Discursos dados por Sai Baba – 16. 02/08/86 Cercano y Querido

Discursos dados por Sai Baba

{SB 19} (30 discursos 1986)

16. 02/08/86 Cercano y Querido

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 16 )

Cercano y Querido

2 de Agosto de 1986

El Señor le ha revelado a Arjuna y, por este medio, a toda la humanidad, que Él se complace con la devoción ofrecida por los aspirantes a la gracia. “El hombre así dedicado me es muy querido” (“Bhaktimân me priyo narah”, Gita XII-19), declaró. El devoto ofrece oraciones, adoración y sus pensamientos, palabras y actos a Dios, a quien viste de una forma y nombre y atributos como amor, compasión, sabiduría y poder. La mayoría de los devotos le piden salud, riqueza, poder y fama, que son todos bienes triviales que dan placer momentáneo. La gracia Divina puede conferir el más precioso don de Su amor. El hombre puede afirmar, con el orgullo de un logro, que él ama a Dios. Esto sólo lo lleva a la mitad del camino. No gana mucho con ello. ¿Responde Dios con “un hombre así me es muy querido” (me priyo narah)? Sólo entonces puede el hombre reclamar haber obtenido la gracia.

¿Cómo puede el hombre volverse “querido” para Dios? El Gita enfatiza dos condiciones: él debe estar siempre contento (samtushtah satatam) y con firme resolución (dhridha nishchayah). Ha de estar siempre contento y alegre, sin importarle las cambiantes olas de la fortuna. No ha de tratarse de una pose, una fase pasajera, una exhibición artificial y superficial. El prefijo sam indica que el contento (tushti) debe estar bien enraizado en el corazón y manifestarse en y a través de cada pensamiento y acto. La otra palabra para contento es tripti; la forma omnipenetrante incambiable de tripti también es denotada por el prefijo sam, lo que la cambia en samtripti.

La ecuanimidad es la señal del contento El contento (samtushti) llena el corazón de deleite divino. Marca una etapa de desapego del mundo, pues el mundo hace que uno vaya de un dolor a un placer y viceversa. El devoto, por lo tanto, debe desistir de los intentos por obtener alegría o evitar el dolor; tiene que permanecer imperturbable ante los altibajos. El éxito no debe alimentar su ego, ni debe el fracaso hacerlo caer en el abatimiento. Los honores no deben hacerle perder la cabeza, ni el deshonor afligirlo.

La ecuanimidad, la serenidad, éstas son las señales de samtushti.

El devoto acepta agradecido lo que le suceda o le es dado por la Voluntad Divina, a la cual él ha entregado su propia voluntad.

La firme resolución (dhridha nishchayam) es el otro requisito.

Desde luego, todos los hombres poseen esta cualidad; es un bien que asegura la supervivencia y permite conseguir popularidad y preeminencia. Aquellos que escalan los picos de los Himalayas derivan el valor tenaz que los sostiene, de la firmeza de su resolución de no retroceder. Otros exhiben su heroísmo cruzando solos tumultuosos océanos. Otros más resuelven explorar temibles junglas.

¡Se utiliza firmeza de resolución, valentía y destreza hasta para torturar despiadadamente a otros para robarles sus riquezas! Ignorando su Divinidad interna y desechando su humanidad, algunas personas descienden a niveles demoníacos y se vuelven fanáticamente crueles. Debemos concluir que la firme resolución puede servir para buenos así como para malvados propósitos.

Valmiki, cuando era Ratnakara, solía usar su valor y su intrepidez de maneras viciosas y malvadas. El contacto con los Siete Sabios y sus enseñanzas lo hizo dirigir esas mismas cualidades hacia Rama. Él fue transformdo tan completamente que llegó a ser el autor del Ramayana.

La Forma y Lo Sin Forma Los textos sobre devoción se explayan sobre la adoración del Dios personal e impersonal o del Dios Con Forma y del Dios Sin Forma. Este problema también es considerado y resuelto en el Bhagavad Gita. Mientras el hombre esté afligido por la ilusión de que él es el cuerpo que lo contiene y se sienta apegado y atraído a él, no puede concebir la entidad abstracta, impersonal y sin forma.

Ni puede el hombre quedarse sin interrupción en la contemplación de lo personal como la base última. Necesita de ambos, Lo Con Forma y Lo Sin Forma. Son como las dos alas del pájaro, las dos ruedas de la carreta y las dos piernas del ser humano. Ambos son valiosos y válidos para el devoto buscador, aunque lo personal o con forma no es tan duradero como lo impersonal o sin forma.

Ahora, alrededor de mil personas están conmigo en este templo (mandir). Cuando regresen a sus hogares y recuerden esta experiencia, pueden reconstruir esta situación, este Prashanti Nilayam, a Swami y a los miles de personas que aquí están.

Puesto que esta experiencia fue tenida en el estado de vigilia, la pueden recordar en la región sutil de su conciencia, el chitta akasha, siempre y dondequiera que lo deseen.

Identifiquen lo Concreto con lo Abstracto A fin de hacer que un niño comprenda que la palabra “silla” representa ese mueble, deben dibujar la imagen de una silla y escribir las letras debajo. Una vez que ha aprendido a identificar lo concreto, la forma temporal, la silla (kshara) con lo sin forma eterno, la palabra (akshara), la imagen es eliminada, pero queda la palabra. La palabra, de allí en adelante, representa la cosa, la cosa concreta material visible. Si no existiera la silla, la palabra silla no podría haber emergido. La palabra Dios emergió para indicar una entidad que había sido experimentada. Una “nada”, “un ser no existente”, no necesita ningún nombre. El nombre es evidencia de la cosa. La palabra Dios es evidencia del Fenómeno Divino.

Se podrá objetar que palabras como “flores en el cielo” o “castillos en el aire” no denotan ninguna realidad concreta tangible. Pero éstas no son palabras, sino artificiales sartas de palabras. Consideren otro ejemplo de Lo Con Forma y Lo Sin Forma. Tomemos este almohadón.

Pueden describirlo como algodón encerrado en una bolsa de tela. Yo digo que la tela es también algodón. El algodón informe se ha vuelto hilo y, trabajando el hilo como trama y urdimbre, la tela fue transformada en la bolsa y luego, en almohadón.

De la forma a lo Sin Forma, de lo Sin Forma a la forma, ambos procesos son posibles y progresivos. El Dios personal es una expresión, un símbolo, una representación del Dios impersonal. Lo Impersonal se “apersona” y asume formas y atributos. Ésta es la naturaleza misma de lo Divino.

El devoto no debe agitarse mucho con tales controversias promovidas por las personas que no tienen ninguna experiencia intuitiva.

Debe estar libre de ansiedad, temor, orgullo y envidia. Él tiene cuatro enemigos resueltos a arruinarlo: la ira, la envidia, el odio y la horda de deseos. Debe considerar lo alto y lo bajo como roles en el juego de lo Divino. Cuando insulta o daña o rechaza a cualquiera, él está, de hecho, insultando, dañando o rechazando al Dios que adora. No puede recoger la cosecha de la gracia o de la bienaventuranza del Atma si siembra ardor espiritual en un corazón lleno de las malas hierbas de la codicia y el odio. La prescripción moral básica para el devoto que aspira a estar cercano y ser querido por el Avatar es “Adorar a Dios y ofrecerle amor en cada ser viviente”.

Discurso en Prashanti Nilayam, el 2-8-1986.

Las actitudes de tolerancia y reverencia pueden ser cultivadas sólo en el camino espiritual. Es el único sendero para lograr la paz y la armonía en este mundo de incesante esfuerzo e inacabable aflicción.

—BABA