Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 19 de junio de 2023

141

Hablando sinceramente, la vida humana es santa, sublime, sagrada, siempre nueva, siempre fresca. Los Upanishads procuran elevar y despertar al hombre a la consciencia de esta verdad porque el hombre duerme en la ignorancia, envuelto en su ego y sus deseos. «Despierten y adoren al Sol, reconociendo la realidad de ustedes en la luz de sus rayos». Este es el llamado que reverbera desde los Upanishads. Pero el hombre está sordo a esta súplica. Tres eshanas (deseos ardientes) retienen al hombre: está enamorado de la riqueza, la esposa y los hijos. Estos obstruyen cada uno de sus pasos y acciones, como si fuesen discapacidades para el avance espiritual. Por supuesto, los recursos financieros son esenciales para el proceso de la vida, y no se puede evitar el trabajar por ellos. Pero, más allá de cierto límite, las riquezas engañan a la mente y acrecientan la arrogancia. Deben ser utilizadas para buenos propósitos, para promover la virtud y el bienestar, nutrir el Dharma (la virtud), y cumplir con nuestros deberes a lo largo de la senda divina. Si las riquezas se gastan para satisfacer deseos pasajeros, nunca son suficientes, y el ego descubre nuevas y más atroces formas de ganar y gastar. Sathya Sai Baba. Discurso de 13 de abril de 1981.