Discursos dados por Sai Baba – 51. 14/07/80 Los tres sufrimientos

Discursos dados por Sai Baba

{SB 14} (47 de 60 discursos 1978 a 80)

51. 14/07/80 Los tres sufrimientos

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 11 cap. 7 )

Los tres sufrimientos

14 de Julio de 1980

MIENTRAS ESTÁ EN LA tierra, el hombre tiene que enfrentar sufrimiento proveniente de tres fuentes. Las Escrituras los mencionan y alertan a los hombres contra ellos. Se refieren a ellos como adhiyatmika, adhibhoutika y adhidaivika. En la primera palabra, atma significa el yo corporal, y así, el primer grupo de sufrimientos aflige al hombre por medio de enfermedades físicas y mentales. La segunda se deriva de bhuta, que significa «eso que es creado», y este grupo de sufrimientos proviene de seres vivos como serpientes, animales salvajes, gusanos, insectos, etcétera. La tercera palabra es adhidaivika, donde daiva significa una deidad que preside una fuerza o fenómeno de la naturaleza. Así, el tercer grupo de sufrimientos tortura al hombre mediante calamidades como inundaciones, sequías y tormentas.

1. El cuerpo humano alberga incontables microbios y otros organismos parásitos; nadie está exento de estas causas agentes de enfermedad, pero uno logra superar fácilmente estos sufrimientos cultivando sentimientos de compasión por todos los seres y pensamientos en los que florezca el amor y lo esparzan. La enfermedad, así la física como la mental, es una reacción corporal provocada por venenos en la mente. Sólo una mente incontaminada tiene la virtud de garantizar salud continua. Los vicios propician la enfermedad. Malos pensamientos y hábitos, compañías inconvenientes y alimentos malsanos son terreno fértil para que la enfermedad medre. Salud y felicidad van de la mano. Un sentimiento de júbilo y regocijo mantiene libre de enfermedad al cuerpo. Los hábitos nocivos a los que el hombre se entrega son el origen principal de la enfermedad, tanto física como mental. La codicia afecta la mente; las decepciones deprimen al hombre. Éste puede justificar su existencia como hombre sólo con el cultivo de virtudes. Entonces él se vuelve un candidato digno a la Divinidad. El avance en la virtud anuncia el avance del hombre hacia la Divinidad. La virtud también confiere frescura, habilidad y largos años de juventud. Los años que ustedes pasan en el colegio son el período decisivo en que deben comenzar a cultivar las virtudes divinas. Por esta razón estoy haciendo hincapié en la relación entre virtud, salud y felicidad. Cuando ustedes caen en el mal, no hay escape; estarán atrapados en la rueda de la desesperación. Sólo la virtud les traerá la gracia de Dios. Recuerden que nada es tan precioso como la gracia de Dios. Thyagaraja rechazó los regalos de montones de gemas porque para él la presencia de Dios tenía mucho mayor valor que todas las riquezas del mundo. Un corazón saludable es el templo de Dios. La salud es proporcional a la pureza del alimento ingerido y a la pureza de los pensamientos, palabras y actos. Moderación en el alimento y moderación en el habla son las dos bendiciones que uno debe ganar por su propio esfuerzo.

2. El sufrimiento adhibhoutika lo causan seres vivos inferiores como moscas, hormigas, mosquitos, cucarachas, etcétera. Puede resultar difícil desembarazarse de ellos, pero uno puede practicar la moderación mental por medio del yoga. Yoga se explica como el aquietar las perturbaciones de la mente. Cuando ésta se aparta del contacto con el mundo externo mediante los sentidos, no hay ansiedad o perturbación que afecte a una persona. La mente tiene que ser apartada del elogio y la censura, porque éstos los vuelven a ustedes orgullosos o coléricos. El orgullo es deplorable y la ira, desastrosa. Sean siempre los mismos y observen con mente equilibrada los altibajos de la vida. Piensen en la transitoriedad de la vida y en la trivialidad de la riqueza, el poder y la fama. El cuerpo es un compuesto de elementos; éstos tienen que desintegrarse. Ahora estoy ordenando que les sean enseñadas algunas posturas de yoga. Ellas los ayudarán a mantener la salud física y mental. Ustedes pueden adquirir ecuanimidad con ellas y ganar bienaventuranza genuina.

3. El sufrimiento adhidaivika es resultado de las calamidades naturales. Para no verse afectado por ellas, uno debe practicar samadhi. Dhi significa «el intelecto», sama quiere decir «igual». Alcanzar samadhi no significa caer tendido, convulsionarse o perder la conciencia; no es un trance dramático. Es una característica de la mente, una perspectiva que uno ha desarrollado para observar acontecimientos o personas sin ningún apego o aversión. Este nivel de conciencia del hombre se llama también nirvikalpa, es decir, exento de reacción, de respuesta (vikaipa). La persona que ha dominado sus reacciones está libre de apetencias, necesidades y deseos. Así, ella ha adiestrado de modo consciente su mente para no responder a la atracción o reaccionar ante la repulsión. Cuando la mente reacciona, favorablemente o de alguna otra manera, ante impulsos externos o internos, sufre ligeras deformaciones. En consecuencia, no puede alcanzar la conversión a la Divinidad.

La Divinidad o Alma está en lo profundo del centro de la conciencia del hombre. Nosotros no guardamos el oro, las joyas y cosas valiosas en los balcones y esquinas de nuestra casa, allí ponemos sólo macetas y canastas. Guardamos las joyas en la caja fuerte de un cuarto interior, lejos de la mirada de la gente. El cuerpo está sujeto a morir, descomponerse y ser incinerado. Cuando la edad aumenta, decimos que el cuerpo declina año tras año y que su fin se acerca más y más rápido. En la caja llamada cuerpo está atesorada el Alma. El mar guarda sus valores, las perlas, en lo más profundo, cerca del fondo. Esparce conchas baratas en la playa, donde la gente puede recogerlas. Así, para percibir el Alma, ustedes tienen que dirigir hacia adentro sus indagaciones. Sidharta fue un príncipe poseedor de vastas riquezas. Bhagirata fue también un gran gobernante, pero ellos dirigieron su visión a niveles de conciencia internos. Renunciaron a la riqueza, la posición social y el lujo y vivieron en soledad para dedicarse a la búsqueda de la verdad. ¿Pueden censurarlos por eso? No. Ellos hicieron sus vidas más preciosas al dar ese paso.

No los disuado de conocer a fondo los temas relacionados con este mundo, pues ellos los ayudan a comprender el mundo y sus caminos, pero las diversas áreas de estudio química, física, botánica, matemáticas son sólo ramas, vástagos, hojas, flores y frutos del árbol. Ustedes ahora están empeñados en regar las flores y las hojas; en vez de eso, deben regar las raíces, que no ven. Lo invisible es la base de lo visible. Cada uno de esos temas de estudio es una corriente tributaria. Finalmente, fluyen hacia el mar, el Atmavidya, el conocimiento de la realidad del Alma.

Este conocimiento de la realidad del Alma tiene que ser estudiado por cada uno de ustedes. De otro modo, no serán capaces de librarse de los tres sufrimientos que los atormentan. «Sathyam vada Dharmam chara»: Hablen con la verdad; vivan con rectitud. Reverencien a la madre, reverencien al padre, reverencien al maestro, reverencien al huésped; tal es la esencia de la exhortación que los rishis (grandes santos) hacían a los alumnos en las ermitas al concluir los estudios. Ahora las graduaciones se han vuelto ocasiones para demostrar indisciplina e irreverencia.

Ustedes deben moderar tales tendencias y reformarse. Escuchen a los mayores, que velan por el bien de ustedes y la sociedad. j Conviertan sruti en smriti, es decir, atesoren en su memoria los buenos consejos que han escuchado y traten de ponerlos en práctica hasta que formen parte de su carácter.

Internado del Instituto

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