Discursos dados por Sai Baba
{SB 21} (34 discursos 1988)
05. 16/01/88 Las cinco D
( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 21 cap. 5 )
Las cinco D
16 de Enero de 1988
El universo es en sí mismo una universidad, en la cual los seres humanos son estudiantes. Cada estudiante cursa una asignatura y obtiene un título. Cada uno elige la asignatura que le gusta. Sin embargo, cualesquiera sean los temas que se estudien, hay algo común a todos los estudiantes, una búsqueda y una meta similar:
obtener el título del amor Divino.
En la universidad cósmica, aunque hay estudios científicos, políticos, económicos, en todos ellos lo fundamental es el conocimiento espiritual. Incluso en el campo espiritual hay asignaturas especiales.
Por ejemplo, un grupo que puede denominarse las cinco D:
Dedicación, Devoción, Disciplina, Discernimiento y Determinación.
Aquellos que han dominado las cinco D están capacitados para recibir el amor de Dios.
La dedicación debería estar libre de ego y envidia Dedicación significa ofrenda. En cuanto Swami llegó, los maestros y los estudiantes le presentaron ofrendas de flores y lo saludaron.
La flor simboliza el corazón. Cuando ustedes ofrecen al Señor la flor de su corazón, deberá estar libre de las pestes del deseo, el odio, la envidia, la codicia, y demás. Sólo se ofrecen flores al Señor o a aquellos a quienes se venera. La flor del corazón puede infestarse a causa de dos criaturas malignas: una es Ahamkara (el engreimiento) y la otra es Asuya (la envidia). El engreimiento se basa en siete factores diferentes: la riqueza, la fuerza física, el nacimiento, la erudición, la belleza, el poder y la penitencia.
De ellos, la arrogancia nacida de la riqueza es la que más desprecio merece. Mientras predomine este Ahamkara (engreimiento), será imposible reconocer la Divinidad o la propia realidad espiritual.
El engreimiento es una gran barrera entre el individuo y Dios. Debe derribarse por completo.
El orgullo por la riqueza es otra debilidad humana, que causa la ruina del hombre. Todas las formas de orgullo —basadas en el nacimiento, la riqueza, el poder o la erudición— han de ser eliminadas totalmente. Sólo cuando el orgullo egoísta es ofrecido como un sacrificio en el altar de la Divinidad, el hombre puede descubrir su verdadera naturaleza. Esta es la Dedicación que se requiere como primer paso en el camino espiritual.
Luego viene la Devoción, que es la forma más elevada de amor.
“El servicio a Hrishikesa se conoce como Bhakti”, dice el Sutra.
Devoción significa “constante contemplación de Dios”. El término Bhakti deriva de la raíz Bhaj (adorar). Devoción implica la contemplación amorosa de Dios, la repetición de Su nombre, Su adoración y la penitencia por Él. El servicio al Señor es la expresión más elevada de la devoción. No hay nada que no se pueda alcanzar a través del servicio amoroso a la Divinidad.
Devoción no significa simplemente cantar bhajans y realizar pujas. Estas formas de devoción están basadas en algún tipo de interés y egoísmo personal. La verdadera devoción debería estar libre de cualquier clase de egoísmo. La devoción no es algo para proclamar o demostrar. La devoción exhibicionista puede conducir al desastre. La verdadera devoción debería ser una expresión de amor tanto interna como externa.
La disciplina debe mantenerse estrictamente Luego sigue la Disciplina, esencial para los estudiantes. En el momento en que se despiertan, tienen que realizar sus abluciones matinales, meditar en Dios y luego llevar a cabo los deberes prescritos de un modo ordenado, sin desviarse de la rutina. No es bueno cambiar la rutina diaria. No deberían levantarse un día a una hora, y al otro día, a otra. La actividad diaria debería estar regulada por el mismo horario. Inmediatamente después de haber terminado las tareas matinales, hay que dedicar al menos unos pocos minutos a la amorosa meditación en Dios, en la atmósfera calma y serena de la mañana. La condición humana está basada en la regulación y el autocontrol. Hay que cumplir esto estrictamente en la vida cotidiana.
Le sigue el Discernimiento. El mundo es una mezcla de lo bueno y lo malo, de la alegría y la tristeza, de lo correcto y lo incorrecto, de la victoria y la derrota. En un mundo repleto de tales opuestos, el hombre tiene que elegir constantemente entre lo apropiado y lo indeseable. No debe dejarse guiar por la mente. Tiene que seguir las directivas del Budhi (la inteligencia). Si le hacen caso a la mente, no podrán alcanzar a Madhava (la Divinidad).
Los estudiantes deben aprender a usar el discernimiento Los jóvenes, por su corta edad, tienden a seguir las inclinaciones de la mente. No se elevan al nivel de su inteligencia. Y entonces están sometidos a diversas agitaciones y frustraciones.
Por lo tanto, tienen que aprender a usar su poder de discernimiento.
“Yo soy un ser humano. Considerando mi condición, ¿cómo debo conducirme para recibir el respeto y la consideración de otros?”. Estas son las preguntas que cada estudiante debe formularse. Debe preguntarse, en cada ocasión, cuál es el curso de acción correcto y cuál es el que hay que evitar. Tiene que decidir qué hacer y adónde ir luego de la indagación correspondiente.
Si ha adquirido conocimientos, no debería comportarse como una persona iletrada e ignorante. Su conducta debería ser acorde con su erudición. La humildad es la señal de la verdadera educación. Sin humildad, la educación carecerá de lustre. El discernimiento es esencial para todos los estudiantes y todas las personas educadas.
La Determinación es la quinta D. Se parece a las riendas de un caballo. Cuando quieren lograr algo, deben mostrar determinación y persistencia para lograrlo gracias a un gran esfuerzo. No den lugar a dudas y vacilaciones. No hay nada en el mundo que no se pueda lograr con una determinación firme.
Comiencen con la Dedicación, terminen con la Determinación.
No tiene sentido depender únicamente del conocimiento que dan los libros o del simple ingenio intelectual. La fe firme en Dios debe ser la base de todo.
Hay una peste que afecta las hojas y las ramas de un árbol. Hay otra que destruye su raíz. Del mismo modo, un hipócrita es una peste humana que puede echar a perder a un buen hombre. El hipócrita no es simplemente un actor. Se muestra por fuera como un devoto, pero en realidad tiene mala intención. Lleva una doble vida. Es peligroso vincularse con esas personas. Muchos hombres buenos se han arruinado por relacionarse con simuladores.
El amor mundano y el Amor Divino Existen dos clases de amor: uno está relacionado con lo físico, y el otro, con lo Divino. Todos los temores e ilusiones que afligen al mundo, todo el caos y la violencia que prevalecen hoy, se deben principalmente a los apegos físicos. Ellos también son responsables de la mentira, la corrupción y otros males que imperan en la sociedad. El amor Divino no conoce diferencias entre los individuos y las naciones. Los apegos egoístas y el egoísmo constituyen la raíz de todas las dificultades y los conflictos humanos. El amor físico debe tener límites estrictos. Si la conciencia Divina no estuviera presente adentro, ¿de qué serviría el cuerpo? Sería tan inútil como una escuela sin maestros, una granja sin agua, un templo sin deidad.
Deben desarrollar Amor Divino. Tomen la decisión de esforzarse por alcanzar la meta que se han establecido. Sólo entonces la devoción y la disciplina darán frutos. No tiene sentido exhibir la propia devoción. La forma humana externa no tiene importancia. Deben ser humanos en sus acciones y sus sentimientos. Santifiquen sus vidas reformando su conducta y purificando sus pensamientos y acciones. Esa es la verdadera educación, que conducirá a la realización del Ser.
Discurso pronunciado en el Auditorio del Instituto, el 16 de enero de 1988.
El hombre es Divino, créanme; realmente está aquí en una misión sagrada, para un propósito d
ivino. Es un gran error considerarlo despreciable, débil o pecador.
Eso en sí mismo es un gran pecado. El hombre debe ganarse su derecho de nacimiento, es decir, Shanti.
Para él, Ashanti es un estado antinatural. Su verdadera naturaleza es Shanti. Para recuperar su herencia de Shanti, el hombre prueba diversos métodos: la acumulación de riquezas, el mantenimiento de la salud, el dominio del conocimiento y el cultivo de las artes, aunque estos no son fundamentales. Hay tres necesidades que aún permanecen insatisfechas después de haber probado todos estos métodos: la necesidad de realidad, de luz y de inmortalidad.
—Baba
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