Discursos dados por Sai Baba – 21. 29/07/88 Tres en Uno

Discursos dados por Sai Baba

{SB 21} (34 discursos 1988)

21. 29/07/88 Tres en Uno

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 21 cap. 21 )

Tres en Uno

29 de Julio de 1988

El principal deber del hombre es hacer que la corriente del Amor Divino fluya por el mundo.

No es con el fin de vivir para sí mismo que cada hombre ha nacido; sólo si alberga el noble pensamiento de que tiene que servir a la sociedad, el hombre se ennoblecerá a sí mismo y alcanzará la satisfacción con él mismo.

¿De qué sirve el nacimiento humano si no pueden librarse de sentimientos limitados y tomar la decisión de servir a toda la humanidad?

¿Qué mensaje más grande puede dar el Gurú?

¡Encarnaciones del Amor Divino! Hoy el hombre olvida su Divinidad inherente y eterna y cree que la vida sólo es para dedicarse a objetivos egoístas. Lo que debería manifestarse en la vida del hombre es esta Divinidad.

La creación es la proyección de la Voluntad Divina. Recibe el nombre de Prakriti (Naturaleza). En cada objeto que emana de la Naturaleza, existe y debe existir el principio Divino. El hombre ha evolucionado para proclamar esta inmanencia de la Divinidad.

La conciencia en la Naturaleza no carece de propósito. Cuando está llena de ego, se deforma. Cuando está dirigida hacia el Atma, se vuelve Divina. ¿A qué debe dedicarse esta conciencia? No a objetivos egoístas, sino a la Divinidad. No obstante, hoy el hombre está tan atrapado en búsquedas egoístas que se ha rebajado al nivel de los animales y muestra características demoníacas. A cada paso viola el Dharma (la Rectitud). Cada uno de sus deseos se convierte en codicia. La generosidad está declinando. La visión del hombre ha perdido la luz del amor. La verdad ha desaparecido de sus palabras. La espiritualidad se ha vuelto una forma de ostentación.

Se da rienda suelta a cualidades como Kama (la lujuria) y Krodha (la ira). La conciencia en el hombre se ha dormido. Las relaciones humanas se han vuelto mecánicas y artificiales. De hecho, la condición humana prácticamente ha desaparecido.

Por qué encarna la Divinidad En esta situación, ¿qué es lo que debe buscar el hombre?

¿Cómo puede alcanzar la paz y la felicidad? El primer requisito es cultivar el amor a Dios. Los puranas y los antiguos sabios han afirmado que la Divinidad encarna para castigar a los malvados y proteger a los buenos. Pero no es así. La Divinidad encarna para inculcar el amor en la humanidad y para enseñar a promover y practicar el amor. Sólo cuando desarrolle un amor semejante, el hombre estará libre de pesar y dificultades. Los pecados serán borrados, y el temor dejará de perseguirlo.

Donde haya amor a Dios, habrá temor al pecado. Cuando estas dos cosas estén presentes, la sociedad experimentará la moralidad. El deber primordial del hombre es nutrir Daiva Priti, Papa Bhiti y Samaja Niti (Amor a Dios, temor al pecado y moralidad en la sociedad). Esto ha de hacerse desarrollando Bhakti (devoción) sobre la base de la fe y el amor. Las acciones tienen que realizarse con devoción. El amor es devoción; la fe generada por el amor es Jñana. Las acciones realizadas sobre la base del Amor y la Fe son Karma. La combinación de Jñana y Karma conduce a upasana (la adoración). Upasana es el resultado de Bhakti, Jñana y Karma juntos.

Desarrollen amor para experimentar la bienaventuranza La actitud dualista se ha difundido entre los hombres. El dualismo jamás podrá eliminar el pesar. Sólo podrá aumentarlo. Aleja al hombre de la bienaventuranza. Por lo tanto, es esencial cultivar el sentido de ekatva (unidad). Sólo el amor es signo de esa unidad.

Para este amor, no hay otra senda, otra recompensa, otra disciplina que el amor mismo. Cuanto más desarrollen este amor, más bienaventuranza sentirán.

Hoy el amor está encerrado y restringido. Está limitado a los propios parientes y amigos. El amor debería trascender estos ajustados límites, abrazar al mundo entero y extenderse hacia cada ser viviente.

El amor está presente en todos, en diferente medida. En la Naturaleza todo funciona de acuerdo con sus cualidades específicas.

“Svabhavastu pravartate”, declara el Upanishad (“Todo se comporta de acuerdo con su naturaleza específica”). Nadie la puede alterar o destruir. Este es el atributo inherente de la Naturaleza. Manifiesta el principio Divino, que es eterno, inmutable e inalterable. Para sacar a relucir este aspecto divino en la Naturaleza y manifestarlo, todas las cosas han sido dotadas de ciertos gunas (cualidades). Ellos son Satva, Rajas y Tamas. Para dotar a la naturaleza de estas cualidades, es preciso contar con Brahma, Vishnu y Maheshvara.

Los gunas y la Trinidad Brahma, Vishnu y Maheshvara no son entidades con forma. La Trinidad representa la expresión deificada de las tres cualidades.

Los puranas han representado erróneamente a Brahma como una deidad con cuatro cabezas dedicada a la creación cósmica. Esto no es correcto. De hecho, la Trinidad representa a los tres gunas.

Hay cinco poderes elementales en la Naturaleza: Bhumi, Apa, Agni, Vayu y Akasha (tierra, agua, fuego, aire y espacio). Para comprender el proceso de la creación, debe invertirse el orden en que se mencionan los elementos. Comenzando con Akasha (espacio), tenemos el aire, el fuego, el agua y la tierra, en ese orden. Hay que entender la Naturaleza de dos formas: una, en relación con el proceso de la creación; la otra, con respecto a la experiencia diaria.

Del mismo modo, cuando el orden de Brahma, Vishnu e Ishvara es considerado en relación con la creación, tiene que invertirse:

Ishvara, Vishnu y Brahma.

En primer lugar, ¿qué significa el principio de Ishvara? El Gita declara: “Ishvarasarvabhutanam hriddese Arjuna tishtati” (“Oh, Arjuna, Ishvara habita en el corazón de todos los seres”). Por lo tanto, Ishvara significa el Señor del Corazón. Él ilumina el corazón de cada ser. Es decir que el poder Divino de Ishvara está presente en cada corazón. El otro nombre que se le ha dado a Ishvara como Señor del Corazón es Atma.

El Gurú Supremo Del corazón ha emergido la mente. La mente corresponde al principio de Vishnu. Vishnu significa aquel que todo lo penetra.

También la mente lo penetra todo. Se dice: “Manomulam idam jagat” (“La mente es la base del cosmos”). La mente satura el universo entero. Por eso significa el principio de Vishnu.

Tradicionalmente se describe a Brahma como el que surge del ombligo de Vishnu. De la mente ha surgido Vak (el habla), la encarnación de Brahma. Por eso, Brahma recibe entre otros nombres el de “Sabda Brahmamayi” (el sonido como Brahma).

Así, Ishvara, Vishnu y Brahma simbolizan el corazón, la mente y la facultad del habla. La combinación de estos tres representa el Atma.Por lo tanto, cada uno de los tres debe venerarse como el único gurú supremo con tres formas.

Gurur-Brahma, Gurur-Vishnuh, Gurur-devo Maheshvarah.

Gurussakshat Parabrahma Tasmai Sri Gurave namah.

A este sloka, que posee un significado interno profundo y sagrado, se le ha dado un sentido distorsionado, al elevar el papel del maestro ordinario, al fragmentar a la Divinidad y al pasar por alto la verdad fundamental de la unidad expresada en él.

Gurur-Brahma: El Brahma mencionado aquí no es el creador.

Se refiere a Vak. Gurur-Vishnu se refiere a la mente que todo lo penetra, que está presente en todos los seres. Este es el principio de Vishnu. Gurur-devo Maheshvarah: Hace referencia al asiento del corazón. Gurus-sakshat Para Brahmah: Esto significa que la unidad de palabra, mente y corazón representa el Atma Suprema, que debería ser venerada como el Gurú.

Los gunas y el Cosmos ¿Cuál es el papel del Gurú? Eliminar totalmente la ignorancia.

Mientras estén los tres gunas, no habrá liberación de la oscuridad.

Sólo cuando uno trascienda los tres gunas alcanzará el estado del Gurú. Por otra parte, cuando uno realiza la unidad de los tres gunas, comprende el mensaje del Gurú. El Gita indica
el significado de la unidad de los tres gunas cuando afirma: “Mamaatma Sarvabhuta Atma” (“Mi Atma es el espíritu que mora en el interior de todos los seres”). Aquello que habita en todos los seres es sólo el Uno. “Eko vasi Sarvabhuta antaratma” (“Aquel que es el Espíritu Interior en todos los seres”). Los hombres olvidan este principio básico de Unidad y se pierden en el mar de la multiplicidad.

Entonces, no encuentran paz.

El proceso de creación, crecimiento y disolución tiene lugar debido al variado funcionamiento de los tres gunas. Ellos son la fuente primordial, la base y el aliento vital del universo. Son los responsables de las manifestaciones y las transformaciones en la Naturaleza. Las permutaciones y combinaciones de los tres gunas en diversas proporciones son la causa de la infinita diversidad del Cosmos.

La Trinidad y sus colores Se les han atribuido tres colores a los tres gunas. Por lo general se cree que Vishnu representa el Satva guna. No es así. En realidad el Satva guna es el atributo de Ishvara. No está sometido a Maya. En el estado de Yoga nidra (sueño yóguico) adquiere chitshakti (el poder de la Conciencia) y aparece como Suddha-Atma (el Absoluto Puro). Por lo tanto, Satva representa el principio de Ishvara. Su color es el blanco.

El Rajo guna se manifiesta en los gustos y las aversiones. Se lo solía vincular a Brahma. Sin embargo, eso es un error. Es una cualidad asociada con Vishnu. Se ha representado a Vishnu como una deidad que lleva la caracola, el disco, la maza y el loto.

También ha sido descrito como Alankarasvarupa, aquel que está embellecido con ornamentos. Además, Vishnu recibe el nombre de Visvambhara, aquel que protege y gobierna el universo. Como Raja (gobernante), tiene el Rajo guna. El color del Rajo guna es el rojo.

Aunque a Brahma se le ha atribuido el Rajo guna, esto es incorrecto.

Brahma representa el Tamo guna. El Tamo guna está vinculado a Murkhatvam (la irracionalidad) y andhakara (la oscuridad de la ignorancia). Está lleno de Mamakara (el sentido de posesión) y Abhimana (apego). Estos dos impulsos son la causa de la creación.

Si no hubiera sentido del “Yo” y lo “Mío”, el proceso creativo no continuaría. Ambos son la insignia del Tamo guna, que está representado por el color negro.

El blanco, el rojo y el negro son los colores más importantes.

Todos los colores se funden en estos tres. Del mismo modo, en el mundo hay personas con Satva guna, con Rajo guna o con Tamo guna, y se las distingue por uno de los tres colores.

Cinco clases de Sadhana ¿Cómo se produce la unidad en la diversidad de los colores?

Los antiguos sabios, luego de profundas indagaciones, indicaron las cinco sendas diferentes para alcanzar este objetivo. Ellas son:

Sathyavati, Angavati, Ananyavati, Nidhanavati y Svarupaatmakajñanam.

Sathyavati es una clase de sadhana. Este sadhana revela la presencia de la Divinidad, en la forma sutil, en todas partes, en todo, así como la manteca está presente en la leche. El sadhana proporciona la prueba para pensar que Dios es el Morador Interno Universal en todos los seres. Nadie debería creer que Dios habita en un lugar en particular o en un determinado ser. El sentido de este sadhana es hacer que uno tome conciencia de que Dios está presente en todos los seres y que actúe de acuerdo con esa convicción.

Otra senda es Angavati Sadhana.Hay cinco elementos: el espacio, el aire, el fuego, el agua y la tierra. La Divinidad está presente en cada uno de esos elementos de una forma específica. En Akasha (el espacio) lo Divino está presente en la forma de sonido como “Om”. Akasha es la base, y de allí surge la forma del Pranava (“Om”). Vayu (el aire) tiene el poder de sustentar la vida. Este poder está representado por el hidrógeno y el oxígeno en la atmósfera. El oxígeno posee esta potencia Divina que sustenta la vida. Así, lo Divino está presente en el aire en la forma de Prana (aliento vital).

Esto forma parte de la experiencia cotidiana de todos. Cuando alguien se desmaya, se aparta a las personas a su alrededor para que pueda tener más aire y respirar más libremente. Así se reconoce la presencia de la energía vital en el aire.

En el fuego, lo Divino está presente como una señal de alarma.

Aunque el fuego sea pequeño, las personas tienen cuidado.Ya sea conscientemente o no, cuando uno está cerca del fuego, desarrolla un sentido de cautela.

En el agua, lo Divino está presente como Prajña (Conciencia Integrada Constante). Las escrituras declaran: “Prajñanam Brahma” (“La Conciencia Integrada es Brahmán”). Este Prajña surge del agua. Cuando una persona está inconsciente, se rocía agua sobre ella para que recupere la conciencia.

Las potencias presentes en los cinco elementos El quinto elemento es Pritvi (la tierra). Chaitanya (la conciencia) está presente en la tierra. Las potencias presentes en los cinco elementos —Prajña shakti (Conciencia Integrada), Jagrata-shakti (el despertar de la conciencia de alerta), Chetana-shakti (Conciencia), Sabda-shakti (la potencia del sonido) y Jiva-shakti (la potencia sustentadora de vida)— son todas diferentes formas del poder Divino.

Quienes llevan a cabo el Angavati sadhana consideran a los cinco elementos manifestaciones del Paramatma (el Supremo) y les ofrecen adoración.

El tercer sadhana es Anyavati. En este sadhana se adora a la Divinidad con ciertos emblemas de una forma en particular, como la de Vishnu o Siva. Siva, por ejemplo, es visualizado como una deidad con un tridente, el damaru, y tres ojos, y es adorado en esta forma. Del mismo modo, a Rama se lo representa como aquel que lleva el arco Kodanda, y a Krishna, como el Señor con la flauta, que lleva una pluma de pavo real en la cabeza. De este modo, para adorarlas, se distingue a cada deidad con ciertos emblemas especiales.

Nidhanavati es el sadhana común El cuarto sadhana, Nidhanavati, es el más común, practicado por la mayoría de las personas en la actualidad. Comprende las nueve clases de adoración ofrecidas por los devotos: Sravanam, Kirtanam, Vishnusmaranam, Padasevanam, Vandanam, Archanam, Dasyam, Sneham y Atma-nivedanam.

El quinto sadhana es Svarupaatmaka Jñanam. Este sadhana tiene por objetivo llegar a comprender que cada individuo es la encarnación de lo Divino y que, por lo tanto, lo Divino está presente en todos. El Gita declara: “Todos los pies son Suyos; todos los ojos, cabezas y bocas son Suyos”. Eso significa que todas las formas humanas son Divinas. La verdadera educación debería permitirle a uno realizar su Divinidad inherente.

Se habla a menudo sobre la oración. Orar no significa pedirle cosas a Dios. La oración es un indicio de la experiencia de la bienaventuranza Átmica. Es un medio para compartir esta bienaventuranza, expandiéndola hacia todas partes, permaneciendo inmersos en esa bienaventuranza. La oración debe provenir del corazón.

Si no es genuina y profunda, resultará completamente inútil. El Señor aceptará un corazón sin palabras, pero no aceptará palabras y oraciones que no provengan del corazón. Por eso a Dios se lo llama Hridayesa (el Señor del Corazón). Sólo cuando ustedes tengan fe en ello podrán manifestar su divinidad.

Consideren el cuerpo un templo en el que reside la Trinidad:

Brahma, Vishnu y Maheshvara. No hay lugares separados donde habiten Brahma, Vishnu o Ishvara, como Vaikunta o Kailas. Estas son ilusiones nacidas de la ignorancia. Dios está dentro de ustedes, fuera de ustedes y alrededor de ustedes. Tienen que reconocer esta verdad y vivir de acuerdo con ella. Chittibabu (quien antes dirigió la palabra a la asamblea) hizo referencia a las personas que están todo el tiempo atormentadas por las dudas.

Mientras estén llenos de dudas, no podrán experimentar paz ni felicidad. Lleven a cabo sus acciones con la firme convicción de que “somos Dios y Dios está en nosotros”. Experimenten este sentido de ekatvam (unidad).

De la unidad a la Divinidad
¿De qué sirven todos los sadhanas que realizan? Sólo cuando sea reconocida la unidad subyacente de los tres gunas —Satva, Rajas y Tamas— podrán experimentar la bienaventuranza de la realización del Ser. Para realizar al Atma (el Ser) no es necesario ir a ningún lugar. No imaginen que la Divinidad viene de algún lado para darles darshan. ¿Qué necesidad tiene Aquel que es Omnipresente de ir de un lugar a otro? La Divinidad está más allá del ir y venir.

Comprendan la importancia de la unidad. Para lograr la unidad, tienen que cultivar la pureza. Cuando tengan pureza, realizarán la Divinidad. Hoy ustedes no tienen ni unidad, ni pureza ni divinidad.

Sólo tienen comunidad en el sentido limitado de lo “mío” y lo “tuyo”.

Deben desarrollar sentimientos fraternales, sin fijarse en las barreras de raza, religión, casta y clase. Cuando adquieran este sentido de parentesco espiritual, la nación progresará.

En nombre de Gurupurnima, ustedes llevan a cabo algunas pujas a ciertas personas y desperdician sus vidas. Sólo hay un Gurú. Él es Dios. Ese Gurú está dentro de ustedes. Ustedes buscan al Gurú por todo el mundo. Sus gunas (cualidades) están en ustedes, en la forma de Brahma, Vishnu y Maheshvara, y pueden protegerlos, elevarlos o arruinarlos. Cuando actúen con rectitud y sigan la senda correcta, ellas los protegerán mediante su Vishnutva (potencia Divina).

Tomen conciencia de que Dios es Uno El pecado y Dios no tienen una existencia separada. Sus acciones y pensamientos adoptan las formas del pecado o el mérito según el caso. El verdadero camino hacia la felicidad y la eliminación del pesar es la acción correcta. La esencia de todas las religiones, de todas las enseñanzas y de todas las sendas espirituales es sólo una: el Amor. Desarrollen ese Amor Divino.

Sobre todo, cualesquiera sean sus dificultades y penurias, en cualquier situación, no renuncien a Dios. Dios es Uno.Ya sean ricos o pobres, eruditos o ignorantes, sin importar cuántas dificultades deban enfrentar, ni las prácticas espirituales que adopten, ya sea que se los considere pecadores o santos, “no renuncien a Dios y tomen conciencia de que Dios es Uno”.

Discurso pronunciado en el Auditorio Purnachandra el día de Gurupurnima, el 29 de julio de 1988.