Discursos dados por Sai Baba – 49. 22/10/96 Las pruebas rigurosas del devoto y la Gracia de Dios

Discursos dados por Sai Baba

{SB 29} (53 discursos 1996)

49. 22/10/96 Las pruebas rigurosas del devoto y la Gracia de Dios

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 29 cap. 49 )

Las pruebas rigurosas del devoto y la Gracia de Dios

22 de Octubre de 1996

Ustedes deben obtener la amistad de Dios. Una vez que la obtengan, podrán lograr cualquier cosa. De ella pueden obtener toda la felicidad.

Como saben, Kuchela era amigo de Krishna cuando ellos eran niños. Debido a su progenie prolífica, Kuchela estaba inmerso en un mar de problemas. Su esposa le recordó que si él iba a ver a Krishna, quien había sido su amigo de la niñez en el Ashram del gurú y que ahora era el gobernante de Dhvaraka, Krishna lo aliviaría de su pobreza. Aunque sentía cierta aprensión con respecto a si Krishna se acordaría de él y lo recibiría, superó su temor y partió hacia Dhvaraka. Aunque Kuchela vestía ropas andrajosas, en el instante en que Krishna se enteró de que su viejo amigo había venido, corrió hacia él y lo abrazó. Exclamó: “¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos por última vez? ¿Dónde has estado todos estos años? ¿Cómo te ha ido?”. Kuchela recordó al Señor sólo a causa de sus dificultades.

Puede hallarse otro ejemplo en el MahaBharata. Después de completar sus años de exilio, los Pandavas regresaron a la capital.

Feliz por el regreso a salvo de sus hijos, Kunthi fue hacia Krishna para ofrecerle sus saludos. Krishna dijo: “¡Querida tía! ¿Estás feliz?

¿Deseas algo más? Yo cumpliré tus deseos”. Kunthi dijo: “¡Krishna! No necesito nada. Tengo que disfrutar de Tu apoyo, Tu guía y Tu cercanía en todo momento. Debo ser bendecida con dificultades siempre. Debido a que mis hijos experimentaron innumerables dificultades durante nuestro exilio en la selva, viviendo de raíces y frutas, hemos descubierto que Tú estabas siempre con nosotros, junto a nosotros y detrás de nosotros, y nos has salvado muchas veces. Si queremos disfrutar de Tu proximidad, hemos de enfrentar dificultades”.

La experiencia de dos estudiantes En este contexto, dejen que les revele un episodio importante en la vida de Sathya Sai, que nadie conoce. Cada año solían llevarse a cabo cursos de verano en Brindhavan. En vista del aumento del número de estudiantes en Brindhavan, comenzamos la construcción de un nuevo albergue para ellos. Ese año llevé a todos los estudiantes a Ooty durante el verano. Todos los arreglos para el curso de verano se completaron exitosamente. Un día antes de partir de Ooty, Swami les dijo a los estudiantes:

“¡Muchachos! Han tenido la oportunidad de venir a Ooty. Será mejor que visiten los lugares de interés y disfruten de la grandiosidad y belleza de la creación del Señor”. Swami les pidió que hicieran el paseo, pero ellos insistieron en que Swami también fuera con ellos. Los muchachos son obstinados. Swami les dijo que si Él iba con ellos, grandes multitudes se congregarían dondequiera que Él fuera y ellos no podrían ver nada.

Los muchachos modernos se caracterizan por su obstinación.

Dijeron que no partirían a menos que Swami también fuera con ellos. Swami cedió e hizo arreglos para que todos los estudiantes partieran en ómnibus hacia Doddabetta, el punto más elevado en la cadena de los Neelgiris (a una altura de 2400 m sobre el nivel del mar). Ellos quisieron tomar fotografías con Swami en la cima de la montaña y Swami aceptó seguirlos para tomarse fotografías con ellos. Swami partió media hora después, desde Nandhavanam hacia Doddabetta. Dos hombres jóvenes fueron a Nandhavanam a ver a Bhagavan. Les dijeron que Swami había partido hacia Doddabetta. Los dos jóvenes subieron inmediatamente a su motocicleta y comenzaron a conducir a gran velocidad para alcanzar el auto de Bhagavan en el camino hacia Doddabetta. Lo único que ansiaban era obtener de algún modo una visión breve de Swami.

Swami vio a los muchachos y quiso saber quiénes eran. Alguien en el auto comentó: “Podrían ser unos camorreros”. Swami observó:

“No, no. Si no conocen la verdad no deberían hacer tales comentarios. Podrían ser muchachos deseosos de obtener el Darshan de Swami”. Cuando el auto de Swami estaba tomando una curva, los muchachos se acercaron al auto a gran velocidad.

En la curva la motocicleta cayó de costado. Ambos muchachos cayeron del vehículo. Inmediatamente detuve Mi auto, me acerqué a ellos, les limpié el barro de sus cuerpos y les pregunté:

“¡Muchachos! ¿Han sufrido alguna herida? ¿Por qué conducían a una velocidad tan alta? No debieron hacerlo. Si querían verme, pudieron haber ido a Nandhavanam”. Procuré confortarlos y les di dos naranjas de Kamala para que las comieran.

Los dos muchachos, que eran estudiantes de la universidad local, dijeron: “¡Swami! Vinimos para tener tu Darshan. Debido a este accidente, no sólo obtuvimos el Darshan de Swami, sino también Sparshan, Sambhashan y Prasadham. Si este accidente no hubiera ocurrido, ¿se habría acercado Swami a nosotros, nos habría quitado la tierra de la espalda y nos habría hablado con tanto cariño? ¡Swami! Nosotros anhelábamos Tu Darshan. Te buscamos afanosamente. Y obtuvimos los tres: Darshan, Sparshan, Sambhashan (verte, tocarte y hablar contigo). Cualquier dificultad vale la pena si se pueden obtener estas tres cosas. Por favor, siempre danos tales dificultades”.

No hay placer ni dolor para el Señor Kunthi le oró del mismo modo a Krishna. La benignidad con que el Señor considera al devoto en el momento de sus dificultades, no es probable que la muestre en otras situaciones. Por supuesto, el Señor piensa en el devoto incluso en las ocasiones felices. Para el Señor no existen el placer y el dolor.

Cuando Kuchela se encontraba en el palacio de Krishna olvidó pedirle lo que venía dispuesto a solicitarle. Pero no es necesario pedirle al Señor omnisciente. Después de prodigarle toda la hospitalidad, Krishna envió a Kuchela de regreso en un palanquín.

Luego de recorrer cierta distancia, Kuchela reflexionó acerca de su insensatez. “Disfruté del banquete suntuoso que Krishna me dio, pero olvidé completamente la situación difícil de mis hijos. Olvidé pedirle a Krishna lo que había ido a pedirle. ¡Qué tonto soy!”. Sin embargo, cuando se acercó a su viejo hogar, lo que vio fue una mansión magnífica. Su esposa vestía ropas finas y brillaba con todo tipo de ornamentos. Salió a darle la bienvenida a Kuchela, como una reina. Kuchela se preguntó si era alguna princesa o su esposa.

Ella se acercó a Kuchela y le preguntó: “¡Señor! ¿Qué te dijo Krishna?”. Kuchela describió la forma amorosa en que Krishna corrió a recibirlo y con cuánto cariño lo abrazó. “¿Cómo puedo describir Su amor que todo lo envuelve? Él es el amor mismo. ¿Hay alguien que pueda conferir innumerables bendiciones a cambio de un puñado del arroz reseco de Kuchela?” (Swami cantó una canción Telugu). “¡Qué tonto fui al no tomar conciencia de la Gracia ilimitada de semejante Señor!”. Reflexionando de este modo, Kuchela recorrió la mansión, profundamente conmovido por el amor de Krishna hacia él.

Los creyentes jamás sufrirán Nada les faltará a aquellos que creen en Dios. Muchos no creyentes han sufrido en la vida, de diversos modos, pero nadie que haya tenido plena fe en Dios ha sufrido jamás. No hay ni un solo damnificado semejante, ni uno solo. Desafortunadamente muchos padecen debido a la falta de fe. Muy a menudo sufren pérdidas desastrosas. Por otro lado, ¡los verdaderos creyentes, con frecuencia son llevados desde las profundidades de la vida hasta la Morada del Señor! Por lo tanto, la fe es de importancia suprema. La fe lo es todo. Esta fe puede ser adquirida y fortalecida sólo a través del amor.

Durante los últimos cuatro días, innumerables devotos de todos los rincones de Andhra Pradesh han venido aquí y han experimentado la bienaventuranza del cielo en la tierra. Todos ellos son personas absolutamente inocentes. Sus corazo
nes son puros e inmaculados.

Poseen fe firme en Dios. La cultura Bharateeya sobrevive hoy, hasta cierto punto, sólo en las aldeas.

Nadie puede describir adecuadamente la dicha experimentada por estos aldeanos inocentes. Ésa es la verdadera devoción. Todos los otros devotos presentes en Prashanthi Nilayam se sintieron profundamente conmovidos por la devoción de estos aldeanos de Andhra. Los bendigo a todos para que sean felices, siempre bienaventurados y lleven vidas sagradas.

Discurso pronunciado el 22-10-1996 El amor por el Señor no debe degenerar en fanatismo y odio por otros nombres y formas. En la actualidad, este tipo de cáncer está afectando incluso a los hombres eminentes.

Pero ustedes deben evitarlo. Crean que todos los que veneran al Señor y caminan en el temor al pecado son sus hermanos, sus parientes más cercanos. Su vestimenta externa, su idioma, el color de su piel o incluso los métodos que adoptan para expresar su reverencia no tienen ninguna importancia.

—BABA