Discursos dados por Sai Baba – 03. 24/02/02 santificar sus vidas cambiando el nombre

Discursos dados por Sai Baba

{SB 35} (23 discursos 2002)

03. 24/02/02 santificar sus vidas cambiando el nombre

SANTIFIQUEN SUS VIDAS CANTANDO EL DIVINO NOMBRE

24 de Febrero de 2002

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

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«Si dejan el ego, serán queridos por todos;

Si conquistan la ira, quedarán libres de preocupaciones;

Se volverán prósperos cuando controlen sus deseos;

Alcanzarán la felicidad sólo cuando conquisten su codicia.

(Verso en sánscrito)

¡Encarnaciones del Amor!

El principal deber del hombre es adquirir una mente fresca como la luz de la luna y sabiduría que brille como la luz del sol. Mientras el hombre siga siendo egoísta, no lo va a amar nadie, ni siquiera su esposa e hijos. Ganará el amor de todos cuando deje su ego. El ego es como una bomba que destruye al hombre. Por esto lo primero que debe hacer es librarse del ego. Mientras en el hombre haya ira, no podrá ser libre de la aflicción, será respetado por todos sólo cuando él deje la ira. El que tiene codicia nunca podrá alcanzar la felicidad. El hombre podrá ser feliz y hacer a otros felices sólo cuando deje la codicia. El ego, la ira y la codicia son las tres cualidades malvadas que hacen del hombre un demonio.

Hagan todos Servicio como una Ofrenda a Dios

En este mundo hay Uno que si lo conocen lo conocen todo. Si no conocen a ese Uno, de nada les servirá conocer el resto. Ese Uno es el conocimiento del Ser. El cero obtiene valor sólo cuando el uno está asociado con él. Cuantos más ceros, mayor es el valor. Si el uno es removido, todos los ceros pierden su valor. El amor por el Ser puede ser comparado al número uno. La vida del hombre gana valor solamente cuando él tiene amor por el Ser. «El universo entero está impregnado por Dios» (Îshavasyam Idam Sarvam). ¿Quién es Ishvara? Es la Conciencia (Chaitanya) que impregna a todos los seres.

¡Encarnaciones del Amor!

Sus vidas se redimirán sólo cuando contemplen incesantemente el Divino Nombre. Todas sus riquezas y comodidades serán de poca utilidad si no sienten amor por Dios. En Bharat, hay millones de personas que sirven a sus semejantes con el nombre de Dios en sus labios.

«Ni con austeridades ni con peregrinajes ni por el estudio de las escrituras

ni por la repetición del nombre puede uno cruzar el océano de la vida.

Se puede lograr sólo sirviendo a las gentes pías.» (Verso en Sánscrito)

El servicio es muy importante. Sirvan a todos con la convicción de que Dios mora en todos. Al servir a otros, matarán a su ego. El servicio no puede ser llamado servicio si es hecho con el sentimiento de que «Yo estoy sirviendo a otros». «Hagan todas las acciones para complacer a Dios» (Sarva Karma Bhagavad Prîtyârtham). Esta es la actitud que deben tener al servir a otros. Son muchos los que toman parte en actividades de servicio, pero ¿cuántos son capaces de disfrutar de los beneficios que se derivan de ello? Primero que todo, deben comprender el término servicio. El verdadero servicio es aquel que se hace con sentimientos divinos, olvidándose de uno. El servicio debe ser hecho como una ofrenda a Dios. El servicio tiene valor sólo cuando se hace con amor por Dios (Daivabhimana) y no por apego al cuerpo (dehabhimana). Hasta un pequeño acto de servicio hecho con la sola intención de complacer a Dios adquirirá gran significado.

Cultiven el Espíritu de Unicidad

¡Encarnaciones del Amor!

Deben indagar quién está sirviendo a quién. El que está sirviendo y el que está siendo servido son uno y el mismo. «El mismo Atma está presente en todos los seres («Ekatma Sarvabhutantaratma»), La verdad es una pero los sabios se refieren a ella por muchos nombres («Ekam Sat Vipraha Bahudha Vadanti»). Hay un solo Dios con muchos nombres («Eka Prabhu Ke Aneka Nâm»). Dios es uno aunque Lo alaben con muchos nombres. Los nombres y formas no son importantes. El sentimiento es la base de la devoción. Dios ama los sentimientos (bhavapriya) no ama el despliegue externo (bahyapriya), lo cual significa que Dios ve el sentimiento detrás de sus actividades.

Han llegado aquí personas de Bejawada (Vijayawada) después de hacer servicio en las aldeas (grama seva) cantando el Divino nombre durante los últimos 76 días. Miles de devotos de Shirdi han venido aquí en peregrinaje, visitaron varios centros de peregrinaje y han llegado aquí desde Kanyakumari vía Bangalore. «La sociedad humana está atada por la acción» (Karmanubandhîni Manushya Loke). ¿Por qué les fue dado el cuerpo? Dios les ha dado el cuerpo para hacer servicio al mundo (loka seva). No usen mal el cuerpo dedicándose a malos pensamientos y acciones. Emprendan acciones nobles y santifiquen sus vidas. El deber primordial del hombre es servir a la sociedad con sentimientos nobles. Consideren al cuerpo como un instrumento dado por Dios a fin de que ustedes puedan servir a sus semejantes con amor.

Dios está presente en cada ser como el eterno testigo. Esta verdad es proclamada por el sonido ‘Soham’ que es pronunciado con cada respiración: ‘So’ con cada inhalación y ‘Ham’ con cada exhalación. ‘So’ significa Aquello o Dios y ‘Ham’ significa ‘yo’. Este proceso va ocurriendo 21.600 veces al día en cada ser humano. De esta manera, la voz interna le recuerda al hombre su naturaleza divina esa misma cantidad de veces al día. Pero el hombre actúa de manera tonta sin ponerle atención a su voz interna. ¿Quién es el hacedor? ¿Quién respira, quién habla, quién escucha, quién actúa? Es el Ser dentro de él que es el mismo en todos. Cultiven este espíritu de unicidad. El que hace y el que hace que hagan son uno y el mismo. Comprendan que no están sirviendo a otros, se están sirviendo a sí mismos. La misma verdad está proclamada por los Vedas en las cuatro Grandes Sentencias (Mahavakyas): «Brahmán es la Conciencia Suprema» («Prajñânam Brahma»), «Yo soy Brahmán» («Aham Brahmasmi», «Tú Eres Aquello» («Tat Tvam Asi»), «Este Atma es Brahmán» («Ayam Atma Brahma»). Éstas son las más grandes enseñanzas dadas a la humanidad por los Vedas. Desdichadamente, el hombre de hoy ha perdido la fe en las enseñanzas de los Vedas. La divinidad brilla en cada aliento del hombre. De hecho, el hombre está provisto de sabiduría (sujñâna) y de la capacidad de conocer (prajñâna), pero debido a su ignorancia, actúa al contrario de su naturaleza divina.

Antes de tomar su alimento, lo ofrecen a Dios con la oración:

Brahmârpanam Brahma Havir

Brahmâgnau Brahmanâ Hutam

Brahmaiva Tena Gantavyam

Brahma Karma Samâdhinâ

(Bhagavad Gita 4-24) Brahmán es la oblación; Brahmán es la

mantequilla clarificada ofrecida por Brahmán en

el fuego de Brahmán; en verdad, Brahmán será

alcanzado por aquel que siempre vea a

Brahmán en todas las acciones.

Dicen que el alimento es una ofrenda a Brahmán. Entonces, ¿dónde está Brahmán) Él está dentro. De inmediato, Dios responde desde adentro:

Aham Vaishvânaro Bhûtvâ

Prâninâm Deham Âshritaha

Prânâpâna Samâyuktaha (prâna),

Pachâmy Annam Chatur-Vidham

(Bhagavad Gita 15-14) Siendo el fuego vital que reside en el cuerpo

de las criaturas vivientes, como el aire vital

que entra y el que sale (apana) digiero

el alimento de cuatro clases (el que se mastica,

el que se lame, el que se chupa y el que se bebe)

Glorifiquen Su Vida Humana Por Sus Acciones Meritorias

Dios está presente en la forma de Vishvanara en cada cual. De modo que cuando están ayudando a otros, se están ayudando a sí mismos. Similarmente, el hacer daño a otro es igual a hacerle daño a su propio ser. «A quienquiera que saluden, esto llega a Dios» («Sarva Jîva Namasakaram Keshavam Pratigachchhati») y «A quienquiera que critiquen, esto, también, llega a Dios» («Sarva Jîva Tiraskaram Keshavam Pratigachchhati»). De nada sirve emprend
er peregrinajes o cantar el Divino nombre si no comprenden la unicidad de la Divinidad. Pueden llamar a Dios por cualquier nombre y adorarlo en cualquier Forma, pero Dios es uno. Nunca olviden este principio de unidad. Desgraciadamente, el hombre fragmenta la unidad en diversidad. Traten de visualizar la unidad en la diversidad. Este es el verdadero servicio que el hombre está supuesto emprender. «Instalen a Dios en su corazón y usen sus manos en el servicio de la sociedad» («Man Main Ram Hath Main Kam»). Entonces sea cual sea el trabajo que hagan se transformará en adoración.

Hoy en día el hombre carece de fe en el camino del servicio. Durante muchos años pasados, han estado escuchando discursos y realizando varias actividades de servicio. Pero, ¿qué han logrado? ¿Qué han aprendido? Nada en absoluto. Por lo tanto, primero, deben cultivar una conducta correcta. Desarrollen la visión correcta, el escuchar correcto y el habla correcta. Practicando éstos, pueden desarrollar bondad. Sólo entonces podrán alcanzar la liberación (nirvana). No tengan la impresión de que Dios está confinado únicamente a los templos. No es suficiente si meramente visitan templos y ofrecen sus salutaciones a las imágenes de Dios. Ofrezcan sus salutaciones a todos los seres con la convicción de que están saludando al Señor Mismo. No hay ser sin Dios. Dios es el Morador Interno de todos los seres (Sarvabhûtantarâtma). El deber primordial del hombre es comprender esta verdad y actuar de acuerdo con ella.

Han estado escuchando varios discursos, ido en peregrinajes y leído textos sagrados. Pero ¿ de qué sirve esto si no hay transformación en ustedes? El hombre de ahora se ha vuelto duro de corazón El corazón debe ser blando como la mantequilla. La mente debe ser tan fresca como la luz de la luna y el habla, dulce como la miel. Éstos son los principales valores que la Organización Sathya Sai preconiza. Éstos son los verdaderos ornamentos del hombre. Aunque está provisto de cualidades sagradas y de inmensos poderes, el hombre está llevando una vida carente de significación al no hacer uso de ellos en el servicio a los demás. Aunque Dios ha provisto al hombre de un corazón dulce y de una mente sagrada, no les está dando el uso apropiado. Nunca pronuncien palabras duras; siempre hablen suave y dulcemente. Hagan el uso apropiado de las facultades que Dios les ha dado.

¡Encarnaciones del Amor!

El nacer como ser humano es la bendición más grande. «De todos los seres vivientes, el nacimiento humano es el más precioso» («Janthunam Narajanma Durlabham»). Es el resultado de méritos acumulados durante muchas vidas anteriores. Una vida así de sagrada no debe ser usada mal. Hablen dulcemente, ofrezcan sus respetos a todos con una cara sonriente. Se llaman devotos, pero no hay verdad en esta afirmación si carecen de estas nobles cualidades. Llenen su mente de pensamientos nobles y lleven a cabo actos meritorios. Ahí está la gloria de la vida humana. Deben ganarse el respeto de todos por su comportamiento.

No se consideren meros mortales. El hombre es divino (Jîva es Deva). Ésta es la enseñanza fundamental de la filosofía india. «Dios es el Morador Interno de Todos los Seres» («Ishvara Sarva Bhûtanam»). Llenen sus corazones con sentimientos nobles, pónganlos en práctica y santifiquen sus vidas. Recuerden que han nacido como seres humanos. Vivan de acuerdo con su importancia como seres humanos. La espiritualidad no significa hacer actos de adoración, ir de peregrinaje o cantar bhajans solamente. La espiritualidad está en destruir las tendencias animales y elevarse al nivel de la divinidad. Mientras haya tendencias animales en el hombre, él no puede elevarse al nivel de la divinidad. Día a día, las cualidades están aumentando en el hombre. No son ni animales salvajes para causar temor en los demás. ni animales domésticos dóciles que le temen a los demás. Han nacido como seres humanos con nobles cualidades humanas. Por esto, reconozcan su humanidad y su divinidad. El hombre de hoy no es capaz de concienciar esta verdad y en consecuencia, está desperdiciando su vida.

La Divinidad puede ser Alcanzada sólo por el Amor

¡Encarnaciones del Amor!

Es de la mayor importancia que tomen nota de estas enseñanzas, que he estado repitiendo una y otra vez. No las descuiden nunca. El poder divino latente dentro de ustedes es ilimitado. «La Divinidad es más sutil que lo más sutil y más vasta que lo más vasto» («Anoranîyam Mahatomahîyam»). Por lo tanto, es imposible estimar la naturaleza de la divinidad, las palabras son inadecuadas para describirla. Sea cual sea la descripción que le den es sólo para su propia satisfacción. Es un gran error tratar de medir el infinito poder de la divinidad con su mente limitada.

Sin embargo, el microcosmo y el macrocosmo difieren sólo en cantidad, no en calidad. He aquí un pequeño ejemplo. El agua del océano es salina. Vayan a un océano y saquen una vasija de agua. El agua en el océano y el agua en la vasija difieren sólo en cantidad pero el sabor permanece el mismo. Deben siempre tener la calidad en la mente, no la cantidad. Dios está interesado sólo en la calidad. Una cucharadita de leche de vaca es mejor que barriles de leche de burra. No se dejen llevar por la cantidad. No corran detrás de los objetos materiales. No sean codiciosos, la codicia lleva a la aflicción. Aspiren por la calidad. Es la calidad y no la cantidad la que les da felicidad.

¡Encarnaciones del Amor!

Muchos son los que hoy buscan a Dios. ¿Dónde está Dios? Él está aquí, allá y en todas partes. Siendo éste el caso, ¿dónde está la necesidad de ir en busca de Él? Prahlada dijo, «Nunca dudes de que Dios está aquí y no allá. Dondequiera que Lo busques, allí está Él» (Verso en telugú.) Él era un niño, Sus maestros Chanda y Amarka trataron de cambiarle la mente y hasta lo sometieron a castigos pero Prahlada quedó inconmovible en su resolución. Su mente estaba siempre enfocada en el Señor Narayana. Repetía constantemente Su nombre. Un día, su padre, Hiranyakashipu, lo llamó y le dijo, «¡Amado hijo! Parece que has estudiado muchos temas; déjame tener el placer de escuchar algunos de ellos». Prahlada respondió, «Padre! Los maestros me han enseñado muchas cosas, yo he comprendido que los cuatro objetivos de la vida son la rectitud (dharma), la riqueza (artha), el deseo (kâma)¸ y la liberación (moksha). He estudiado muchas cosas; de hecho, he comprendido la esencia misma de la educación.» (Verso en telugú.) Cuando su padre le preguntó acerca de cuál era la esencia de la educación, Prahlada cantó el Divino Nombre, «Om Namo Narayanâya». Hiranyakashipu se enfureció. Él no podía tolerar que Prahlada repitiera el nombre del Señor Narayana. Hiranyakashipu odiaba a Dios, mientras que Prahlada tenía un intenso amor por Dios. Sólo por medio del amor puede el hombre (la humanidad) (manavatva) ser transformado en Divinidad (Daivatva).

¡Encarnaciones del Amor!

No sientan nunca odio ni envidia. Maten su ego. Sólo entonces florecerá el amor dentro de ustedes. Sólo por medio del amor pueden alcanzar a la Divinidad. Por esto las Gopikas cantaron, «¡Oh Krishna! Toca tu dulce flauta y siembra las semillas de amor en los desiertos de los corazones sin amor. Deja que la lluvia de amor caiga sobre la tierra y haga fluir los ríos de amor!» (Canción en telugú.) ¡Cuán nectarino es el canto de lo Divino! Sólo aquellos que están llenos de sentimientos divinos pueden experimentar su sabor.

Hagan Namasmarana y Rediman sus Vidas

¡Encarnaciones del Amor!

Puede no ser posible para ustedes emprender rigurosas prácticas espirituales como la meditación, austeridades, yoga, etcétera. Es suficiente si cantan el Divino nombre. No emprendan prácticas que no comprenden. Tomen el camino más sencillo, es decir el de la repetición del nombre o namasmarana. En el Krita Yuga, la Era de Oro, se prescribía la meditación como el medio para la liberación. En el Treta Yuga o Era de Plata, fueron los sacrifici
os o yajnas. En el Dvapara Yuga o Era de Bronce, la gente realizaba actos de adoración o archana y en esta Era de Kali o de Hierro, el camino prescrito es la repetición del nombre o namasmarana.

«En esta Edad de Kali, sólo el cantar el Nombre del Señor puede otorgarles la liberación.

No hay camino más grande que éste.» (Verso en sánscrito.)

De modo que canten Su gloria y crucen este océano de la vida mundana. La repetición del nombre es la base de todas las prácticas espirituales.

¡Encarnaciones del Amor! ¡Estudiantes! ¡Peregrinos y Servidores!

Hay nueve caminos para la devoción: el escuchar (shravanam), el cantar (kîrtanam), el contemplar sobre Vishnu (Vishnusmaranam), el servir a Sus Pies de Loto (padasevanam), el saludarlo (vandanam), la adoración (archanam), el servicio (dasyam), la amistad (sneham), y la rendición total (Âtmanivedanam). Los caminos pueden ser diferentes, pero la meta es una y la misma. Sigan cualquier camino y lleguen a la meta. Con el paso del tiempo, se irán acercando a la meta. No se desvíen de ella. Nunca actúen en contra del mandamiento divino. No sucumban al egoísmo y al interés propio. El egoísmo los aleja de la espiritualidad. Dejen al egoísmo y dediquen sus vidas a la causa divina. Al proseguir por el camino divino, serán cargados de energía divina.

Hoy miles de personas provenientes de Shirdi han venido aquí después de visitar muchos centros de peregrinaje (punya kshetras). Han estado cantando el Divino nombre todo el tiempo. Es el poder del namasmarana que los ha traído a Prashanti Nilayam. Los campos (kshetras) pueden ser diferentes pero el Conocedor del Campo (el Kshetrajña) es uno. En el Bhagavad Gita el Señor dice: «Reconózcanme como el Conocedor del Campo también» (Kshetrajñam Châpi Mâm Viddhi – Gita 13-3). No puede haber un campo sin que haya también un conocedor del campo. Pueden visitar cualquier número de campos de peregrinaje pero lo primero que deben hacer es purificar el campo de su propio corazón (hridaya kshetra). Nunca pronuncien palabras duras. No critiquen a los demás. Dejen de pensar en otros (para chintana) y cultiven el pensar en Dios (Paramâtma Chintana). Esto es verdadera práctica espiritual.

Sirvan a los necesitados en la medida de lo posible. El servicio que rindan debe ser significativo y con un propósito determinado. He aquí un pequeño ejemplo. Muchos de nuestros antiguos estudiantes están emprendiendo varias actividades de servicio en las aldeas vecinas, por ejemplo en Brahmanapalli, Beedupalli, Enumulapalli, etcétera. ¿Cómo debe servir uno? Deben hacerlo en un verdadero espíritu de servicio. Cuando van a una aldea para servicio, deben involucrar a los aldeanos también en las actividades de servicio y motivarlos a emprender ese trabajo sagrado cada día en su aldea. No es posible para ustedes ir a las aldeas cada día. Pueden ir a la aldea una vez al mes o hasta dos. Por lo tanto, cuando involucran a los aldeanos en las actividades de servicio, ellos aprenden a servirse ellos mismos. Deben enseñarles la importancia de la limpieza. Usualmente, los aldeanos viven en condiciones antihigiénicas que causan varias enfermedades. De modo que deben enseñarles a mantener su aldea limpia. El agua que bebemos y el aire que respiramos debe estar libre de contaminación. Sólo entonces podemos llevar una vida feliz y sana.

Cultiven la visión correcta (samyak drishti), la palabra correcta (samyak vak), el pensamiento correcto (samyak bhavam), y la acción correcta (samyak karma). Esto hará sus vidas perfectas. Entonces se volverán merecedores de la Gracia Divina. Sólo entonces podrán alcanzar la liberación (sayujyam). La percepción de lo Divino (salokyam), es el primer paso, la proximidad de lo Divino (samîpyam), es el segundo, y la identidad o identificación con lo Divino (sarupyam) es el tercero y la fusión en lo Divino (sayujyam) es el cuarto. De la misma forma como los ríos, al final, se funden en el océano, el hombre debe volverse uno con Dios. El océano es la meta de los ríos. ¿Cuál es la meta de la vida humana? ¿Es para disfrutar de los placeres mundanos? No. Pueden tener todas las comodidades que deseen, pero a lo último, deben esforzarse por volverse uno con lo Divino. El propósito mismo de la vida es tener la visión de Dios, el experimentarlo y, finalmente, el fundirse en Él. Pero el hombre de hoy está haciendo justo lo opuesto. Él ha olvidado a Dios y está desperdiciando su vida en la persecución de placeres mundanos. La vida humana es altamente sagrada, noble y divina. No debe ser dilapidada en objetos tan indignos.

¡Estudiantes! ¡Peregrinos!

No se dejen llevar por los placeres mundanos. Anden por el camino sagrado y santifiquen su tiempo cantando el Divino nombre. No es necesario asignar un tiempo o lugar específico para la repetición del Nombre. Lo pueden hacer dondequiera que se encuentren y sea lo que sea que estén haciendo. Hay que pagar impuestos para el agua, la electricidad, etcétera, pero no hay impuestos para la repetición del nombre. Nadie puede impedirles que lo hagan. Es muy sencillo, pero de la mayor eficacia. El hombre actual no tiene conciencia del valor de la repetición del nombre porque es tan fácil de practicar. Él piensa que Dios puede ser alcanzado sólo por severas austeridades. Ésta es una concepción errónea. Sin causarse problemas a sí mismos o a otros, pueden cantar el Divino Nombre.

Cultiven el amor por Dios. Esa es la verdadera devoción. Sin amor, no hay devoción. El amor es la base de todas las prácticas espirituales como la repetición del nombre (japa), las austeridades (tapa), las prácticas de Yoga, la meditación (dhyâna), y otras. Si carecen de amor, cualquier práctica espiritual es un ejercicio fútil. El amor es de la mayor importancia, tanto para la vida aquí como para la vida más allá. El amor es el requerimiento básico para todos, así sea uno una persona afligida (ârtha), un buscador de riquezas (artharti), un buscador de conocimiento (jijñasu) o un sabio (jñâni). El amor es el fundamento para un teísta así como para un ateo. Desarrollen tal sagrado amor. No critiquen ni ridiculicen a nadie. Denles felicidad a todos compartiendo su amor con ellos. Ésa es la verdadera práctica espiritual. Sigan este camino sencillo, experimenten la bienaventuranza y santifiquen sus vidas.

(Bhagavan concluyó Su discurso con el Bhajan, Hare Rama Hare Rama, Rama Rama Hare Hare …)

Tomado del Discurso de Bhagavan en el Salón Kulwant, Prashanti Nilayam el 24 de febrero de 2002. Publicado en la revista «Sanathana Sarathi», Marzo 2002.

Traduccion Arlette Meyer 
Revision Roberto Pinzón