Discursos dados por Sai Baba – 11. 24/02/64 El papel del Pandith

Discursos dados por Sai Baba

{SB 04} (52 discursos 1964)

11. 24/02/64 El papel del Pandith

24 de Febrero de 1964

Rajahmundry

Las fuentes de la cultura india casi se han secado bajo la devoradora influencia de las culturas extranjeras, a las cuales los indios se están vendiendo rápidamente. Las instituciones que mantenían frondoso el árbol hindú se han debilitado, las leyes, las tradiciones y los rituales que mantenían vivas las facetas de esta cultura a los ojos de la gente se han atrofiado y desvanecido. Aquellos que tenían el deber social de recordar su herencia a las masas se han desanimado y se han vuelto mendicantes. El dharma establecido en los Vedas tiene que experimentarse para que sea apreciado; no es válido el solo hablar de él con lenguaje rimbombante. El uso de los Vedas no consiste en la mera recitación, aunque los recitadores hacen un valioso servicio al preservarlos en su forma y pronunciación correctas. Los Vedas derraman Ananda ( felicidad suprema ). La Madre Veda es la madre de la felicidad divina.

Los Vedas proporcionan la respuesta a la pregunta de preguntas: «¿Quién soy yo?». Todos ustedes deben saber que esta cuestión los preocupará tarde o temprano, y cada cual debe encontrar la respuesta. Los sentidos, cada uno especializado en un pequeño campo de conocimiento, son incapaces de vislumbrar la solución; ni siquiera son muy adecuados en su propio campo: hay sonidos que el oído no percibe, hay colores que el ojo no puede ver ni interpretar, hay sabores que la lengua no puede detectar. En otras palabras, los sentidos son instrumentos imperfectos para el estudio del mundo externo; ¿cómo pueden servir para enseñarnos acerca del mundo intangible, invisible e interno del Ser? Sólo la visión vedántica puede revelarles lo más pequeño de lo pequeño, lo más grande de lo grande.

Cuando tienen la vista no se dan cuenta de su valor; la toman simplemente como algo natural. Solamente cuando la pierden o cuando disminuye su potencia corren al oculista. Cuando la visión vedántica de la India se nubló, Shankaracharya le devolvió la fuerza original y así salvó al país. Si no lo hubiera hecho, créanme, la India se habría convertido en otra China.

Cuando perforan el suelo e instalan una tubería para sacar agua, cuidan de que no penetren ni el agua ni el aire en la tubería, ya que impedirían la creación de vacío que se necesita. Así también, para tener éxito en sus esfuerzos por descubrir la verdad de su ser interno, deben tener cuidado de que el ser externo no se interponga y perjudique la concentración. Hay que evitar que los pensamientos del mundo externo invadan la mente. Los sentidos son obstáculos en esta búsqueda.

Uno de los trucos peligrosos de los tiempos modernos, que está engañando a un gran número de personas, es la afirmación que hacen muchos de que han sido enviados para restablecer el Dharma ( camino espiritual ). Cada uno lo está haciendo a su propio estilo y de acuerdo con su destreza e idiosincrasia. Cuando un puente se daña, ningún peatón, por eminente que sea, puede empezar a repararlo; ni los entusiastas pueblerinos de los alrededores pueden hacerlo siguiendo sus propias ideas acerca de la construcción de puentes. La misma autoridad que planificó y construyó la carretera y el puente debe ir y repararlo. El Dharma es la carretera para el progreso individual y social en este mundo y, a través de él, hacia el siguiente. Es eterno, básico, fundamental. Los principios del Dharma no pueden ser alterados para adecuarlos a caprichos personales o problemas apremiantes que puedan parecer formidables a los ojos de algún individuo o grupo. Es como la madre, que debe ser aceptada, y no como la esposa, que puede ser rechazada.

Varanasi Subrahmanya Shastri habló del Dharma como se expone en el Mahabharata. Se trata de un soporte que puede sostener a cualquier corazón desanimado. Si pueden inquirir profundamente y razonar sin temor, podrán apreciar el punto de vista indio de que, en vez de buscar un nivel inferior de felicidad dando rienda suelta a los sentidos, se puede lograr una felicidad duradera ( Ananda ) adiestrando a la mente para mantener fijos los ojos en lo cósmico, lo universal, en el Señor —como se le llama cuando se le impone un nombre y una forma para guardarlo en la conciencia—. ¿Por qué el hombre recibe Ananda cuando contempla lo cósmico, lo universal? Porque él mismo es lo cósmico, lo universal. Es el tuam (tú) llamando al Tat (Eso), el Tat respondiendo a la voz afín del tuam.

El hombre es básica, esencial y plenamente inmortal; es la personificación de la inmortalidad; sin embargo, tiene miedo de morir. Él es la encarnación de Ananda y sin embargo llora y es miserable; es la encarnación de la paz y sin embargo en todo momento está sobrecogido por la ansiedad. Este absurdo autoengaño es la raíz de la tragedia que sufre el mundo hoy en día. La verdad debe ser remachada tanto en la conciencia de los gurús como en la de los discípulos, dondequiera que se encuentren, en este país o en cualquier otro.

Muchos gurús no instruyen a las personas que los oyen en la doctrina del valor, no educan a aquellos que los siguen en la disciplina del conocimiento del Atma pues ellos mismos no están bien establecidos en dicho conocimiento. Intensifican el egoísmo de los discípulos y devotos y precipitan su caída en vez de evitarla. También los discípulos piden resultados rápidos y cursos cortos y cada vez menos austeridades. Ante esto, los gurús se ven en la necesidad de reducir el rigor del sadhana ( práctica espiritual ), comportándose así como subordinados de los propios discípulos; dejan pasar más de una transgresión moral y muy a menudo participan en los planes e intrigas que son la rutina diaria de los devotos. ¡Es una triste situación! Un pueblo destinado a la gloria, al papel de guía de la humanidad, se retuerce ahora en la oscuridad buscando alegría duradera en el alimento, el abrigo, el vestido y el entretenimiento trivial.

Un magnate de Occidente, el señor Kilman, vino a Puttaparti y durante una discusión sobre varios problemas espirituales me preguntó: «¿Por qué construir templos si lo que necesitamos son pozos, represas, hospitales y fábricas?». Yo le contesté que fuera a preguntarles a los bien alimentados y bien acomodados si estaban felices, si tenían calma interna. El Atma es la única fuente de fortaleza interna, es la fuente de la felicidad, una felicidad inmune a los reveses o las victorias.

Pueden preguntar: «¿Cómo sabes tú, o, más bien, cómo podemos nosotros saber que existe una entidad llamada Atma?». Bien. ¿Cómo saben que hoy es el día 24 de febrero? El Sol no se levantó hoy después de un anuncio de los cielos de que es el día 24 del mes así llamado. Algunas personas que ustedes están inclinados a seguir o alguna autoridad que respetan dijo que hoy era 24 de febrero, eso es todo. Aceptaron su palabra y se alegraron de que su aceptación hiciera las cosas más suaves para ustedes. Similarmente, cuando los Vedas y los Shastras declaran que ustedes son el Atma, en vez de confundirse y creer que son el cuerpo denso, acéptenlo y encuentren en ello una gran fuente de paz, de fortaleza y de alegría. Construyan su vida sobre la base de esa fe y paso a paso la verdad les será revelada en su propia e inequívoca experiencia.

El Señor declara en el Gita: «Mama maya» (mi maya), o sea que este mundo relativo es su obra, su lila, su milagro creado como un campo de adiestramiento, una inspiración para aquellos que desean verlo a él, la fuente y la sustancia de todo esto. «Este mundo objetivo es mi juego», dice él. Partiendo de maya deben interesarse por el Autor, el Maestro, el Señor. Una vez que vean al mundo como el campo de su actividad, el escenario de su juego, entonces ya no podrán descarriarse, ya no se dejarán engañar por ningún truco de la obra o efecto de escena, ya no se distraerán, no se dejarán convencer de que el drama es real. Será válido solamente mientras dure y se encuentren ustedes en él.

Consideren el sustento como más real que lo sosteni
do; al Señor como más real que el mundo. Ésta es la lección básica del pensamiento hindú. Entre todos los principios del Vedanta, éste es una perla. El mundo es como es espejismo; no se origina de lluvia alguna ni llega a ningún lago o mar. No estaba allí antes de que brillara el Sol, no lo estará cuando caiga la noche. Es sólo un fenómeno intermedio y es mejor dejarlo tranquilo.

La Academia de Sabios Védicos de Prashanti (Prashanti Vidwanmahasabha) ha sido fundada con el fin de dar a cada alma sedienta un vaso de tranquilidad y fortaleza del pozo de los Vedas y de los Shastras, para llevar las aguas de la felicidad a cada área reseca. El Shastri Ghandikota Subrahmanya leyó algunos versos que escribió para mí. Estos pandits no están conmigo para alabarme y tampoco hay necesidad de que me alaben a mí o yo a ellos. No tengo ninguna otra tarea que llevarlos por el camino de la bienaventuranza, ni siento ningún apego especial por la Academia al haberla establecido. Todos los individuos que hacen este trabajo acorde con su capacidad y medios me son apreciados. No les pido que cultiven fe en mí ni que me adoren: quiero solamente que cultiven la fe en sí mismos y que adoren al Señor que los está utilizando como instrumento.

Descubran que su núcleo esencial es el Atma. No tengo necesidad de buscar fama mediante estas reuniones o asociaciones. No es que sea erróneo lo afirmado por Ghandikota Subrahmanya, pero sé que algunos de los presentes, cuando él estaba leyendo su poema, pensaron que tanto él como los demás pandits estaban aquí sólo para ensalzarme. Dejen que yo se lo diga: no me gustan las demostraciones y espectáculos; van en contra de mi propia naturaleza y plan.

Después de oír a estos pandits durante tres días, mañana y noche, no se vayan a su casa sin haberse enriquecido; que no suceda la historia de «fui, me senté, vi, oí y me vine». Esto sólo lo hacen los tontos. Hagan suya la enseñanza practicándola; hagan que el significado de la misma circule por sus venas y reanimen su esfuerzo decidido. Hay personas débiles de voluntad que se dejan llevar de un lado a otro por los demás. Cuando ven a alguien venir a Puttaparti ellas también vienen; si ven que alguien no viene, ellas tampoco lo hacen. ¿Por qué dejarse llevar por los caprichos de los demás y perder así la oportunidad que quizá no volverá a presentarse jamás?

Yo, claro está, los amo a todos: los que vienen a mí y los que permanecen alejados; los que alaban y los que censuran, pues nadie está fuera de mi amor.

Levanten su palma derecha y pónganla verticalmente delante de ustedes. Observen cómo el dedo pulgar apunta hacia ustedes y está alejado de los demás. Ése simboliza al Paramatma que está apartado e inafectado. El dedo índice representa al individuo (jivi) apegado a los tres gunas, el triple complejo del mundo objetivo; trata de mezclarse con esto y con lo otro, de notar esto y señalar aquello, está siempre ocupado en identificar a los objetos y, así, obtiene solamente la compañía de los gunas; pero por una vez hagan que se acerque al Paramatma, que logre la unión con él; entonces perderá el contacto con los gunas ( bondad, pasión, ignorancia ) y, junto con el pulgar, formará Chinmudra, el signo de la plena conciencia.

Los bendigo para que su atención y actividad estén siempre enfocadas en el Atma. Ése es el propósito para el cual se ha fundado la Academia de Sabios de Prashanti.