Discursos dados por Sai Baba – 39. 17/07/62 El impulso interno

Discursos dados por Sai Baba

{SB 02} (49 de 52 discursos 1961 a 62)

39. 17/07/62 El impulso interno

17 de Julio de 1962

Prashanthi Nilayam

Aniversario de Vyasa (Vyasa Pournima)

Hoy es el aniversario de Vyasa (Vyasa Pournima), que también se celebra en toda la India como el Guro Pournima o Día del Gurú: la importancia del día ha sido explicada en télugu por el abogado de Repalle, en kannada por Vineetha Ramachandra Rao y en inglés por el editor de Sanathana Sarathi. Ahora hablaré Yo. Cualquiera que sea Mi idioma, no hablo para informar, sino para curar. Administro medicinas para sus mentes, no alimento para sus cerebros; más bien, les doy ambas cosas; como la miel, Mi palabra es a la vez alimento y medicina.

No hay algo especialmente relacionado con Vyasa para que este día tenga vinculación con su nombre. No nació este día ni se fue este día; pero está dedicado a su memoria y a la adoración de todos los gurús, pues Vyasa es el primer gurú (adiguru), el gurú original (mulaguru). Él percibió la verdad y la proclamó de distintas maneras y ayudó a abrir el ojo interno del hombre. Él describió en palabras hermosas, sencillas y claras la gloría del Señor y los medios para alcanzarlo. Él vio que a menos que la mente fuera anulada o destruida el Señor no se manifestaría. Prescribió los caminos mediante los cuales esto se podía lograr. Por eso él es el gurú del mundo (lokaguru), el gurú supremo (paramaguru). Él recopiló los himnos, los cotejó y los dio a conocer en los cuatro Vedas; reunió luego la literatura védica posterior y compuso los Brahma Sutras para exponer la filosofía inherente a aquélla. Escribió el Mahabharatha, que incluye esa medicina universal que es el Bhagavad Gita. Después, un día que estaba sumido en tristeza a pesar de todos sus conocimientos, erudición y sabiduría, Narada le aconsejó que cantara a la gloria del aspecto personalizado de la divinidad a fin de despertar las emociones y guiar a la humanidad hacia lo divino a través de la devoción. Esto le dio gran felicidad y paz a él y al mundo, pues fue entonces cuando Vyasa escribió el Bhagavatha.

Ahora, sea que hoy honren a Vyasa, sea que honren al gurú, lo que interesa es el aniversario que se celebra este día. Es lo importante; el resto de la historia es conjetura. El gurú se necesita cuando ustedes tienen guri (meta, objeto, en télugu). Si carecen de este impulso, ¿qué puede hacer el gurú? El sembrar en la arena o en la roca es simplemente desperdiciar materiales valiosos. El dictado interno de ver la luz debe conducir al aspirante hacia el maestro o debe atraer a éste dondequiera que se encuentre. Tienen que inquirir y discernir: ¿otorgan felicidad los objetos? ¿Hay alguien que esté feliz? ¿Cómo puede uno estarlo en la multiplicación de los deseos y el desaforado afán por alimentar el furioso fuego? Finalmente, por su propia experiencia descubrirán que la felicidad es un don interno, un tesoro espiritual que puede ser adquirido por medio de la ecuanimidad.

La Luna es la deidad que preside la mente y ha de brillar eternamente fresca y confortante, en plenitud, en el cielo del corazón, el firmamento interno. La Luna material externa crece y decrece, pero la mente debe ser adiestrada para mantenerse incólume ante los cambios y las diferentes disposiciones de ánimo. La Luna interna no tiene fases; siempre es Luna llena para el aspirante espiritual victorioso.

La mente teje un capullo en el cual aprisiona al jeevi ( alma individual ). El karma, que es la actividad de la maya ( la ignorancia ), encierra al hombre en un cerco; es la cáscara que hace que el grano de arroz crezca y produzca más plantas y más granos de arroz. Si se le quita la cáscara, ya no germina la planta. La cáscara, el karma, hace que el individuo brote y pase por las penas del vasana ( paso por el placer y el dolor producido por las impresiones inconcientemente dejadas en la mente por las acciones buenas o malas pasadas ) y del samskara ( realización de ritos de purificación y ceremonias sagradas ). Ustedes mismos se recompensan o se castigan como resultado de sus propias actividades; están aquí porque ustedes lo desearon. Se dirigen hacia el nivel hasta el cual sus acciones los hunden o los elevan. Ustedes forjan su propio futuro con sus pensamientos, sus deseos y sus acciones.

La maya es como el espíritu de una mujer tribeña que una vez se posesionó de un gran pandit en una ermita de los Himalayas. El infortunado pandit cantaba y bailaba como cualquier cortesana, blasfemaba y maldecía en el dialecto de los paisachi y todos los de la ermita se avergonzaron de su compañía. Finalmente, una vez que el espíritu fue exorcizado y liberado el pandit, volvió a ser el mismo de antes; no recordaba nada de sus travesuras y habladurías. Similarmente, el hombre está poseído por el espíritu de la maya, el cual debe ser exorcizado.

La manera de exorcizar a ese espíritu la enseña el gurú o el Gita. No desesperen; puede ser eliminado. La confianza añadirá el valor y las fuerzas necesarios. No duden ni se descorazonen. Debe suceder quiéranlo o no, se esfuercen por ello o no, pues esa es su razón de haber nacido, la meta que tienen que alcanzar. No deben volverse una herramienta en las manos de un espíritu. La hormiga va firme y lentamente hacia su meta, trepando encima de todo lo que se le atraviesa. Hagan que el suyo sea el mismo camino de la hormiga. Sigan con firmeza el sendero de la recordación del Nombre, salvando todos los obstáculos, tales corno la pereza, el orgullo, la precipitación, la duda, etc.

El gurú puede ayudarles sólo hasta cierto punto, pero deben agradecerle aun esa insignificancia. Es como un hábil jardinero, que cuida las plantas y las riega inteligentemente, cortando el árbol en la forma apropiada, aplicando el abono adecuado para reforzar el suelo y manteniendo libre de sequía y de plagas su sembradío. Denle al gurú la gratitud por todo este servicio; pero reserven la entrega total para el Señor. No ofrezcan al gurú más de lo que merece. Tampoco deben cambiar su fidelidad.

No pueden vender su casa a. alguien y luego hipotecarla a otro y arrendarla posteriormente a un tercero. Sri Ramakrishna tuvo aun que destrozar la forma de Kali cuando se le atravesó en su camino hacia la realización del aspecto sin cualidades de Dios. No hagan sus prácticas un día sí y otro no; llévenlas a cabo de manera ininterrumpida y disciplinada. De otro modo será como el regar una mata a veces y luego dejarla secar antes de volver a darle agua.

El punto entre las cejas (bhru-madhya) sobre el cual se les pide que se concentren no es el sitio de en medio de sus frentes donde se unen sus cejas; es un punto en su conciencia interna, el corazón. Al igual que las damiselas celestiales que fueron enviadas por Indra para interrumpir las prácticas de austeridad de los sabios, ustedes oirán nueve variedades de música durante su meditación, pero no deben alegrarse por esto ni suspender su práctica.

El Guru Pournima que se celebra aquí es distinto del festival que se hace en otros lugares. Entre ustedes y Yo no existe la relación de gurú y discípulo, ni la de guía y peregrino. El gurú externo no debe equipararse al Morador interno. Ni Garuda (el vehículo de Vishnú) podrá alcanzar la meta si no abre sus alas y salta al espacio. De modo que den el paso adelante. Esa es la tarea inmediata. Tal debería ser su decisión en este día. Comiencen con un sincero deseo de tener buen éxito. La luz les será derramada por la gracia de Dios. El Señor ha venido a ayudarles.