Discursos dados por Sai Baba – 19. 25/07/83 La comida y el carácter

Discursos dados por Sai Baba

{SB 16} (32 discursos 1983)

19. 25/07/83 La comida y el carácter

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 16 cap. 19 )

La comida y el carácter

25 de Julio de 1983

Todos los hombres en todas partes pertenecen a una misma especie. Sin embargo, el hombre odia al hombre; una religión se opone a otra, una raza se siente superior a otra; un país evita el contacto con otro país. ¿Cómo surgen estos conflictos? Cuando se indaga en esta cuestión a profundidad, la respuesta se vuelve clara.

Todo lo que existe en la creación posee cinco propiedades. Las primeras tres son sat, chit y ananda (ser, conciencia y bienaventuranza) y las dos últimas son rupa y nama (forma y nombre), que le son prestadas a la cosa de manera temporal; éstas están sujetas a modificación, pero las tres primeras ?ser, conciencia y bienaventuranza? son características inherentes e inmutables. En el lenguaje del Vedanta estas tres se llaman asthi, bhathi y priya (existencia, brillo o expresión y amor). Son las cualidades innatas de toda manifestación de la Divinidad. La última de las tres (priya) es ananda (bienaventuranza divina). Todo ser humano es una encarnación, un depósito y un vehículo de ananda.

La conciencia de este ananda es la meta del hombre, la consumación de la vida humana; pero el hombre busca el placer y la felicidad en los objetos por medio de los sentidos y logra el bajo ananda material, no el supremo que debe ganar. Hay que decir que el ananda ganado mediante el mundo objetivo o subjetivo es solamente una expresión fragmentaria del ananda que concede la fusión con Brahman (la Realidad suprema). Hablamos del agua caliente, aunque el calor no es una cualidad del agua; el fuego se la da. Siendo así, también el ananda objetivo o subjetivo se gana mediante la gracia de Brahmananda (suprema bienaventuranza divina).

La comida determina las emociones y las pasiones

El hombre se enorgullece por ganar ananda gracias a su esfuerzo. El azúcar es lo que convierte en un dulce a los blandos glóbulos de harina. La gracia de la base de todo ser puede conferir dulzura o ananda. Las estrellas se enorgullecen por la luz que arrojan en un mundo oscuro, pero la brillante luna hace que sea demasiado débil para ser notada. También el orgullo de la luna es humillado cuando el sol ilumina el cielo. Brahma ananda es el sol. Esto no significa que se deba ignorar la luz de las estrellas y de la luna, o vishaya ananda y vidhya ananda, el ananda derivado de la naturaleza y de la experiencia del conocimiento espiritual. Son pasos, etapas, muestras. Valorándolas en cuanto tal, se debe buscar incansablemente la meta de Brahma ananda.

¿Cómo, entonces, se puede obtener esta conciencia, este ananda? ¿Qué sadhana hay que adoptar? Si todos los hombres están igualmente sujetos al nacimiento, la vida y la muerte, si todos son de la misma especie, ¿por qué permiten que el ananda, que es el derecho de cada uno, se pierda con odios y conflictos? ¿Por qué prevalece en el hombre el demonio y no la Divinidad? La respuesta ha eluido al hombre a lo largo de las edades.

Pues bien: la causa es el ego. El pequeño ser limitado, el ego, es la raíz del mal. Profundizando un poco más, diría que la naturaleza de la comida es responsablemente fundamental. El alimento es de tres calidades: sátvico, rajásico o tamásico (que conduce a la pureza, a la pasión y a la inercia, respectivamente). Algunos consumen alimentos sátvico rajásicos o tamásico rajásicos, o alternan uno y otro tipo. Puesto que la comida mitiga o despierta, evita o fomenta las emociones y las pasiones, ella moldea el comportamiento, la conducta y las actitudes del hombre.

Sean cuidadosos con la comida que consumen

Ravana y Vibhishana, hermanos nacidos de los mismos padres, tenían naturalezas diametralmente opuestas a causa de los alimentos con los que crecieron. Ravana gustaba de la comida rajásica, mientras que Vibhishana era afecto a la sátvica. Es difícil compartir el modo de sentir cuando se prefieren alimentos de cualidades distintas, pero cuando dos viven de la comida rajásica, aunque puedan ser de la misma naturaleza, la amistad no puede ser duradera, los celos y el odio pronto rompen los vínculos. La naturaleza sátvica libera al hombre de estos males y purifica su mente, preparándolo para el viaje hacia Dios, pues Dios es satva (puro).

Donde el ego predomina, muchos resbalan de la naturaleza sátvica a la rajásica. También se alejan de Dios, pues él no puede residir donde el ego se engríe con ostentación y orgullo. Se puede alegar otras razones para haberse separado de Dios, pero la falla reside sólo en ellos.

¿Qué es exactamente la comida sátvica? La comida que confiere ananda al cuerpo, la mente y el corazón es sátvica; es aquella que sostiene una vida piadosa; es aquella que la mantiene a uno ligero, aun al final de la comida. A los individuos sátvicos los satisface una comida al día; la naturaleza rajásica demanda alimentación continua con ingredientes calientes, ácidos, salados y picantes; los tamásicos aprecian la comida fría, rancia y áspera. Los componentes densos del alimento consumido se eliminan; los menos densos construyen los músculos y los huesos; los componentes sutiles constituyen los nervios y la mente. En consecuencia, los aspirantes espirituales tienen que ser extremadamente cuidadosos con la calidad de la comida que consumen.

Cúbranse de cualidades divinas para acercarse a Dios

La comida fuerte y picante aviva los sentimientos belicosos en el hombre, así como la agresión y la venganza en contra de ellos que se le oponen, le disgustan o están en desacuerdo con él. Tales individuos son peores que escorpiones y víboras, espadas o sierras. Resulta trágico que surjan conflictos facciosos entre personas que se proclaman devotas de Dios. Con frecuencia tales individuos se comportan como si desacralizaran a Dios abandonándolo. Si sus deseos no se cumplen cuando y como surgen, cuando sus fallas y fracasos les son mostrados para prevenirlos o se les indica que depongan los errores que los fascinan, se alejan de Dios en un rapto de ira. Hay dos tipos de hombres: los amaras (devotos y piadosos) y los asuras (demoniacos). Las personas rajásicas son asuras. El Gita nos indica que adoptemos, como primer sadhana, la regla “Adhveshta sarva bhuthanam” (no odies a ni un solo ser). Para acercarse a Dios el individuo debe cubrirse con cualidades divinas. Si odiar a un semejante es pecaminoso, ¿qué decir acerca del odio a Dios? Vivan en amor de Dios: sthiti mathi bhakti (estabilidad, conciencia, comunión). La devoción surge en la mente constante, no en la agitada y variable. Alá derrama su gracia solamente en aquellos que se le entregan por entero. La purificación de los sentidos de percepción y de acción, de la mente y el intelecto, así como la sublimación de la conciencia del ego, en forma espontánea una vez que se fortalezca la actitud de entrega total. Lo que consumimos a través de la boca es comida; también consumimos por los ojos, los oídos, la nariz y la piel. Ese alimento también tiene que ser sátvico y puro en vez de picante, rancio y podrido.

Prashanti Nilayam, 25-7-83.