Mensaje de la pizarra de Prashanti Nilayam del día 20 de diciembre de 2020

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Sin una fe firme en la omnipresencia de lo Divino, la devoción no tiene sentido. Al desarrollar fe, la devoción aumenta y le permite a uno afrontar todas las vicisitudes de la vida con fortaleza y serenidad, considerándolas como designios de la Providencia. Finalmente, la devoción centrada en Dios conduce a la unión con lo Divino. Hoy en día, la devoción comienza con el ritual matutino del yoga (una forma de adoración), progresa hacia el “bhoga” (disfrute) al mediodía, y termina con “roga” (enfermedad) a la noche. «Satatam Yoginah», dice el Gita. Estar absorto en lo Divino es siempre la marca del “yogui”. Esto no se puede lograr de un solo salto, pero se puede lograr a través de la práctica constante. La autorrealización es la meta. El Amor es el medio. Es por medio del cultivo del Amor que la vida puede alcanzar su plenitud. Todos deben esforzarse por lograr esta plenitud, llenando esta aventura humana con la dulzura del amor y transformándola en una expresión de la Divinidad. Ésta es Mi bendición para todos ustedes. (Discurso del 19 de enero de 1986)