientos. Si su reacción es buena, me declararán bueno; si sus sentimientos son malos, yo puedo parecer malo. El cambio de una actitud a otra sucede en ustedes, no en mí. Yo siempre soy el mismo. Ya que se ha tomado una forma, las reacciones cambiantes son inevitables. Son humanas; no afectan a lo Divino. Los cambios en la naturaleza de las reacciones y los enfoques son causados por los caprichos del momento, los vaivenes del deseo y la presión ejercida por el ambiente, la región y la época. Anoche ustedes vieron la obra acerca de Jesús, puesta en escena por los estudiantes. El discípulo más amado, de nombre Judas, decidió traicionar al maestro, cediendo a la tentación de unas pocas monedas de plata. La avidez por el dinero es un demonio que se apodera de los débiles. Cuando uno está dominado por ella, pierde todo vestigio de discernimiento y acepta con facilidad formas equivocadas de satisfacerla.

Como el impacto singularmente poderoso de Sathya Sai se ha difundido mundialmente, muchas personas envidiosas y ávidas de dinero, están inventando varias historias para minimizar y difamar la cultura de Bharat. La mente envidiosa siempre estará involucrada en cosas equivocadas. Esto ha sido así en cada era cuando la Divinidad ha venido entre los hombres. Pero a pesar de esas tácticas, la tarea no fallará; el triunfo no se aplazará.

Ante todo, deben prestar especial atención a esta verdad: todavía no ha nacido, ni nacerá en el futuro, la persona que pueda señalar cualquier clase de mancha en Sai. Son muy pocos, por supuesto, los individuos que pueden sondear el significado del principio del amor, del cual Sathya Sai es la encarnación. Este principio es totalmente libre de egoísmo, totalmente puro y sagrado. Este principio, con Sathya Sai como su encarnación y exponente, se está extendiendo de continente a continente. Los envidiosos observan la marcha de este amor transformador, y tratan de obstruirlo con falsedades. Como la atención de los buscadores y los aspirantes está siendo ahora dirigida cada vez más a la herencia y cultura de Bharat, muchas mentes estrechas y torcidas están intentando lanzar calumnias sobre ellas. El éxito de la tarea para la cual he venido, pronto resonará en todo el mundo. Para algunas personas es irritante la verdad de que todas las religiones son facetas del Uno y de que todos los caminos llevan a la misma meta. Ustedes vieron en la obra sobre Jesús, cómo su énfasis sobre las verdades básicas de la vida buena y santa fue malinterpretado hasta por líderes religiosos, quienes buscaban ocultar sus fracasos mediante la calumnia y la falsedad. Hasta conspiraron para torturar a Jesús. Todos los actos de Jesús fueron puros, santos y llenos de amor, libres de egoísmo. Uno puede adorar su propia religión pero no debe deshonrarla por el odio hacia la religión de los demás. Más bien, comprométanse en probar la santificadora y sustentadora corriente de Amor Divino. Eso les dará perdurable bienaventuranza.

En verdad, este Kaliyuga es el más benéfico de los cuatro, porque ahora tienen entre ustedes a la encarnación eterna de bienaventuranza en una forma a la que se pueden acercar y adorar y de la que pueden aprender. Ustedes están cantando conmigo, conversando conmigo y llenando sus ojos, oídos y corazones con mis palabras y actividades. Éste no es un simple cuerpo físico compuesto de los cinco elementos ni tampoco éste es el día de mi cumpleaños. Este cuerpo puede haber tenido un día de nacimiento, pero yo no tengo nacimiento. Dicen que tengo cincuenta y cuatro años de edad, pero no tengo edad que pueda ser contada.

Lo Eterno, sin entrada ni salida,

el Uno que ni fue ni es ni será,

la persona inmortal libre de nacimiento y muerte;

esa siempre brillante Alma es Sai para siempre.

La adoración está creciendo junto a mí por un lado como los Himalayas; la denigración se está acumulando en el otro lado como otra cordillera. Sin embargo, yo no soy afectado por ninguna. Como lo dijo Gokak hace algunos minutos, sobre los dos picos coloco mis manos, derramando mis bendiciones por igual sobre las dos clases de reacciones. Donde hay día debe haber noche, pero es el mismo sol la causa de ambos. Sean ecuánimes. Procuren obtener el mayor beneficio de la buena fortuna que les ha tocado.

Comprométanse en la disciplina espiritual del servicio, la cual produce los mayores frutos. De todos los métodos de servicio, el servicio a la población rural, por mucho tiempo descuidada, es el mejor. Dediquen sus habilidades y energías al mejoramiento de la vida de sus hermanos y hermanas que viven en las aldeas. El servicio es Dios. ¿Por qué Dios ha dotado al hombre con un cuerpo, una mente y un intelecto? Sientan con la mente, planeen con la inteligencia y usen el cuerpo para servir a los que lo necesitan. Ofrezcan ese acto de servicio a Dios; adórenlo con esa flor. Hagan que los ideales que Sathya Sai ha estado propagando sean conocidos en todo el mundo, practicándolos diariamente y actuando como ejemplos vivientes de su grandeza.

Mensaje de Cumpleaños

23 XI 79