Discursos dados por Sai Baba – 40. 29/09/62 Desenrollalo en tu conciencia

Discursos dados por Sai Baba

{SB 02} (49 de 52 discursos 1961 a 62)

40. 29/09/62 Desenrollalo en tu conciencia

ICEN LA BANDERA EN SU CONCIENCIA

29 de Setiembre de 1962

Prashanthi Nilayam

Aquí, en Prashanthi Nilayam, cada día es festivo, cada día es santo. Como reza el dicho: «Alegría perpetua, siempre renovada». Siguiendo la costumbre de la gente y considerando que las señales externas de los buenos auspicios tienen su propio valor para educar y sublimar las emociones internas, se celebra aquí también la Noche Nueva (Navaratri). Por esta razón no necesitan esperarla aquí o en sus casas para instalar a Durga o Saraswati en sus corazones. El día que sientan el impulso será el día propicio. No lo demoren ni lo pospongan.

He estado diciendo más o menos lo mismo cada vez que se iza la bandera en esta Morada. Pero asi como comen los mismos ingredientes cada dia, asi como vuelven a lavarse la cara cada dia, así debo repetirles los mensajes una y otra vez. Es necesario para quienes los han oído de Mi, y más aún para quienes vienen por primera vez.

Esta es Prashanthi Nilayam o sea la Morada de la Paz Suprema. Es la morada de la forma más elevada de paz, la paz suprema. En realidad cada uno de ustedes es Prashanthi Nilayam. ¡Por eso Me dirijo con frecuencia a ustedes corno a las propias formas de la paz! Mi objeto es recordarles que su naturaleza verdadera es paz, ecuanimidad, inconmovilidad, desapego. No pueden sacar de dentro de ustedes algo que no está allí, ¿no es así? Por eso la paz debe estar allí, en lo profundo, como el centro mismo de sus seres. Es la madurez de la fruta, la dulzura que llena la fruta madura.

La paz no es sólo un pulimento externo que puede ser añadido o quitado. No es lo mismo que la fortaleza, como la que el joven Yudhishtira tuvo cuando soportó sin una lágrima ni un suspiro los cien cañazos propinados para probar su resistencia. No es la resignación que viene de la ambición frustrada o del deseo satisfecho. Es una vivencia ennoblecedora, enaltecedora, que se tiene cuando uno logra la fusión con la fuente misma de su ser. Es el apaciguamiento de las olas, el aquietamiento de las actividades e inquietudes mentales. Cada uno de quienes lo logre habrá izado la bandera de la paz suprema; en realidad, cada uno de ustedes debería esforzarse por desplegarla en sus propios corazones.

Todos deben volverse un ejército de trabajadores dhármicos, equipados con las armas de la verdad, el deber, la paz y el amor, para revitalizar a la humanidad y librarla de todos los males que ahora la aquejan. Yo les he dicho a menudo que este izamiento de bandera no es mera formalidad; es un rito significativo en la instalación y el adiestramiento de este ejército. Yo nunca hago algo sin sentido ni hablo una sola palabra sin objeto. El símbolo en la bandera también está lleno de significado.

Como habrán notado, esta Prashanthi Nilayam no tiene paredes. Así debe ser; de este modo la gente puede llegar sin impedimento ante el Señor desde cualquier dirección. ¡Pero tenemos portones! Las personas que caminan por la carretera que se curva al acercarse a la Nilayam, están, como todas las demás, cargadas de impulsos heredados y de impresiones y tendencias recibidas en la estructura de su personalidad. Son movidas por el deseo y apremiadas por el látigo de seis cuerdas de la pasión. Entran por el portón sólo cuando ya no están dominadas por la inercia (thamoguna), o sea cuando ya han descorrido un poco la cortina del engaño. De allí siguen hasta la Nilayam y pasan por ese segundo portón, donde son atraídas por el imponente edificio, la veranda, la estatua del frente, todo lo cual llama la atención de la cualidad relativamente superior de la actividad (rajoguna). Luego esto desaparece cuando penetran al salón, donde la cualidad espiritual (satvaguna) subyuga la mente con las imágenes, los bhajans, la repetición de los Nombres, etc.

Este círculo enfrente de la Nilayam (morada ) es una representación concreta del símbolo de la bandera. Todos deben saber esto y a su vez han de instruir al respecto a los demás. El primer círculo dentro del contorno de ladrillo está, como pueden ver, lleno de arena. Este es kama, el deseo, pura tierra yerma donde nada puede crecer, de la cual es imposible obtener sustento alguno. El siguiente es el círculo de la ira (kroda), el enemigo número dos del hombre. Es representada aquí por un fuerte tubérculo con muchas hojas, las cuales a pesar de que son cortadas a menudo, brotan otra vez con la lluvia siguiente. La ira es así; ustedes creen que la han desarraigado, pero dejen que su orgullo sea herido o que algo se oponga a sus deseos y brotará de nuevo. Sus raíces son tentáculos que es difícil eludir.

Cada Navaratri los millares de devotos que caminan por aquí pisan las plantas y no dejan rastro de ellas. Pero cuando se celebra el Festival del Aniversario, un mes o dos más tarde, brotan otra vez y crecen hasta cierta altura. Así es como la ira agarra al hombre. Crece y se vuelve odio y venganza, los dos escalones rojos ven corno los dos círculos concéntricos siguientes. Cuando alguien se interpone en el camino de ustedes, lo aborrecen; cuando alguien rehúsa ser su cómplice, lo aborrecen. Los actos de comisión así como los de omisión causan odio. Por eso tenemos dos escalones aquí.

Cruzando las arenas de la codicia y de la lujuria, los desiertos de la ira, trepando por las alturas del odio y de la venganza, el aspirante llega al verde prado del amor. Pueden ver ese círculo de verde grama, atractivamente embellecida por los buenos pensamientos y virtudes que refrescan y satisfacen. Más allá de esto tenemos la ancha extensión de la paz, la tranquilidad, donde cesa toda agitación y la mente reposa en su propio silencio. Ahora tienen la oportunidad: establézcanse en el yoga, en el sadhana de la unión espiritual con el poder universal, la sabiduría absoluta, la verdad eterna. La conciencia asciende por los seis círculos, marcados en el tallo del loto o del yoga (yogananda) en el centro del círculo, y luego observen lo que sucede. El loto del corazón florece, los pétalos se abren, la fragancia penetra el universo, los rayos del Sol son absorbidos, y… como lo ven representado aquí… el Atmajyothi, el esplendor del alma, la impoluta refulgencia, los ilumina a ustedes y a todos los demás en una llama que lo abarca todo.

Contemplen, mediten sobre este símbolo; denle vida en su conciencia. Esto es lo que quiero expresar cuando digo que icen la bandera en sus mentes. Se darán cuenta de que es muy beneficioso. Cuando esta bandera ondee feliz sobre la Nilayam, también debe ondear feliz en su conciencia, llamándolos a un esfuerzo más amplio y a un sadhana mayor.

No es sólo devoción lo que quiero, deseo acción motivada por la devoción. Abandonen todas sus responsabilidades actuales y adopten esta nueva responsabilidad de salvarse a ustedes mismos; entonces verán el milagro. Y aun aquellas responsabilidades serán descargadas fácilmente y a su satisfacción.