Discursos dados por Sai Baba – 01. 01/01/91 El Tiempo es Dios

Discursos dados por Sai Baba

{SB 24} (30 discursos 1991)​

01. 01/01/91 El Tiempo es Dios

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 1 )

El Tiempo es Dios

1 de Enero de 1991

Todas las cosas ocurren según los dictados del Tiempo; tanto lo bueno como lo malo dependen del Tiempo; la prosperidad así como la pobreza dependen del Tiempo; el Tiempo es el factor determinante de todas las cosas; no hay nadie que no esté sujeto al Tiempo; en todo este mundo, ésa es la Verdad.

¡Encarnaciones del Atma Divina! El Tiempo es la encarnación de Dios. Por eso el Tiempo recibe el nombre de Samvatsara (año). Los sabios han descrito a Dios como Kalarupaya (la encarnación del Tiempo).

Todas las cosas en el Cosmos, las móviles e inmóviles, están saturadas por Dios. Por eso, Dios es llamado Kalagarbha (Aquel que lleva el Tiempo en la matriz). Los sabios también lo han descrito como Dhirotama (Supremo entre los valientes). Al término Dhira no debería dársele el significado de alguien que es un gran intelectual o que es sumamente inteligente. Dhira es el apelativo dado por el Veda a un hombre que dirige su Dhi (inteligencia) hacia Dios.

Realicen el verdadero objetivo de su vida En el mundo, ustedes están experimentando continuamente el mismo ciclo de días y noches. Realizan las mismas abluciones y se dedican al mismo proceso de llenar el estómago. Así continúan año tras año. Sin embargo, ¿qué esfuerzos están ha6 ciendo por llevar una vida que tenga un propósito y los ennoblezca?

Pasan por las mismas experiencias una y otra vez, haciendo las mismas cosas una y otra vez. Si siguen viviendo de este modo, ¿qué valor tienen sus vidas? ¿Cuál es el objetivo de la vida? ¿Cuál es su propósito primordial? A pocos les interesa hacerse estas preguntas básicas.

Por lo tanto, lo que tienen que examinar es cómo llevar una vida ideal, llena de bienaventuranza y orientada hacia lo espiritual, que sirva como ejemplo para otros. Las personas se dedican a hacer Sadhana. Sin embargo, cuando se examina el resultado de estos ejercicios, se descubre que no tienen sentido.

Todos estos ejercicios están destinados puramente a proporcionar algún tipo de satisfacción mental y nada más.

AMi modo de ver, ni Sadhana (el esfuerzo espiritual) ni Sadhyam (la realización) existen independientemente y separados el uno del otro. Sadhana y Sadhyam son una y la misma cosa. Es un engaño mental hacer Sadhana como el medio para alcanzar Sadhyam (la Meta). El verdadero Sadhana consiste en renunciar a anatma bhava (la idea de que uno no es el Espíritu sino el cuerpo físico). Dirigir la visión desde lo físico hacia lo espiritual constituye verdadero Sadhana.

Hoy tenemos muchas clases de conocimiento en el mundo.

Ninguna de estas categorías de conocimiento constituyen lo que se considera Jñana en términos Vedánticos. Únicamente Atma Jñana (el conocimiento del Espíritu) es verdadero conocimiento.

El conocimiento ordinario puede ser conocimiento de los objetos materiales, conocimiento sensorial o cualquier otro tipo de conocimiento adquirido mediante la investigación. Sin embargo, ninguno de éstos puede ser Atma Jñana. En el sentido más elevado Atma (el Espíritu) y Jñana (el conocimiento) no son dos cosas diferentes. Son una y la misma. Por eso los Vedas declararon: Sathyam, Jñanam, Anantam Brahma (Brahmán es Verdad, Sabiduría e Infinitud). Verdad, Sabiduría, Infinitud y Brahmán son todos diferentes nombres para el Paramatma (el Ser Omnímodo). Son sinónimos. No son diferentes.

Jñana y Bhakti conducen a la misma meta ¿Qué es Jñana? La conciencia de Svasvarupa (la propia naturaleza real) es verdadero conocimiento. La devoción es el medio para alcanzar la unidad con este conocimiento (cuando el conocimiento del Ser se vuelve uno con el Ser). Jñana implica liberarse de todos los pensamientos. La senda del Conocimiento, Jñana-Marga, requiere del control de los pensamientos mediante esfuerzos apropiados. Ya sea que uno tome la senda del Conocimiento, –Jñana-Marga–, o la senda de la Devoción –Bhakti-Marga–, el resultado es la misma iluminación.

Por ejemplo, la luz del sol es reflejada por la luna. La luz del sol es cálida y refulgente. Cuando esta luz es reflejada por la luna, es fresca y calmante. La misma luz está presente en el sol y la luna. El principio que ilumina tanto al sol como a la luna es el Espíritu (Atma-tatva). La luz del sol ha sido comparada con Jñana y la luz de la luna con Bhakti. Jñana es refulgente, mientras que Bhakti (la Devoción) es bienaventurada. Así, Bhakti y Jñana son el comienzo y el fin del mismo proceso.

Dios acepta todo lo que viene de un corazón puro En el mundo fenoménico, reconocemos tres entidades: Karta, Karma y Kriya (el hacedor, el acto de hacer y el objetivo de la acción). Ésta es la característica de la devoción. El Sadhaka (aspirante espiritual) es el Karta (hacedor). El Sadhana (ejercicio espiritual) es el Karma (lo que él hace). Obtener la visión de lo Divino es Kriya (el objetivo). El mismo proceso es descrito como Jñana (conocimiento), Jñeya (aquello que ha de conocerse) y Jñata (el conocedor). En el sentido más elevado, todos éstos son uno. Aparecen en tres formas diferentes en etapas diferentes.

Las personas se dejan llevar por lo que imaginan que son sus experiencias espirituales en su Sadhana. Sin embargo, lo que deberían buscar realmente es Anatma bhava (renunciar al apego por lo no espiritual). No deberían depender del poder y de las riquezas del mundo. Dios acepta sólo lo que viene de un corazón puro. Él no cede ante ninguna ofrenda mundana. Hay una ilustración histórica para esto.

Cómo Shiva aceptó a Parvati como Ardhangini Tanto en el Vishnupurana como en el Shivapurana, Parvati es descrita como la diosa más hermosa. Consciente de sus encantos excepcionales, Parvati deseó tener a Shiva como su esposo.

Sin embargo, todos sus esfuerzos resultaron vanos.

Aprendiendo una lección de esta experiencia y abandonando su ego, se dedicó a realizar un severo ascetismo. Enfrentando los rigores del calor y el frío, el viento y la lluvia, ella permitió que su cuerpo se consumiera mediante sus prácticas ascéticas. Su mente estaba concentrada únicamente en Shiva. Al ver que ella se había liberado completamente de su ego, Shiva decidió aceptar a Parvati como Ardhangini (la mitad de Sí mismo).

¿Cuál es el significado interno de este episodio? La Naturaleza simboliza a Parvati. Es excepcionalmente hermosa. Sintiéndose orgullosa de sus encantos, ella procura atraer a todos. Amedida que logra atraer, su ego crece. El hombre, que es hijo de la Naturaleza, también desarrolla ego y lleva una vida llena de egoísmo.

El ego se infla debido al conocimiento, la fuerza física, el poder y la posición, la apariencia hermosa y otros logros semejantes.

Incluso el orgullo por la erudición lo aleja a uno de Dios.

Las personas llenas de tal engreimiento jamás pueden realizar a Dios. Sólo quienes están libres de engreimiento pueden ser almas realizadas. Valmiki, Nanda, Kuchela, Sabari, Vidura y Hanuman son ejemplos de devotos que realizaron a Dios, pero que no se vanagloriaron de poseer un gran linaje, riqueza o erudición.

Su cualidad suprema era estar libres de ego. Hanuman, por ejemplo, se contentaba con describirse a sí mismo como un sirviente de Rama, a pesar de su gran valentía y conocimiento.

Todos los logros y las adquisiciones en este mundo son temporales y efímeros. Seducidos por ellos, los hombres se llenan de engreimiento y finalmente se exponen a la ruina. Por lo tanto, renunciando a la idea de ser el hacedor, el hombre debe considerar a Dios como el único hacedor. Él es el dador, Él es el que recibe y también Él es el objeto dado.

El Tiempo es la misma forma de Dios. El nacimiento y la muerte están contenidos en el Tiempo. Por lo tanto, todos de9 berían considerar al Tiempo como Divino y utilizarlo para realizar acciones sagradas. No deberían malgastar ni un instante. El tiempo perdido es vida perdida.

Los frutos de sus acciones están determinados por el Tiempo.

Todas sus experiencias son los resultados de sus acciones, ya sea la felicidad o el pesar, la riqueza o la pobreza. En consecuencia, lo bueno y lo malo dependen de lo que ustedes hacen.

Así como sean sus acciones, serán los frutos que obtengan de ellas. El modo en que utilizan su tiempo determina el resultado.

Dios es el origen de todos los Yugas Por lo tanto, deberían dar un buen uso a este nuevo año, que es una forma de lo Divino. Ustedes han oído hablar de los cuatro eones llamados Krita Yuga, Treta Yuga, Dvapara Yuga y Kali Yuga. Éstos no son diferentes unos de otros. Las divisiones se basan en las experiencias. Sea el Krita Yuga o el Kali Yuga, ellos no tienen una forma separada. Se da el nombre al Yuga de acuerdo a la conducta de la gente de la época. Incluso en el Krita Yuga había gente llena de apegos y aversiones. Aun en el Kali Yuga hay personas apegadas a la verdad, que llevan vidas virtuosas y pacíficas. Dios es el origen de todos los Yugas. Por eso, uno de los nombres dados a Dios es Yugadi (Aquel que da origen al Yuga). La festividad de Yugadi es celebrada por este motivo. Todo es una manifestación de lo Divino. Al no comprender esto, el hombre se regocija cuando obtiene algo y se siente deprimido cuando pierde algo. Deberían desarrollar el estado de ecuanimidad, en el que no se ven afectados por la ganancia o la pérdida.

La historia de lo blanco y lo negro Cierta vez, un rey convocó a una asamblea para descubrir quién era la persona más inteligente. Ya frente a la reunión, planteó una pregunta: “¿Cuál es la cosa más blanca del mundo?

¿Cuál es la más negra?”. Los intelectuales de la asamblea dieron diversas respuestas. Uno dijo “es la leche”, otro “dijo es el algodón”, otro dijo “es el cielo”, y así sucesivamente.

Había un gran devoto en esa asamblea. Cuando el rey lo interrogó, él dijo: “No soy una persona erudita ni inteligente. La poca inteligencia que poseo me la ha dado Dios. Toda la inteligencia que posee una persona proviene de Dios. Hay algunos que usan mal esa inteligencia y otros que hacen un buen uso de ella”. Entonces, luego de ofrecer una plegaria a Dios, declaró:

“El día es más blanco que cualquier otra cosa, la noche es más negra que cualquier otra cosa. Eso es lo que resulta evidente en este mundo. El día es blanco, la noche es negra. Todas nuestras vidas pasan por esta sucesión de días y noches, de blanco y negro. ¿Quién es el único que está más allá de este ciclo de días y noches? Sólo Dios. La combinación de blanco y negro es descrita como un día. El que ha conquistado este ciclo es Dios. La diferencia entre dinamu (el día) y daivamu (Dios) es que para Dios no hay ni día ni noche, mientras que éstos existen para el mundo”. Concluyó diciendo: “Sólo Dios puede otorgar a los hombres la gracia mediante la cual pueden trascender el día y la noche”.

Todos los eruditos presentes en la asamblea se sintieron indignados por el descaro de este hombre iletrado que se adelantó para dar una respuesta a la pregunta del rey. La arrogancia de otras clases puede ser dominada, pero la arrogancia de los Pandits (eruditos) no puede ser suprimida. Ésta es la enfermedad básica de los eruditos. Estudian cualquier cantidad de libros y están empapados en conocimiento libresco. Sin embargo, no practican ni una fracción de lo que saben, con el resultado de que lo único que se infla es su ego. Los eruditos se acercaron al rey y le dijeron: “No debes aceptar la palabra de este ignorante. Se le debe pedir que proporcione la prueba para su declaración. En el mundo actual, se requieren pruebas para cualquier cosa en cualquier campo”.

Por consiguiente, el rey le pidió al devoto que proporcionara la prueba para su declaración. El hombre le pidió un día para proporcionar la prueba. También estipuló que durante ese período nadie podía cuestionar u oponerse a cualquier cosa que él dijera ni restringir sus movimientos de ningún modo. El rey le concedió estos dos pedidos y anunció que nadie debía interferir con los movimientos o las acciones del devoto en el palacio o en cualquier otro lugar.

Al día siguiente, el monarca estaba descansando en el palacio después del almuerzo. El devoto llenó una taza de leche y la colocó en el umbral de los aposentos del rey. Luego trajo a un lactante cerca de la puerta y le pegó, haciéndolo llorar tan fuerte que la siesta del rey fue interrumpida. El rey se levantó enfurecido y abrió la puerta para ver quién tenía la temeridad de perturbar su siesta. Al salir de la habitación, volcó la taza de leche, pues no pudo verla.

El devoto le dijo al rey: “Como el día es más brillante y blanco que la leche, tú no pudiste ver la leche. Oh, rey, si la leche es el objeto más blanco, ¿cómo es que tú no la viste? La blancura de la leche es menor que la del día. La luz del día es más blanca que la leche. Tienes que aceptar este hecho”. El devoto agregó: “Las estrellas están presentes en el cielo durante el día también. Sin embargo, no pueden ser vistas debido a la poderosa luz del día. Cuando cae la noche, las estrellas se vuelven visibles”.

La Divinidad es la encarnación del conocimiento La blancura del día representa a Jñana (el conocimiento más elevado). La oscuridad de la noche representa a Ajñana (la ignorancia). La Divinidad trasciende tanto el conocimiento como la ignorancia. Olvidando lo Divino, las personas están inmersas en la experiencia de las cosas del mundo. Lo Divino sólo puede ser experimentado a través de lo Divino.

Dios es descrito como “Sat-Chit-Ananda”. Sat es verdad.

Chit es Paripurna Jñana (el conocimiento supremo). Cuando Sat y Chit se juntan, hay Ananda, Bienaventuranza Divina. Si separan la Verdad del Conocimiento, no pueden experimentar Bienaventuranza. La Verdad puede ser comparada con el azúcar.

Chit (Jñana) puede ser comparada con el agua. Mientras el azúcar permanece como azúcar y el agua como agua, no se puede experimentar nada especial. Sin embargo, cuando ustedes las juntan obtienen almíbar, un delicioso panakam (una bebida dulce). Del mismo modo, sólo cuando Sat y Chit se juntan puede experimentarse Ananda (la bienaventuranza). Sat (la Verdad) puede obtenerse sólo a través de la Verdad. Chit (el Conocimiento) sólo puede obtenerse a través del Conocimiento.

La Bienaventuranza puede experimentarse sólo a través de la Bienaventuranza. La Divinidad, como la encarnación del Conocimiento, sólo puede ser realizada a través de Jñana (la senda del Conocimiento). ¿Qué es Jñana, Sabiduría o Conocimiento Supremo? Es conocer su propio Ser verdadero. Eso es verdadero Conocimiento. El conocimiento del Ser es realización del Ser. La contemplación constante del Ser es el medio de experimentar la visión directa de Dios. ¿Qué es el Ser? Es el Atma.

Cuando ustedes se refieren al “Yo”, eso es el Ser. ¿Quién es este “Yo”? ¿Es el cuerpo? ¿Es la mente? ¿Es el Budhi (intelecto)?

¿O el Atma (el Espíritu Morador Interno)? Cuando se hacen esta pregunta, se dan cuenta de que sólo el Atma es el “Yo”.

¿De dónde ha provenido el Atma? La palabra Nara (hombre) significa Atma. El Atma satura el espacio y todo lo demás. Por lo tanto, el espacio y los otros elementos básicos recibieron el nombre de naras (Naramulu, en telugu). Aquel que es la fuente de estos elementos es descrito como Narayana. El hombre, que está constituido por los cinco elementos, es Divino (Narayana).

Atma significa aquello que está lleno de bienaventuranza. No pueden obtener esta bienaventuranza de las cosas del mundo.

Todos los placeres que experimentan son efímeros.

Los tres estados de conciencia Ustedes pueden experimentar bienaventuranza sólo cuando han ido más allá de los procesos de la mente. ¿Cuándo es esto posible? En el estado de Sushupti (sueño profundo). Sushupti es descrito como Karanasvarupa (la forma causal). Jagrata (el estado de vigilia)
es la forma corporal. Svapna (el estado de sueño) es sukshma (la forma sutil). Sushupti (el estado de sueño profundo) es la forma causal. Cuando las razones para la acción y las acciones mismas son olvidadas, sólo el cuerpo causal existe. Estos estados de conciencia sólo pueden ser captados mediante la indagación. Si quieren controlar la mente, tienen que dedicarse a hacer buenas acciones. A medida que siguen realizando buenas acciones, desarrollan buenos pensamientos y sentimientos. Así como piensan, eso se vuelven.

Cuando tienen buenos pensamientos, adquieren una verdadera comprensión de lo real. Los reflejos pueden cambiar, pero el objeto en sí no cambia. Por ejemplo, el reflejo del sol en un arroyo que corre, en un lago tranquilo o en un estanque lodoso puede variar, pero el sol en sí sigue siendo el mismo. El cuerpo de ustedes es como una vasija. Su mente es el fluido dentro de ella. El Atma que se refleja en él es una imagen. La imagen es clara, fluctuante o turbia de acuerdo al estado de la mente. La mayoría de las personas no puede comprender fácilmente estas verdades espirituales.

Dios es móvil y también inmóvil El Vedanta, por ejemplo, ha declarado: “Acharam charameva cha” (Aquel que es inmóvil también es móvil). Esto significa que Él es tanto los objetos móviles como los inmóviles. ¿Cómo puede alguien que es inmóvil ser descrito como móvil? ¿Y cómo puede alguien que es móvil ser descrito como inmóvil? Hay una aparente contradicción en esta declaración: “Dios es inmóvil; Él también es móvil”. El Vedanta ha dado una hermosa explicación para esto. En el estado de sueño, ustedes se experimentan a sí mismos en todo tipo de movimientos. Sin embargo, el cuerpo que es visto moviéndose en el sueño de hecho yace inmóvil sobre la cama. El cuerpo físico está inmóvil. El cuerpo en el sueño se está moviendo. Ambos cuerpos son uno y el mismo.

En un estado de conciencia está quieto y en otro se está moviendo.

El Vedanta declara que en el estado físico hay movimiento pero en el estado Bráhmico (espiritual) hay quietud. Por lo tanto, el propósito de Dhyana (la meditación) es alcanzar el estado Bráhmico de quietud. El Vedanta ha revelado muchas verdades profundas como ésa.

Por ejemplo, cuando se le pregunta a una persona cuál es su lugar de residencia, ella puede dar una dirección en particular en una zona en particular. Sin embargo, de acuerdo al Vedanta, la verdadera morada de todos es Dios. Del mismo modo, las personas pueden describirse en términos de su casta o comunidad.

Sin embargo, todos éstos son sólo atributos mundanos, útiles para propósitos mundanos. Las distinciones físicas no son fundamentales. La realidad básica en todos es el Atma.

Los Vedas han descrito a todos como “hijos de la Inmortalidad”.

La gente habla acerca del espíritu, pero se comporta de un modo que contradice su creencia. Debería haber unidad de pensamiento, palabra y acción. Para alcanzar esta unidad, uno tiene que comprender la verdad acerca del Atma (Espíritu).

Dedíquense a realizar acciones sagradas Este Atma es Tiempo y el Tiempo es Dios. Por lo tanto, no deberían malgastar el tiempo. Llenen su tiempo con buenas acciones.

No hay sadhana más grande que ése. Santifiquen el tiempo que se les ha otorgado, mediante buenos pensamientos y buenas acciones. Para esto, necesitan cultivar la compañía de los buenos, lo que a su debido tiempo los conducirá a la liberación.

Llenen su mente con pensamientos de Dios. Dedíquense a realizar acciones sagradas. Eso es verdadero sadhana.

Las personas afirman que pasan horas en meditación. Sin embargo, ¿de qué sirve esto si no hay concentración mental?

Es mejor que se dediquen a sus deberes regulares, presten servicio social o participen de los bhajans. Por estos medios traten de controlar la mente. Además, tal trabajo se transformará en adoración. Dediquen todos sus pensamientos y acciones a Dios.

“Sarva Karma Bhagavatprityartam” (Todas las acciones son realizadas para agradar a Dios). Así sus actos se purificarán.

Si quieren experimentar a Dios, tienen que hacerlo a través de sus deberes y sus acciones. Esto no es tan fácil. Ustedes Me han estado escuchando por muchos años. Toman notas y escuchan las grabaciones. ¿Ha habido el más mínimo cambio en ustedes? Así son sus vidas. Sólo cuando algún cambio tiene lugar en ustedes, sólo eso es el fruto de su sadhana. Pasan sus días y noches en la misma rutina, ¿pero están haciendo algún esfuerzo por sublimar sus vidas? Esfuércense por llevar vidas ideales. Sin algún cambio positivo en su conducta diaria, todo el así llamado sadhana que realicen será fútil.

Dios reside en el templo del cuerpo humano Jñana es Dios. Jñana es Atma. Prakriti (la Naturaleza) es Jñeyam (lo que ha de ser conocido). El hombre es una combinación de Jñana (Dios) y Jñeyam (Naturaleza). El Bhagavad Gita dice que el Kshetra (el campo, es decir, el cuerpo) y el Kshetrajña (el conocedor del campo, es decir, el Atma) juntos constituyen la personalidad humana. Del mismo modo, las escrituras se refieren al cuerpo humano como el templo y al Espíritu que mora en su interior como el Dios instalado en ese templo. Incluso la mera comprensión intelectual de este hecho los hará felices. Sin embargo, serán mucho más felices cuando pongan en práctica esta comprensión en sus vidas diarias. No obstante, es una pena que se contenten con resoluciones piadosas en tales cuestiones, sin la determinación firme de ponerlas en práctica. He aquí una historia que viene al caso.

En cierta oportunidad, todos los ciervos de un bosque se reunieron en una asamblea y llegaron al consenso de que eran superiores a los perros en diferentes aspectos: podían correr más rápidamente y saltar más alto que los perros; comían alimento sátvico, a diferencia de los perros, que comían alimento rajásico. Por lo tanto, decidieron unánimemente, en medio de fuertes aplausos, que a partir de ese momento jamás volverían a temer a los perros. Acababan de tomar esa resolución cuando oyeron el ladrido estridente de un perro en el bosque. No perdieron ni un instante y corrieron para salvar sus vidas; su resolución se había ido con el viento; ni un solo ciervo permaneció en el sitio de la reunión. Las asambleas y resoluciones de los así llamados sadhakas (aspirantes espirituales) corren la misma suerte.

Tengan sus manos en la sociedad y sus cabezas en el bosque Sin la valentía de una convicción y determinación firmes, de nada sirven los sadhanas rutinarios llevados a cabo por aspirantes que oscilan de un momento a otro como el péndulo de un reloj. Por otro lado, una persona que jamás se desvía de su determinación aun en circunstancias difíciles, es llamada un Dhira (un héroe) y tal persona obtiene la gracia del Señor.

Deberían tratar de buscar la realización en la vida diaria, basando sus actividades mundanas en los valores espirituales.

Como les he estado diciendo de tiempo en tiempo, deben tener sus manos en la sociedad y su cabeza en el bosque. Es decir, cualesquiera que sean las actividades por las que se interesan en la sociedad, deben aferrarse firmemente al ideal espiritual.

Sólo esto es el verdadero sadhana que les proporcionará paz perdurable. Cualquiera que sea el cambio en los diversos Pratibimba (reflejos), no habrá cambio alguno en el Bimba (Original).

Recuerden que ustedes son ese original inmutable: el Atma.

Todos sus sadhanas deberían estar dirigidos hacia esta firme convicción y fe, culminando en la realización de sus vidas.

Bhajan y Japa son una y la misma cosa Todos sus órganos sensoriales deberían ser santificados ofreciendo a Dios todas las acciones realizadas a través de ellos. Eso es verdadero Bhajan. “Bha” significa aquello que es Bhavyam (sagrado o santo). ¿Qué es Bhavyam? El Atma Tatva (principio del Atma) que es Divyam (autorrefulgente). La letra “Ja” en la palabra Bhajan significa Japa (cantar el Nombre del Señor). Así,
Bhajan y Japa son una y la misma cosa.

Hay un Japa (la constante recordación de Dios) que continúa en forma incesante y automática dentro de ustedes en el proceso respiratorio, cualquiera que sea la tarea que estén realizando.

Es el So ham. Éste es el verdadero Sadhana, pues continúa sin ningún esfuerzo consciente de parte de ustedes, así como el proceso respiratorio, el latido de su corazón y la circulación de la sangre, que tienen lugar sin ningún esfuerzo de parte de ustedes. En contraste con esto, hay ciertas actividades que también se vuelven involuntarias o automáticas, pero debido a la práctica prolongada.

Por ejemplo, los dedos de alguien que tiene el hábito de inhalar rapé se moverán inconscientemente hacia su nariz. Del mismo modo, a causa del hábito, algunas personas se dedicarán a hacer Japa inconscientemente, con sus mentes vagando por algún lado. Esto no es verdadero Japa. Sólo es verdadero Japa el que tiene lugar en el estado mental supraconsciente (y no inconsciente). No abriguen ninguna duda acerca de su capacidad de alcanzar ese estado. Podrán alcanzarlo sin duda, siempre que tengan una firme determinación. Desafortunadamente, ustedes no demuestran la misma determinación firme ni la tenacidad de propósito con respecto a asuntos espirituales que las que muestran por cosas mundanas. El hombre está preparado para hacer cualquier cantidad de esfuerzos para emprender un viaje de millones de kilómetros hacia el espacio exterior, pero casi nunca se esfuerza por acercarse ni un centímetro hacia su propio Ser interno. De qué sirven su inteligencia y todas sus adquisiciones mundanas si no pueden proporcionarles Atma Shanti (la ilimitada paz del Atma). Sólo Dios puede conferirle al hombre esta paz perdurable.

Por lo tanto, ¡Oh, encarnaciones del Amor Divino! Reconozcan que Samvatsara (el año nuevo) significa Dios, quien recibe diversos apelativos referidos al Tiempo. Santifiquen el año nuevo dedicándose a actividades puras, desinteresadas y ennoblecedoras.

Hasta donde sea posible, eviten causar daño o dolor a otros. Cosecharán lo que siembren. Cuando se sientan perturbados por un sentimiento de ira, envidia, orgullo, celos y demás, estén alertas y recurran a la contemplación del Señor.

Mensaje de Año Nuevo a una vasta congregación de devotos en el Mandir de Prashanti el 1 de enero de 1991.