Discursos dados por Sai Baba – 16. 29/03/68 La llave perdida

Discursos dados por Sai Baba

{SB 08} (44 de 45 discursos 1968)

16. 29/03/68 La llave perdida

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 06 cap. 42 )

La llave perdida

29 de Marzo de 1968

Prashanti NilayAm

Venkatagiri

ESTÁN REUNIDOS AQUí por miles, deseosos de tomar parte en este festivo banquete de discursos espirituales. Es la mejor y más provechosa manera de celebrar la llegada del año nuevo.

El tigre se queda al acecho en un matorral cercano al sendero de la jungla, salta sobre su presa y la arrastra a su cubil; así también la muerte acecha al hombre, lo sigue con sus patas silenciosas y, cuando llega la hora, salta y corta el hilo de la vida. Las flores se marchitan, las frutas se pudren, los árboles se secan. La vida no es sino un intervalo entre el nacimiento y la muerte, una procesión hacia la tumba que empieza en el momento mismo del nacimiento.

Tengan a Dios como su lámpara y podrán pasar por la vida seguros. Tengan el nombré de Dios en la lengua; ¡él está atado al nombre por la forma! Resuelvan este mismo día adoptar la práctica de la recordación del nombre, del nombre de Rama, pues Rama significa Aquel que es Bienaventurado, Aquel que confiere Bienaventuranza. Lean el Adhyatma Ramayana, el Ramayana o historia de Rama que enfatiza el significado espiritual de la epopeya.

Todo ese gran poema épico gira alrededor de dos mujeres y de dos pasiones: Mantara, que representa a la cólera, el resentimiento, la venganza, y Shurpanaka, que representa a la pasión lujuriosa. Mantara conspiró para enviar a Rama al exilio y Shurpanaka causó el rapto de Sita y, como consecuencia, la destrucción de los Rakshasas. Las dos mujeres son personajes insignificantes en la historia, pero los papeles que juegan son clave, pues ellas iniciaron largos episodios de dolor y aflicción a causa de las pasiones que representaban. La ira y la lujuria son más destructivas que las bombas, pero si ustedes instalan a Rama en sus corazones, ¡se esfuman!

Reciban estas epopeyas como reciben una buena medicina; pueden curar las arraigadas enfermedades de la mente. Acepten los mantras como medicinas para curar los caprichos y los temores de la mente y las incapacidades de los sentidos internos, los defectos de la conciencia interna; ellos aclaran su visión y los hacen fuertes y firmes en el camino hacia Dios.

La gracia de Dios es como el,chaparrón, como la luz del sol. Deben hacer algunas prácticas para adquirirla; la de mantener boca arriba la vasija para que reciba la lluvia, la de abrir la puerta de su corazón para que el sol pueda iluminarlo. Como la música que se difunde por la radio, la gracia está alrededor de ustedes, pero deben encender su receptor y sintonizar la misma longitud de onda para que puedan escucharla y disfrutar de ella. Pidan la gracia, pero hagan por lo menos esta pequeña práctica. La gracia lo ajustará todó correctamente. Su principal consecuencia es la autorrealización. Pero hay otros beneficios derivados también, como una vida feliz aquí en la tierra, y un carácter valeroso y controlado, establecido en una ecuanimidad inconmovible. El principal beneficio que se obtiene de una joya es la alegría personal, pero cuando uno acaba con su última moneda, se puede vender y empezar la vida de nuevo! Ésa es una ventaja adicional. La mata de plátanos tiene como don principal el racimo de frutas, pero las hojas, el blando tronco, el botón, son cosas subsidiarias a las que también puede darse buen uso. Ésta es la naturaleza de la gracia. Llena una variedad de necesidades.

Si no tienen fe en Dios, no pueden estimar el poder y el valor de la gracia. Si descartan a Rama y a Krishna, ellos no pueden servirles en su hora de necesidad; no se apegan a Sai Baba y por esto no reciben su gracia. Si empiezan con cinismo y dudas y tratan de criticar y descubrir faltas, el resultado será una ignorancia y una confusión mayores. Los pensamientos profanos nublan la mente con fétidas emanaciones. ¿Cómo puede venir la claridad a la visión entonces? Un niño pastor recogió un gran diamante del suelo; pensó que era un trozo de vidrio y lo amarró en el cuello de una oveja. Ése no era su lugar. El hombre ha estado ignorando su propia preciosidad, su propia divinidad. Se está reduciendo a la posición de un trozo de vidrio, y está colgando del cuello de una oveja. Se queda apegado a un lugar al que no pertenece.

El país también está participando de esta devaluación. Bharat, la India, ha sido considerada durante mucho tiempo como preceptora de la humanidad, la maestra de todas las naciones que buscan la felicidad eterna. Hoy está olvidando su verdadero papel y llega a las puertas de esas naciones con la cabeza gacha y con la mano extendida pidiendo limosnas. La sentencia védica «Reverencien a su madre como a Dios» es ignorada en cada hogar; como resultado, la madre patria no está bendiciendo a sus hijos con abundancia y paz. Reverencien a sus padres, reverencien a sus maestros, ése es el precepto de la Sabiduría Eterna (Sanathana Dharma). Los hermanos deben ser tratados con el afecto que se les debe a los hermanos; el destino de aquellos que odian a sus hermanos será la destrucción total; ésta es la lección que se enseña en la antigua epopeya, el Mahabharata, reverenciado por millones como el quinto Veda.

Hubo una vez un gurú que les devolvió a sus discípulos las frutas que ellos le habían ofrecido, ordenándoles: «Tome cada uno la que más le guste». Un alumno no tomó ninguna fruta y se quedó sentado en un rincón, despreocupado. El gurú le preguntó: «¿Cuál te gusta más?» Él respondió: «Yo mismo». Ésa es la actitud apropiada; si se aman más, harán todo para sí mismos. Conózcanse a sí mismos clara y verdaderamente, respétense profundamente, sean los mejores, hagan el mejor uso de sus talentos y destrezas y guíense ustedes mismos hacia una paz y felicidad duraderas. Confíen en el Shiva en ustedes, no en el shava (cadáver) que el cuerpo es sin él. Con cada aliento, inhalen su gloria y exhalen todo lo que la reduce. Saturen su pensamiento, palabra y acción de divinidad. Entonces podrán vencer a la muerte y volverse inmortales. Reciten el nombre de Shiva y sálvense. Ustedes son, en verdad, personificaciones de la verdad, la bondad y la belleza, pero han extraviado la llave que les puede ayudar a aprovechar esas fuentes. Esa llave está en el reino de su conciencia interna; pero, como la vieja que había perdido una aguja en su choza oscura y la buscaba debajo del farol de la calle (porque, como decía ella, había luz debajo de él), el hombre la está buscando en la región de los objetos materiales, en el mundo externo.

Es para persuadirlos de que se dediquen a la recordación del Nombre por lo que yo termino mis discursos con algunos cantos que recuerdan los nombres de Dios. Un maestro tiene que escribir en la pizarra A, B, C y pronunciar estas letras a fin de enseñárselas a los niños. Cuando lo encuentran haciéndolo, no infieren que él mismo está aprendiendo el alfabeto, ¿no es así? Por lo tanto, no se sorprendan si yo canto bhajans; sólo los estoy iniciando en esta muy eficaz práctica espiritual. Fortalézcanse, purifíquense, edúquense por medio de este cantar de bhajans. Háganlo en voz alta y en compañía. Hagan que aquellos que se unan escuchen y beban también el néctar del Nombre. Éste es el mensaje de Año Nuevo que les doy este día.

Los bendigo para que el año nuevo los provea de devoción y de dulces experiencias espirituales: Hoy termina el año Plavanga (nombre del cuadragésimo primer año del ciclo de Júpiter) y se inicia el año Kilaka (nombre del cuadragésimo segundo año). ¡Cuán a menudo en la historia del hombre ha sucedido esto! El ciclo del tiempo ha visto esos hechos un sinnúmero de veces hasta ahora. No dejen pasar esta oportunidad. Kilaka significa un soporte principal, pilar, columna. Hoy, la tarea de ustedes es descubir la única columna que sostiene todo éxito espiritual. Voy a decirles qué es: es el amar, adorar, servir al Señor Todopoderoso q
ue reside en cada ser humano; y por medio de este amor, adoración y servicio, alcanzarlo. Ésa es la más alta de las prácticas espirituales. Sirvan al hombre como a Dios. Den alimento a los hambrientos, alimento que sea el don de la diosa naturaleza, Annapurna; denlo con amor y humildad. Denlo endulzado con el nombre del Señor.

Las esferas celestiales están girando y desintegrándose; el tiempo es fugaz, una era sucede a otra, los cuerpos que han nacido, crecen y mueren, pero el impulso de santificar la vida con buenas obras y buenos pensamientos no es evidente en ninguna parte, la fragancia de un sincera práctica espiritual no se percibe por ningún lado. Por medio del proceso del renunciamiento, se pueden lograr grandes cosas. Cultiven el desprendimiento y el Señor se apegará a ustedes. El pasado es irrecuperable; aquellos días se fueron; pero el mañana se está acercando a ustedes. Resuelvan santificarlo con amor, servicio y disciplina espiritual.

Venkatagiri

Día de Año Nuevo