¡No tengan la impresión de que me enojaré con ustedes si no me aceptan como la Forma para la meditación! Eso no me preocupa en absoluto; tienen una perfecta libertad para elegir el Nombre y la Forma que les dé el necesario aliento. Cuando meditan, a menudo la mente corre tras otra cosa, toma otro camino. Entonces, tienen que taponar ese escape por medio del Nombre y la Forma, y cerciorarse de que no se interrumpa el continuo flujo de sus pensamientos hacia el Señor. Si eso sucede de nuevo, rápidamente vuelvan a utilizar el Nombre y la Forma. No permitan que la mente sobrepase los terraplenes gemelos, de este lado el Nombre y del otro la Forma. Así, no se desviará a un tercer lugar. En primer lugar, cuando se sientan a meditar, reciten algunos versos acerca de la gloria de Dios, para que los pensamientos que están dispersos puedan ser recogidos. Después, gradualmente, mientras hacen la repetición del Nombre, dibujen ante el ojo de la mente la Forma que ese Nombre representa. Sathya Sai (Discurso, 23 de febrero de 1958)
