Eviten, en su comportamiento, acciones y habla, todo rastro del deseo de causar dolor a los demás, de insultarlos, causarles algún perjuicio o desgracia. Por consiguiente, encuentren los mejores medios para reformarse; practiquen esta forma de vivir, desistan de dañarse a sí mismos y a su propio bien, y caminen siempre por la senda de la verdad. Ese es, en verdad, el camino de la belleza; ¡esa es la conducta verdaderamente encantadora! Para esto, es esencial la grandeza de corazón. Las personas pueden lograrla solo si tienen: (1) un deseo innato (samskara) por ella y (2) devoción en cada acción. A través de la devoción al Señor, adquieren humildad, temor al pecado y fe en las escrituras. A través de estas cualidades, la pequeñez de la mente es aniquilada y la gente desarrolla grandeza de corazón. Por lo tanto, ¡Oh buscadores! En primer lugar, dirijan sus esfuerzos hacia la adquisición de fe en Dios y temor al pecado. Estos dos promoverán la humildad; y recuerden, ¡la humildad es paz! – Sathya Sai. Prasanthi Vahini, cap.15.
