Discursos dados por Sai Baba – 09. 02/04/84 Manifiesten su Divinidad

Discursos dados por Sai Baba

{SB 17} (31 discursos 1984)

09. 02/04/84 Manifiesten su Divinidad

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 17 cap. 9 )

Manifiesten su Divinidad

2 de Abril de 1984

Las personas educadas no parecen tener respeto por los valores morales. No sienten gratitud por los que los ayudaron en tiempos de necesidad. No tienen ninguna consideración por sus parientes y no vacilan en infligirles daños. Se reporta que estudiantes que han pasado por muchos años de educación superior se comportan de una manera inadecuada. Los jóvenes hombres y mujeres educados no se comportan como seres humanos cultivados después de pocos meses de vida matrimonial. Muchos llevan vidas miserables. ¿Cuál es el valor de una educación que no le permite a un hombre cumplir con su deber para con su esposa e hijos?

El primer requisito es la eliminación de las malas cualidades prevalecientes entre las personas educadas. Tienen que regresar al camino de la moralidad y conducta correcta. Muchas personas educadas no tienen temor al pecado ni amor por Dios. Aquellos que parecen ser píos y amantes de Dios no tienen cualidades genuinamente buenas y por sus posturas externas parecen estar intentando imponer hasta en lo Divino. Esta clase de comportamiento hipócrita está viciando la atmósfera en todas partes y promoviendo el desorden y la confusión. Cada quien debe, por tanto, dedicarse a librarse de los malos rasgos y a implantar cualidades divinas. El hombre debe tomar conciencia de la divinidad dentro de él. Para esto, el medio es el camino del amor.

Inicio de los Cuatro Yugas y su significación

De los cuatro Yugas – Krita, Treta, Dvâpara y Kali Yugas – estamos ahora en el Kali Yuga o la Edad del Hierro. Se dice que el Krita Yuga comenzó en el mes de Vaishâkha (abril-mayo del Calendario gregoriano). El Treta Yuga en el mes Kârttika (octubre-noviembre); y el Dvâpara Yuga en el mes de Mârgashîrsha (noviembre-diciembre) Los antiguos celebraban los días al comienzo de cada yuga de manera apropiada, con la debida ceremonia. Con el paso del tiempo y la declinación de las cualidades humanas, el sentido de estas observancias se ha olvidado y el día de Ugâdi llegó a ser celebrado sólo al comienzo de un nuevo año en el almanaque. Así que el comienzo del Kali Yuga, que era originalmente en el mes de mâgha (enero-febrero) llegó a ser conmemorado en el mes Chaitra, cuando el sol entra en el signo de Aries y marca el inicio de un nuevo año. El Ugâdi no se celebra como en tiempos antiguos. Ahora sólo tenemos días de año nuevo basados en la posición del sol o de la luna.

El nombre de este nuevo año es Raktâkshi. Este nombre es obviamente terrible. Raktâkshi significa ‘con ojos inyectados de sangre’. Es sólo cuando uno está lleno de odio, de codicia y de maldad que los ojos de uno se vuelven rojos. Pero es erróneo juzgar cualquier cosa sólo por el nombre. El nombre puede ser atractivo y dulce pero la persona puede ser bien diferente. Un hombre con el nombre de Dharmarâja (el rey de la rectitud) puede ser malvado de la cabeza a los pies. Una persona llamada Sundararâja (príncipe de gran belleza) puede ser repulsivo.

Raktakshi es un nombre terrible, pero el año es probable que resulte muy apacible. El gobernador de este año es Chandra (la deidad de la luna). Su ministro es Shukra. La luna y Shukra están bien dispuestos la una con el otro. Más que esto, Surya, el sol, quien es la deidad que preside a las cosechas, está colocado favorablemente. El sol o Sûrya es capaz de destruirlo todo y de crearlo todo. Este año, debido a la posición del sol, no habrá carencia de lluvias y habrá suficientes granos alimenticios.

Lleven una vida recta para purificar sus corazones

Sin embargo, mirando la escena mundial como un todo, hay temor de una posible guerra desastrosa, debido a conflictos entre países en diferentes partes del mundo. Es posible que la paz se vea afectada en algunas áreas, pero no hay motivo alguno para temer una crisis grave. No parece posible que este año haya alguna calamidad grande. Todas las personas santas deben esforzarse por promover el bienestar del mundo con sus oraciones y acciones.

Había un escultor famoso en Italia conocido como Miguel Ángel. Un amigo suyo lo encontró un día tallando un enorme trozo de roca. El amigo le dijo: “¿Por qué estás trabajando tanto con esta roca? ¿Por qué no vas a casa y descansas?” Miguel Ángel contestó: “Estoy tratando de liberar lo Divino que está en la roca. Deseo sacar de esta piedra sin vida la divinidad viviente que está engastada en ella”. Si ese escultor podía crear de un pedazo inanimado de piedra una imagen viviente de Dios, ¿no pueden los seres humanos, vibrantes de vida, manifestar la divinidad viviente que reside en ellos?

¿Cuál es la razón de esta incapacidad para realizar a la divinidad interna? Se debe a que no tomamos conciencia de la manchada cubierta en la cual está envuelta. Si nuestras ropas se ensucian, las cambiamos porque nos da pena salir con ropa sucia. Si nuestra casa está sucia, tratamos de limpiarla para que los visitantes no tengan una mala impresión. Pero cuando nuestras mentes y nuestros corazones están contaminados, no sentimos vergüenza. ¿No es extraño que estemos tan preocupados por la limpieza de nuestras ropas o de nuestros hogares, pero no por la pureza de nuestros corazones y mentes, lo cual afecta nuestra vida entera?

Para purificar nuestros corazones y mentes, lo primero que debemos hacer es llevar una vida correcta. Nuestras acciones deben estar basadas en la moralidad. El dedicarnos al abuso de otros o a infligir dolor sobre ellos no es una señal de naturaleza humana. La maldad que les hacemos a los demás finalmente nos regresa a nosotros. Los días auspiciosos como el Ugadi deben usarse para tomar resoluciones de cambiar nuestras maneras de vivir y purificar nuestro comportamiento abandonando todas las malas cualidades.

Discursos el día de Ugadi, Día del Año Nuevo telugú,

Prashanti Nilayam, 2 abril 1984

La fe en Dios en situaciones desesperadas

gana la victoria; la falta de ella trae la derrota

y la muerte.

Shri Sathya Sai