Mensaje de la Pizarra de Prasanthi Nilayam del día 19 de enero de 2019

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La paz o la perturbación, la calma o la ansiedad que experimentan hoy en día, es el producto de sus propios pensamientos y acciones, y de su actitud o comportamiento hacia ustedes mismo y hacia los demás. Son muchos los que adoptan el proceso de la meditación regular en el nombre y la forma de Dios, y son capaces de calmar las agitaciones del corazón y abrir el camino a la realización interior. ¡La meditación (Dhyana) no debe vacilar u oscilar entre un ideal y otro, ni debe ser reducida a una mera fórmula mecánica de un libro de texto, a un rígido horario de respiración alterna o a un mirar sin sentido a la punta de la nariz! Es una disciplina rigurosa de los sentidos, de la corriente nerviosa y de las alas de la imaginación. Por eso, acertadamente se dice: la meditación (Dhyana) es el valle de la paz que se encuentra al otro lado de una enorme cadena montañosa de picos llamados los seis enemigos: la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el orgullo y la envidia. Deben escalar la cadena montañosa y llegar al valle que se encuentra más allá. Discurso Divino del 9 de junio de 1970.