Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 12 de mayo de 2022

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Ravana solía repetir constantemente el mantra de Shiva, de cinco sílabas: «Namah Shivaya», pero no renunció a ninguna de sus cualidades demoníacas, porque hacía la recitación de modo mecánico. En cambio, Prahlada, aunque hijo de un demonio, repetía continuamente el mantra de Narayana, «Om Namo Narayana», con todo su corazón y toda su alma. Esto le sirvió para salvarse de todas las terribles pruebas a las que le sometió su padre Hiranyakashipu. Su padre lo arrojó desde un precipicio, lo hizo pisar por elefantes, lo hizo morder por reptiles venenosos, lo empujó al mar, etc., pero él salió ileso de todas estas pruebas cantando desde el corazón el nombre del Señor. Cada instrumento de tortura se convirtió en la forma del Señor. Recitar el nombre del Señor con todo el corazón es el verdadero Smarana. El canto del Nombre no debe hacerse para ganar la aprobación de los demás ni para aparentar. Es suficiente si somos capaces de complacer al Señor. En el proceso, nos unimos con la Divinidad. (Discurso, 14 de septiembre de 1997)