Discursos dados por Sai Baba – 05. 16/02/92 Grama Seva es Rama Seva

Discursos dados por Sai Baba

{SB 25} (39 discursos 1992)

05. 16/02/92 Grama Seva es Rama Seva

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 25 cap. 5 )

Grama Seva es Rama Seva

16 de Febrero de 1992

La unión es fuerza.

Con unidad cualquier cosa puede lograrse, como las hormigas que colectivamente pueden destruir incluso a una serpiente pitón.

El honor de una comunidad reside en su moralidad.

Sin moralidad la comunidad pierde su honor y su nombre.

Solo puede llamarse “comunidad” a aquella que cultiva la moralidad.

¡Escuchen!, nobles hijos de Bharat, esta profunda verdad.

¡Encarnaciones del Espíritu Divino! ¡Funcionarios de las aldeas reunidos aquí! Para que un individuo progrese, un pueblo se desarrolle o una nación prospere, la conciencia social y el sentido de unidad son esenciales. La unidad protege al hombre.

La falta de unión convierte al hombre en presa de preocupaciones de todo tipo. “Sanghe bali Kali Yuge” (“En la unión reside la fuerza en la Era de Kali”). Esta frase proclama que no hay mayor fuerza que la que se obtiene de la unidad.

Cuando recordamos la historia de Bharat, vemos que diversos pueblos –los musulmanes, los portugueses, los franceses y los británicos– invadieron el país y trataron de cambiar su antigua cultura y sus instituciones. La nación no carecía de hombres de valor o erudición, de eminentes líderes políticos u hombres de ciencias. Sin embargo, como no había unidad entre ellos, la nación fue sometida a diversas calamidades.

La unidad es la necesidad suprema para los bharatiyas La unidad debería ser la consigna suprema de los bharatiyas.

Se alcanzó la libertad, pero no la unidad. Esto se debe a que la visión abarcadora queda continuamente eclipsada. El fanatismo intolerante, el disenso en cuestiones de religión y de castas, y las ambiciones egoístas y egocéntricas se han combinado para degradar las cualidades humanas hasta su punto más bajo. Otro poderoso factor responsable de la declinación moral del país es la ausencia de un sentimiento de unidad nacional y del respeto por una cultura nacional común.

En el Mahabharata, cierta vez Dharmaja hizo una importante declaración. Él dijo: “Cuando alguien de afuera ataca nuestro país, todos nos movemos como uno, los ciento cinco de nosotros (los cien Kauravas y los cinco hermanos Pandava). Sin embargo, cuando hay diferencias internas, solo nosotros cinco estamos juntos”. Esta declaración enseña que, cuando los intereses nacionales están en juego, todos en el país deberían estar unidos como hermanos. Aunque todos deberían trabajar al unísono, en asuntos que afectan a los individuos suelen perdurar las diferencias.

Los cuatro pilares del edificio nacional Hoy la situación del país exige que todos los bharatiyas se unan como hermanos para luchar por el progreso, la prosperidad y el bienestar de la nación. Esto significa que, en bien de la nación y la sociedad, cuatro elementos son esenciales: la Igualdad, la Unidad, la Cooperación y la Fraternidad, que son como cuatro pilares del edificio nacional. Si alguno de estos falta, el edificio se vendrá abajo. Por lo tanto, la gente debería cultivar la igualdad y la unidad.

Para la divinidad inherente en el hombre, el hombre mismo es la autoridad. El término “hombre” deriva del vocablo “mente”.

“Mente” significa un conjunto de pensamientos. Y los pensamientos son la causa de las alegrías y las penas experimentadas en la vida cotidiana. Por ende, solo cuando la mente está llena de pensamientos puros la existencia humana cobra sentido.

Si el jefe de una aldea se considera a sí mismo un servidor de la aldea, será capaz de prestar servicio desinteresado.

¿Puede una persona obsesionada con el poder tener un corazón puro? No. Por lo tanto, el jefe de la aldea debe convertirse en el servidor de esta.

Los funcionarios de la aldea son como un puente entre el Gobierno y la gente. Solo cuando este puente es fuerte y seguro, pueden existir buenas relaciones entre el Gobierno y las personas.

Cuando hablamos de funcionarios de la aldea, recordemos que, en las aldeas, se le dice Grama Adhikari (funcionario de la aldea) a aquel que no siente antipatía hacia nadie. Es alguien que trata a todos por igual. Solo cuando tales términos se comprenden bien y la gente actúa en conformidad, el hombre lleva una existencia significativa.

En el vasto océano, aparecen innumerables olas. Cada ola parece diferente de la otra. Sin embargo, a pesar de estas diferencias las olas no son diferentes del océano. Las olas surgen del océano y están hechas del mismo elemento. De igual modo, aunque los seres humanos parecen diferentes unos de otros, debe recordarse que todos ellos han emergido del océano de Sat-Chit-Ananda. Muchos olvidan esta verdad y se identifican con el cuerpo temporal; por eso están padeciendo diversas dificultades. Para las personas que están atrapadas en las redes de las búsquedas y los deseos mundanos, el faro de la espiritualidad muestra la senda hacia la emancipación. La espiritualidad es fundamental para revelarle al hombre los medios para el florecimiento de sus cualidades.

Consideren a toda la humanidad como una familia Espiritualidad no significa llevar una vida solitaria y ascética, sino considerar a toda la humanidad como una familia y tomar conciencia de la unidad en la diversidad. Esta es la esencia de la cultura india.

Esta antigua cultura, enraizada en las aldeas, se extendió a las ciudades con el correr de los años. Hoy la situación se ha invertido. Las prácticas de las ciudades están llegando a las aldeas.

La educación moderna y la forma de vida moderna no pueden servir para mejorar la calidad de vida. Las personas deben meditar acerca de los valores de la cultura que nos ha sido legada desde la Antigüedad.

El bienestar de la aldea determina el bienestar de la nación.

Hay que asegurar el progreso de la aldea, proporcionando las comodidades esenciales a los aldeanos, promoviendo la cooperación mutua y desarrollando sentimientos fraternales entre ellos. En la relación entre individuos, puede haber diferencias.

Sin embargo, habría que dejarlas de lado para concentrar todos los esfuerzos en el desarrollo de la aldea como un todo.

Cuando la lluvia cae del cielo, el agua de lluvia es totalmente pura. Sin embargo, según la naturaleza del lugar donde cae, el nombre y la forma del agua serán distintos. Del mismo modo, puede haber diversidad entre los hombres debido a factores regionales o de otra naturaleza, pero deberán tenerse en cuenta las razones históricas para esta diversidad.

Condúzcanse de un modo ideal y sagrado ¡Encarnaciones del Amor! Solo cuando se formen para ser buenos funcionarios de las aldeas, los aldeanos disfrutarán de paz y prosperidad. Lo pasado es pasado. Sin embargo, el futuro depende de lo que ustedes hagan en el presente. Las acciones de hoy determinarán la forma de las cosas en el futuro. Si desean asegurarse un gran futuro, tienen que actuar en el presente de un modo ideal y sagrado.

Si hoy se ha reunido aquí un número tan grande de funcionarios de las aldeas para un programa de entrenamiento, esta debe considerarse una ocasión ejemplar. Puede haber diferencias y problemas de diversas clases entre ustedes como individuos. Sin embargo, déjenlos de lado y concéntrense en promover el bienestar nacional. Consideren el bienestar de la nación como su propio bienestar. Alberguen el sentimiento sagrado de que el bien de la nación es su propio bien. No puede haber sentimiento más noble que este en un ser humano.

El verdadero ser humano se distingue por cultivar una visión amplia. Cuando tiene esa visión, puede transformar el escenario nacional. El bienestar de la nación depende del individuo.

El bienestar individual depende de la familia. A su vez, el bienestar de la familia está ligado a la situación de la aldea, y así sucesivamente hasta llegar a la nación. En la base de todo, está el individuo. Y solo cuando todos los individuos
de una comunidad actúan en forma conjunta, la sociedad puede progresar.

Por lo tanto, la unidad es el medio esencial para lograrlo todo.

Hoy han concurrido funcionarios de alto rango de la capital del distrito y del estado, y varios ministros para lanzar este programa tan importante. Deseo que todos ustedes cooperen con ellos de todo corazón para que las aldeas de este distrito puedan servir de ejemplo ideal para el resto del estado.

No deberían existir los grupos Tengan en cuenta un factor importante: en las aldeas hay muchos grupos rivales. Los funcionarios de las aldeas deben asegurarse de que no existan estas fuerzas divisivas. Hoy, en cada aldea hay varias facciones. Esto no está nada bien. El hombre que no siente que esta es su Madre Patria y que no tiene amor por su país o por su lengua materna es un cadáver sin alma. Cada aldeano debería estar orgulloso de su aldea y sentirse uno con todos los demás aldeanos. Hagan el máximo esfuerzo posible por fomentar ese sentido de unidad.

El ministro admitió que la remuneración que se les estaba ofreciendo es magra. Sin embargo, ustedes no deben dejar que este factor influya en su ánimo. Cuando cumplan bien con sus deberes, su remuneración también mejorará. Sin tener en cuenta la remuneración, dedíquense al desarrollo de sus respectivas aldeas. Cualesquiera sean las comodidades que necesiten para realizar su trabajo, no deben recurrir a métodos sin sentido, como la huelga, para asegurarse una compensación. Con esos métodos se causa daño a las aldeas para obtener ganancias egoístas. Las protestas y las huelgas son medidas que carecen totalmente de sentido y causan grandes inconvenientes al público.

No hay nada heroico en estas formas de agitación. Con ellas se rompe la trama política. Si los funcionarios de las aldeas actúan con valor y devoción, pueden hacerle un gran bien a la gente.

El papel de los jefes de las aldeas Actúen con valor y dedicación para asegurar la prosperidad de las aldeas y esfuércense por obtener una buena reputación para sí mismos. Esta es la principal tarea que tienen por delante.

En la Antigüedad, el jefe de la aldea era tratado con gran respeto y considerado “el León del pueblo”. Esto no significa que él trataba despóticamente a los aldeanos, sembrando el terror. Por el contrario, él era el protector de la aldea, como jefe de esta.

Sri Diwakar Reddy (el ministro de Rentas Públicas) dijo que el jefe de la aldea era para la aldea lo que el recaudador era para el distrito y lo que un ministro era para el estado. Él tiene que cumplir con su deber de recaudar impuestos y con los demás asuntos de manera apropiada. Los funcionarios de las aldeas deberían sentirse afortunados de que se les haya asignado este puesto. Tienen que estar a la altura de la responsabilidad que se les ha confiado. Si se enorgullecen de su estatus oficial y pasan por alto sus responsabilidades, serán culpables de traición a la aldea y a la nación.

Los derechos y los deberes son como las dos ruedas de una carreta Los hombres tienen tanto deberes como derechos, pero hoy están más interesados en sus derechos que en sus deberes.

Los derechos y los deberes son como las dos ruedas de una carreta o las dos alas de un ave. Ambos son esenciales.

Cuando se cumple adecuadamente con los deberes, los derechos quedan asegurados de forma automática. Si cada uno examina dentro de sí hasta dónde está cumpliendo con sus deberes, se dará cuenta de que sus derechos también están protegidos.

En la Antigüedad, cuando no había ministros ni funcionarios de distrito, el jefe de la aldea cumplía todas las funciones. Él cuidaba del bienestar de los aldeanos, y estos vivían en unidad y armonía. Hoy, cada familia parece ser una casa dividida. No hay unidad. Si los cinco dedos de una mano no funcionan en unidad, la mano será inútil. Hay cinco cualidades en el hombre:

Sathya, Dharma, Shanti, Prema y Ahimsa (Verdad, Rectitud, Paz, Amor y No violencia). Estas cualidades humanas deben nutrirse. Hoy la paz está ausente debido a que el temor al pecado y el amor a Dios han declinado y el hombre se ha degradado a sí mismo. Si hay temor al pecado, amor a Dios y moralidad en las personas, la humanidad será verdaderamente humana y habrá armonía en la sociedad.

Cuando cultivan cualidades humanas, como la compasión y el amor, y actúan en forma conjunta, con un sentido de consideración mutua y amistad, pueden prestar un valioso servicio a la gente. Con su desempeño, deben convertir al distrito de Anantapur en un ejemplo y un ideal para toda la India.

“Grama Seva es Rama Seva” (“El servicio a la aldea es servicio a Dios”). No tiene ningún valor adorar a Rama si no sirven bien a su Grama (aldea). Sin embargo, si no han instalado a Rama en sus corazones, ¿qué sentido tiene construir un templo para Rama? Santifiquen sus corazones y hagan que la aldea sea un santuario en sus corazones para el Señor. Cuando conviertan su servicio a la aldea en servicio a Sri Rama, estarán promoviendo su bienestar de todas las formas posibles, económica, social, moral y espiritualmente. No necesitan esforzarse por alcanzar la salvación como una meta separada. El servicio a la aldea de por sí asegurará Mukti (la liberación). Tengan en cuenta esta verdad y actúen conforme a ella en la vida diaria.

Este es Mi mensaje para todos ustedes. Les deseo a todos felicidad, paz y prosperidad.

Discurso pronunciado para los funcionarios administrativos de las aldeas del distrito de Anantapur, en el Auditorio del Instituto, en Prashanti Nilayam, el 16-2-1992.

La senda más fácil hacia la realización del Ser es la entrega del ego: sharanagati.

BABA