Discursos dados por Sai Baba – 30. 30/12/86 El Principio Primordial

Discursos dados por Sai Baba

{SB 19} (30 discursos 1986)

30. 30/12/86 El Principio Primordial

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 30 )

El Principio Primordial

30 de Diciembre de 1986

Todos los seres vivientes emanaron originalmente del agua; los seres humanos tienen cuerpos compuestos de alimento basado finalmente en las plantas que son sostenidas por el agua. El habla es la adquisición especial de los seres humanos. El primerísimo uso que el hombre hizo de este talento para pronunciar la gloria de Dios y orar por Su gracia está en el RK del Rig Veda. El RK es encantador porque atribuye nombres a Dios mientras homenajea al Supremo. Todos estos nombres están subsumidos y engarzados en el sonido OM, el audible pero no visible signo y símbolo.

OM indica el Omni-Ser, el Paramatman, la Conciencia Cósmica y Transcósmica. Cada momento, en cada célula, en cada átomo, resuena, reverbera y activa el OM. El OM energiza, sostiene y llena el Universo. “OM iti ekaksharam Brahma” (La sola letra OM, la indestructible es Brahman), afirman los Upanishads. Los Vedas nos aseguran que “Ayam Atma Brahma” (Este Atma alma es Brahman). Los sabios estaban conscientes de que el Atma es OM, aun cuando definían el OM como Brahman. De hecho, las tres expresiones indican todas a la Entidad una y única.

Las cuatro fases por las cuales pasa el hombre cada día Cada uno tiene que tomar conciencia de este Atma dentro de sí. El hombre pasa por las cuatro fases de la vida cada día. Está despierto (jagrat), en estado de ensueño (svapna), duerme (sushupti), y alcanza la fase más allá de los tres (turiya). Cuando está despierta, la persona está incesantemente involucrada con el mundo objetivo, a través de los sentidos. Los ojos son capaces de distinguir colores; los oídos acogen buenos y malos sonidos; la lengua prueba y rechaza sabores; la nariz recoge información acerca de olores fragantes y desagradables. Los atributos básicos de los cinco elementos fundamentales —éter, aire, fuego, agua y tierra— son aprehendidos por los cinco sentidos como sonido, tacto, forma, sabor y olor en ese orden. De modo que el individuo está interesado no sólo consigo mismo sino con todo el Cosmos a su alrededor.

Por lo tanto, el estado de vigilia es llamado vishva (global). El alma del hombre entonces asume una forma omnipresente, reminiscente de Vishnu, el Director de las actividades sensorias, el Hrishikesha.

Durante la fase de los sueños, el hombre se vuelve hacia sí mismo. Los sentidos de percepción y de acción están dormidos. El individuo está ocupado con su memoria y proyecta aquello con lo que la mente ha estado jugando. Personas que duermen las unas al lado de las otras sueñan cosas diferentes de acuerdo con sus propios impulsos y misterios mentales. El sueño tiene validez para el soñador; absorbe luz de los niveles más profundos de la conciencia; revela lo latente por medio de la luminosidad interna. Así, el estado es llamado taijasa, que comparte la naturaleza de tejas (brillo, esplendor).

Durante la fase de sueño profundo (sushupti), los sentidos, la facultad de razonar y la mente están todos fuera de acción y subsumidos en el Ser. Durante el sueño, la persona está ajena a sí misma y a otros, pero es capaz de recordar cada detalle tan pronto como despierta. Durante el sueño está fundida en la conciencia, pura y simple. Así la fase es llamada prajña.

El cuarto estado es turiya (silencio) en el cual la persona está consciente de la Divinidad, que es su naturaleza. Alcanza entonces la fusión con lo Absoluto o el samadhi.

Las cuatro partes del Pranava El sonido OM, conocido como pranava, también tiene cuatro partes o etapas. El sonido “A” es un sonido básico en el habla y es utilizado universalmente. Es paralelo a vishva o fase de vigilia de la vida diaria del hombre. El sonido “U” es indicativo del proceso de respiración (inhalar y exhalar), que asegura tejas, el resplandor de la vitalidad. La respiración persiste en el estado de ensueño y así corresponde a la fase de ensueño. Luego tenemos en el OM el sonido “M”, que cierra todas las puertas de salida y entrada de la conciencia y le permite al hombre estar solo con su realidad, prajña o Brahman. Así que simboliza la condición durante sushupti y puede ser definida como la fase de prajña. El silencio en el cual el OM va sumiéndose es la consumación, la fase de turiya, cuando el velo de la ignorancia —que ha impedido que el éxtasis de Brahman ilumine la conciencia— es removido y uno está consciente de la fusión.

El Atma está asociada con el habla, la respiración y la mente en el cuerpo, aunque permanece inafectado. Es una chispa del omniabarcante Brahman, el omnipenetrante OM, el siempre presente “es” (asti). Brahman es definido como Sat (Ser), Chit (Conciencia) y Ananda (Bienaventuranza). Cuando se dice que la educación debe dar como resultado la manifestación de la Divinidad que ya se encuentra en el hombre, es la toma de conciencia del Atma lo que se indica como la meta.

La materia está saturada de lo Divino Cuando el sabio Narada se acercó a Sanatkumara para que fuese su guía espiritual, el gurú le pidió que relatara lo que había aprendido hasta ese momento. Él tenía que presentar sus credenciales.

Narada enumeró una larga lista de temas y textos que había dominado. Estaba feliz porque Sanatkumara lo escuchaba con mucha atención. Cuando terminó, Sanatkumara describió toda la lista como meros “nombres” de cosas e ideas, nombres carentes de sustancia.

Le dijo a Narada: “El habla es más significativo e importante que el nombre; la mente de la cual se deriva el habla es más significativa que el habla; la voluntad es más fundamental que la mente; la conciencia es la impulsora de la voluntad; y estas dos dependen de la energía vital que se deriva del alimento. El alimento crece en la tierra con la ayuda del agua; el elemento agua es un derivado del fuego que, por su parte, un subproducto del aire. Y el aire es una manifestación del espacio, la primera proyección de la voluntad latente en Brahman. Por lo tanto, a menos que conozcas a Brahman, tus conocimientos no pueden ser totales y completamente satisfactorios”. Esta enseñanza de Sanatkumara revela que el Cosmos es Brahman y que el OM está activándolo como el sonido cósmico. La materia, cada molécula de ella está saturada de lo Divino. Aunque la materia es el producto del devenir, sigue siendo un fragmento genuino del Ser que se ha vuelto material. Por ende, es lo que podemos ver, manipular y reconocer como un remolino de energía. La energía, latente o patente, mayor o menor, existe en todas las cosas. Es la característica Divina en ellas.

La contemplación del Uno y de su símbolo OM que resuena en nosotros en cada respiración y nos recuerda al Uno que persiste en nosotros durante la vigilia, el ensueño y el sueño profundo diariamente, puede asegurarnos la conciencia de la Conciencia-Ser- Bienaventuranza (Sat-chit-ananda) que realmente somos.

Discurso Divino, el 30-12-1986.

Aquellos que arguyen que la senda espiritual es sólo para el individuo y que la sociedad no debe involucrarse en ella, están cometiendo un gran error. Es como insistir en que hay luz dentro de la casa y decir que no importa si hay oscuridad afuera.

—BABA