Discursos dados por Sai Baba – 43. 04/10/62 Mantequilla clarificada ( Ghee ) y sandalo

Discursos dados por Sai Baba

{SB 02} (49 de 52 discursos 1961 a 62)

43. 04/10/62 Mantequilla clarificada ( Ghee ) y sandalo

4 de Octubre de 1962

Prashanthi Nilayam

A diario están recibiendo la esencia de la divinidad de los sabios que han venido a este pequeño pueblo escondido entre colinas y selvas; les están dando la medicina adecuada para reducir su fiebre y restaurar su salud. Esta corriente de néctar divino la reciben debido a la buena fortuna que han ganado por su bondad y sus acciones edificantes. Es interesante escuchar las conferencias sobre temas contenidos en los libros que estos sabios han estudiado; pero es mucho más interesante y útil oír lo que ellos han experimentado y practicado con base en lo que han estudiado. Yo sólo digo lo mismo que ellos va han expresado, pero a ustedes les gusta que lo repita, probablemente porque trato de hacerlo más simple para adecuado a su capacidad de comprensión que Yo conozco más que ellos; ellos no los conocen tan bien como Yo ni desde hace tanto tiempo.

Sé que hay muchos aquí que murmuran entre los de su grupo que esta ofrenda de mantequilla clarificada (ghee) y costosos trozos de madera de sándalo es un gran desperdicio. Pero si ustedes moran siempre en el reino de las cuentas, de los más o de los menos, ¿cómo podrán alcanzar algún día la dicha de realizar un deseo que no puede satisfacerse con simple dinero? Esa gente se preocupa por la mantequilla y por la madera de sándalo; no por el hecho más valioso de llevar a cabo un antiguo rito.

Los criticones han comido sacos de arroz y cantidades de ghee desde su nacimiento. Interroguémosles acerca de si han tenido un solo día de felicidad o si han dado alegría a sus familiares por lo menos. Este sacrificio produce gran gozo a muchas personas y Yo no he ido a pedir dinero a nadie para esto. Yo y Mi gente estamos encantados con esta celebración. ¿Qué tienen otros que ver con esto? Se hallan concentrados en la utilidad material. Yo quiero que se concentren en el significado espiritual. Ellos se preocupan por un poco de ghee, ansían algo de madera; mas ustedes reciben una alegría indescriptible.

El sacrificio tiene un significado más profundo, el que los símbolos poseen, el significado que es realmente valioso para el progreso humano. Cada rito es un acto simbólico. El sacrificio está correlacionado a cada paso con las aspiraciones humanas y el sadhana. Queda vinculado con la vida y las aspiraciones humanas en su detalle más mínimo. La mantequilla es el producto del batido de las emociones, impulsos, impresiones e instintos del hombre: la esencia más pura y más genuina de la divinidad en el hombre. Cuando se clarifica más esa mantequilla se vuelve ghee y eso es lo que se ofrece a los dioses.

Quizá pregunten cómo llega a los dioses. Bien, los Vedas son la autoridad respecto a esta creencia. No necesitan pedir otra, pues sería tonto demandarle al ojo que pruebe mediante alguna autoridad sin nexos con él, la validez de lo que ha visto. ¿Cómo puede el oído ofrecer alguna otra autoridad para probar lo genuino del sonido que sólo escucha él? El ojo es su propia autoridad, el oído es su propia medida. El Veda que ha ahondado en la ciencia de la propiciación de los dioses dice que el fuego sacrificatorio transmite los aspectos más sutiles de las ofrendas. Y el Veda es su propio testimonio.

Indra es la deidad que gobierna a la mano y el sacrificio a Él confiere la comunión del trabajo humano, de la cooperación colectiva de la industria humana para el progreso del individuo y de la sociedad. Brihaspathi es la deidad del intelecto y el sacrificio asociado con su nombre establece la cordialidad y la coordinación. El sacrificio a Chandra, la Luna, similarmente tiende a desarrollar la armonía en los corazones, y el sacrificio a Adithya propicia el fomento de una uniformidad de visión entre todos, pues el Sol es la deidad que preside a los ojos. Cada sacrificio tiene una gran influencia invisible sobre los asuntos humanos, pues estos mantras son potentes sonidos saturados de misterios sutiles.

Concéntrense siempre en el fruto duradero: lo universal, lo espiritual. No persigan objetivos mezquinos; utilicen la mente a fin de seguir el plan del Señor para el restablecimiento del dharma en el mundo. ¿Qué pueden planificar con su sola inteligencia?

Una vez hubo un individuo que se reía de Dios por haberle dado al majestuoso baniano una minúscula semilla y a la calabaza una fruta burda y enorme. «No tiene sentido de la proporción», dijo. Cierto día el hombre tuvo que dormir bajo la sombra de un baniano y cuando despertó encontró una gran cantidad de semillas que habían caído sobre su cuerpo. Si el baniano hubiera tenido semillas en proporción con su tamaño, una sola que hubiera caído desde esa altura hubiera matado al instante al criticón! Por eso él agradeció a Dios su buen sentido de la lógica y siguió campantemente su camino.

Tomen las cosas como vienen. Cultiven el contento. No multipliquen sus necesidades ni den aliento a la codicia y a la desesperación. Cuando empiezan a sentir calor se quitan la ropa sobrante. El abrigo del deseo debe quitarse cuando el calor de la devoción aumenta. Esfuércense por obtener la gracia, no por adquirir ningún fruto menor.

Una vez un ladrón escuchó por accidente la narración de los encantos de Krishna durante su niñez. Se había detenido sólo por un momento, pero no pudo separarse de allí. Oyó la descripción de los ornamentos que Krishna portaba y se le despertó un gran deseo por robar esos preciosos tesoros. Le preguntó al pandit cuál era exactamente el lugar donde Krishna llevaba las vacas, solo o con su hermano mayor o con un grupo de camaradas. El pandit le contestó con brevedad: «En Brindavan, a la orilla del río Yamuna».

Con intención de agarrar solo a Krishna y quitarle sus ornamentos, se apresuró a ir a Brindavan. Al día siguiente se encontró con el Niño solo a la cabeza de su rebaño de vacas… pero ¿cómo podía el ladrón despojar de sus ornamentos a belleza tal? Temía que tan sólo quitarle uno haría que la refulgencia aminorara, y su corazón no le permitió llevarlo a cabo. Se quedó mirando durante horas, perdido en éxtasis, hasta que Krishna mismo le preguntó qué hacía allí, pero el ladrón sintió mucha vergüenza de confesarlo. Sin embargo, Krishna lo sabía todo y le dio las joyas que llevaba. El ladrón se sintió abrumado de pena y de felicidad; cayó a los pies del Niño, pero cuando se levantó Krishna no estaba por lado alguno.

El atracador regresó al pueblo y consultó al pandit: «¿Son estas las joyas que tú alababas el otro día? Fui a Brindavan y Él me las regaló». No hay que añadir que el pandit cayó a los pies del ladrón. La fe puede hacer maravillas, puede obligar al Señor a manifestarse y a darles lo que creen que Él otorga.

Los pandits me persuadieron a que aprobara su proposición de celebrar un acto que ellos llaman la Victoria de los Tres Mundos (Thribhuvana vijayam). Es una señal de su entusiasmo y de su fe. Quieren que Yo les dé darshan como Seshasayee, usando el palanquino de Sesha (Seshaparyanka) que ha sido traído por un devoto de Bombay; entonces ellos, como los rishis mencionados en el Bhagavata, representarán ante Mí la triste condición de los Sastras que ellos estudian y practican, inclusive la Madre de todos los Sastras, los Vedas. Cuando esta idea Me fue presentada por primera vez alguien la objetó debido a que se Me pedía que Yo diera darshan «como» Mahavishnu. No le gustaba la idea de «como». Yo también Me opongo a «actuar» en un «drama». Pero me conmovió tanto la seriedad de su solicitud que accedí. En realidad este avatar está representando un papel. Es «dar» una función y «representar» un papel por Aquel que no tiene función ni papel. En cuanto al sacrificio, Yo les otorgaré el darshan de la propia forma de los Vedas antes que se vayan. Tengan seguridad de ello.