Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 12 de septiembre de 2022

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Ravana tenía un vasto conocimiento de los textos espirituales. Sus diez cabezas representan el aprendizaje que había logrado de los seis Shastras y los cuatro Vedas. Sin embargo, nunca puso en práctica tal conocimiento. Él anhelaba solamente la posesión de Prakriti (los objetos materiales). Quería dominar el mundo material, el mundo objetivo. Era un maestro de las ciencias materiales, pero no estaba dirigido por el espíritu. Descartó el espíritu, Purusha-Rama, y se contentó con la posesión, en Lanka, de Prakriti, representada por Sita. Es por eso que cayó. Al igual que el mono que no puede sacar la mano de una vasija de cuello angosto, porque aprieta un puñado de maníes que estaban en la vasija, el hombre también está sufriendo, ya que no desea soltar el puñado de cosas placenteras que ha aferrado en el mundo. El hombre es llevado a la errónea creencia de que la acumulación de posesiones materiales lo dotará de gozo y calma. Pero solo el Amor Divino (Prema) puede dar esa dicha eterna. Solo el Amor eliminará la ira, la envidia y el odio. Sathya Sai. (Discurso del 28 de febrero de 1964)