Discursos dados por Sai Baba – 02. ??/01/85 El Servicio es la más alta Práctica espiritual

Discursos dados por Sai Baba

{SB 18} (31 discursos 1985)

02. ??/01/85 El Servicio es la más alta Práctica espiritual

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 18 cap. 2 )

El Servicio es la más alta Práctica espiritual

25 de Enero de 1985

Los seres humanos han olvidado su verdadera naturaleza y se están portando como criaturas demoníacas. Aunque se llaman seres humanos, no conocen la esencia de las cualidades humanas. El sistema educativo de hoy enfatiza el conocimiento libresco e ignora la moralidad y el carácter. El setenta por ciento de la población mundial se compone de ‘jóvenes’ que son los posibles líderes de mañana. A menos que sean educados apropiadamente para asumir su papel en el futuro, la sociedad, la nación y el mundo no progresarán en paz.

A fin de adiestrar a la generación más joven de manera apropiada, la Organización Sai ha establecido cinco principios para guía de su movimiento: Verdad, Acción correcta, Paz, Amor y No violencia. Debemos comprender primero la verdadera importancia y significancia de estos cinco principios. La verdad (sathya) no es relativa sólo a los eventos tales como se ven, oyen o experimentan. Es la verdad eterna que está más allá del tiempo y del espacio, la que nunca cambia. Si el amor forma parte de su naturaleza, la verdad estará allí.

El amor es el denominador común

Si sus pensamientos emanan de una mente purificada por el amor, resultará en acción correcta, lo cual es dharma. Cuando el amor se vuelve parte de su experiencia, pensamiento y acción, obtienen paz (shânti). Cuando se entiende claramente el amor, la no violencia (ahimsa) resulta automáticamente. Así que el amor es la corriente subyacente invisible que une los cuatro valores. Se puede resumir así; Amor más pensamiento es verdad; amor más sentimiento es paz; amor más acción es acción correcta y amor más comprensión es no violencia. El amor es el denominador común para todos estos valores. Es la forma de Dios, pues Dios es amor. El que da amor es un hombre y el que no nutre este amor es una bestia. El amor o la ausencia de amor hace de uno un animal, un hombre o Dios.

El cultivo del amor es posible sólo en un corazón tierno, ya que debido al apego a los objetos mundanos, esa ternura se ha perdido. Cuando la mente está dirigida al mundo sensorio, la vida se vuelve artificial. Cuando van a su oficina, saludan a la gente artificialmente. La salutación (namaskaram) se hace con ego (ahamkaram). El respeto es dado artificialmente a la posición y no emana del corazón. Aquello que emana del corazón es verdad. Cuando ven a una persona que hace servicio a otros con amor, deben sentir respeto por él. No es la acción formal la que cuenta. Sólo el buen corazón detrás de la acción merece respeto y consideración. Por eso, debemos desarrollar un corazón tierno lleno de amor antes que actuar mecánicamente. Si no hay amor en el corazón, de nada sirve hacer nada.

El Papel del Maestro

El maestro es como un tanque para almacenar agua. Si hay agua limpia y buena en el tanque, tendrán agua buena en los grifos. Los estudiantes son como los grifos y resultarán buenos sólo si los maestros son buenos. Los maestros deben tener ideales elevados para que éstos puedan reflejarse en sus estudiantes, que son los futuros ciudadanos y líderes. Los maestros deben primero practicar ellos mismos lo que desean enseñar a los estudiantes. Deben tener un sentimiento de sacrificio (tyâga) por el bien de la nación para que los estudiantes tengan un ideal similar. Antes que tratar de corregir a los estudiantes, deben primero corregirse ellos mismos.

Los valores humanos no son comodidades vendidas en el mercado. Deben reflejarse en el comportamiento de uno y en el modo de vida de uno. No deben ser enseñados como materias académicas sino como la base sobre la cual debe edificarse la vida correcta. El maestro debe hacer prácticas espirituales para asegurar el control de los sentidos y lograr armonía en pensamiento, palabra y acción. Cuando logren esta armonía, se volverán maestros ideales.

Discurso dirigido a maestros de Bal Vikas de Tamil Nadu,

en Abbotsbury, Madrás, el 20-1-1985

Vean a Dios en el templo de su corazón

Los templos juegan un papel vital en el despertamiento del impulso espiritual en el hombre y lo dirigen hacia la realización de su divinidad inherente. El verdadero templo del hombre es su corazón y, olvidando este hecho, el hombre va detrás de templos externos. Los templos son erigidos para recordarles a Dios a los hombres, pero lo Divino mora en el corazón y allí debe ser buscado. Los hombres pasan por cualquier cantidad de dificultades, penalidades, pruebas y tribulaciones en la vida, pero pocos tratan de comprender su divinidad esencial, lo cual debería ser la meta primordial de la vida. Los hombres dedican considerable cuidado y atención a la preservación del cuerpo que es perecedero, pero no cultivan buenos pensamientos ni hacen buenas acciones a través de las cuales puedan alcanzar la dicha duradera.

Los templos sirven para proveer la compañía de los buenos y de los santos y deben ser usados para cultivar tal compañía y adquirir paz mental. No es suficiente ir simplemente a los templos como un ritual mecánico. Deben cultivar buenos pensamientos de acuerdo con la sagrada atmósfera del templo. Aun al pronunciar los nombres del Señor, las palabras deben venir de la profundidad del corazón y no sólo de los labios. El adquirir el nombre del Señor es como obtener una perla preciosa del profundo océano. Habiéndola obtenido, no deben dejarla escapar de sus manos. La fe en el Señor debe ser fortalecida por la repetición del nombre. La fe es la fundación de toda actividad. Se necesita el esfuerzo espiritual para desarrollar fe en Dios, del mismo modo que es necesario que se cuaje y se bata la leche para obtener la mantequilla. El fuego en el fósforo puede verse sólo cuando se rasga. Del mismo modo, Dios puede ser realizado sólo por medio del esfuerzo espiritual.

Los residentes de esta colonia deben vivir en armonía, cultivar un espíritu de fraternidad y cooperar los unos con los otros para su mejoramiento material y espiritual.

(Los residentes de Thirumangala expresaron su deseo unánime de cambiar el nombre de la colonia a Sathya Sai Nagar en conmemoración de la visita de Bhagavan y de los varios servicios rendidos por los trabajadores Sai.)

Discurso en la ceremonia de consagración de la estatua

de Thiruveedhi Amman en la Colonia de Thirumangala,

en las afueras de Anna Nagar, Madrás el 21-1-1985

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Sirvan a Daridra-Narayana

Dios tiene dos formas – Lakshmi-Narayana y Daridra-Narayana. La mayoría de la gente prefiere adorar a Lakshmi-Narayana para asegurar su prosperidad y bienestar personal, pero pocos escogen adorar a Daridra-Narayana (el Señor en la forma de los pobres y los abandonados). Los miembros de las Organizaciones Sai deben pensar sólo en el servicio a Daridra-Narayana. Si los hambrientos son alimentados, son fácilmente satisfechos. El servicio a los Daridra-Narayana nunca es desperdiciado. Es la más alta forma de práctica espiritual. El hombre es el producto de la sociedad y el servicio a la sociedad es verdadero servicio a Dios. Tal servicio debe prestarse sin importar casta, creencia, raza o nacionalidad. La esencia de todas las religiones es una sola, como la corriente que sirve para muchos fines diferentes siendo la misma energía.

Al servir a la sociedad, deben tenerse en mente los cuatro ideales de la verdad (satya), la rectitud (dharma), la paz (shanti) y el amor (prema). El servicio es como un bombillo que no puede derramar luz a menos que haya un cable para transmitirle la corriente. La verdad es la corriente. La rectitud es el cable a través del cual fluye la corriente. Cuando el cable de la rectitud está conectado al bombillo de la paz, entonces tendrán la luz del amor.

Es posible que encuentren dificultades en prestar el servicio. Pero no deben dejarse abrumar por ellas. Los Pandavas se han vuelto inmortales debido a los sufrimientos que
soportaron por el bien de la rectitud. Jesús sacrificó su vida por el bien de aquellos a quienes había venido a servir. El Profeta Mahoma confrontó problemas similares en su misión. No aspiren a comodidades. El servicio es la más grande de todas las demás formas de adoración. el servicio hecho a nuestros prójimos en un espíritu desinteresado y dedicado. Hay un elemento de egoísmo en las formas de adoración como la repetición del nombre, la meditación, etc. Pero cuando el servicio es hecho espontáneamente, el mismo es su propia recompensa. Debe hacerse como una ofrenda a Dios.

Discurso dirigido a los Trabajadores Sai Activos de 300

aldeas adoptadas en Tamil Nadu, en el Salón de

Oración, Sundaram, Madrás, el 22-1-1985.

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El verdadero servicio (seva)

El servicio o seva es una palabra pequeña llena de una inmensa significancia espiritual. Hanuman es el ejemplo supremo del ideal del servicio. Cuando los demonios le preguntaron a Hanuman, durante su búsqueda de Sita en Lanka, quién era, él respondió simplemente: “Dâsoham Koshalendrasya”¸ o sea, que se contentó con describirse como el humilde servidor de Rama. El servicio debe visualizarse como la más alta forma de práctica espiritual. El servicio a los pobres en las aldeas es la mejor forma de práctica. Entre las varias formas de adoración a Dios que culminan en la total rendición a lo Divino (âtmanivedanam), el servicio viene antes de ésta. La gracia de Dios vendrá cuando el servicio sea hecho sin expectativas de recompensa o reconocimiento. A veces el ego (ahamkâram) y el apego levantan sus cabezas durante el servicio. Éstos deben ser eliminados totalmente.

En el habla, lo que importa es el sentimiento interno. El propósito del habla debe ser promover una comprensión de corazón a corazón. Desarrollen el amor a Dios en sus corazones. El corazón es como una silla musical en la cual hay espacio para uno solo. Den lugar sólo a Dios en su corazón.

Discurso dirigido a los trabajadores de la Rama de

Servicio en el Taller sobre Salud e Higiene en Abbotsbury,

Madrás, el 25-1-1985.

Vean a Dios en todos los que encuentren; vean a Dios en cada cosa que manipulen. Su misterio está inmanente en todo lo material y lo no material; de hecho, se ha descubierto que no hay tal materia o material. ¡Todo es Dios, una expresión de Su misterio! Deriven felicidad de las fuentes de felicidad dentro de ustedes y fuera de ustedes; vayan hacia adelante, no se queden parados o retrocedan. Cada minuto debe marcar un paso hacia adelante.

– Sathya Sai Baba