A través de la actividad, el hombre logra pureza de conciencia. De hecho, el hombre tiene que dar la bienvenida a la actividad con este propósito en mente. Pero, ¿por qué luchar por una conciencia pura? Imaginen un pozo con agua fangosa y contaminada por lo cual no se puede ver su fondo. Cuando se limpia el agua y se vuelve clara, entonces se puede ver bien el fondo. De igual forma, dentro del corazón del hombre, en lo profundo de su conciencia, está el Atman (Espíritu Divino). Pero solo puede ser conocido cuando la conciencia se clarifica. Lo que se imaginan, sus deducciones, sus juicios y prejuicios, sus pasiones, emociones y deseos egoístas enturbian la conciencia y la opacan. ¿Cómo, entonces, pueden volverse conscientes del Atman que está en la base misma? A través del seva (servicio) realizado sin ningún deseo de apaciguar el propio ego, y con la única finalidad del bienestar de los demás, es posible limpiar la conciencia y hacer que se revele el Atman. -Sathya Sai. Discurso, 6 de marzo de 1977.