Mensaje de la pizarra de Prashanti Nilayam del día 02 de mayo de 2020

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Por el abnegado servicio a su madre y a su padre, Dharmavyadha ganó fama eterna. A través de la adhesión constante a la verdad, Rama y Harischandra se hicieron inmortales. Por medio de una conducta correcta, simples hombres se elevaron a la posición de grandes sabios (maha-purushas). Buddha desistió del daño a los seres vivos. Habló de la no violencia (ahimsa) como «la más alta moralidad (paramo dharmah)». Fue así que llegó a ser reverenciado como un maestro mundial. La mente es el principal de los tres instrumentos internos del hombre (thri-karanas). Debemos proteger la mente para que el apego, la pasión y la agitación no entren. Estos extremos le son naturales a la mente. Las olas que en ella se levantan con furia, son los seis enemigos internos del hombre: la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el orgullo y la envidia. Los dos primeros arrastran a los cuatro restantes por su camino. Para liberarnos de los dos primeros y así avanzar en el camino espiritual, tenemos que practicar la disciplina espiritual. Aprendemos estas prácticas por medio del aprendizaje espiritual (vidya). (Vidya Vahini, capítulo 7)