Discursos dados por Sai Baba – 08. 18/02/64 Dharmakshethra

Discursos dados por Sai Baba

{SB 04} (52 discursos 1964)

08. 18/02/64 Dharmakshethra

18 de Febrero de 1964

Venkatagiri

Esta es la reunión inaugural de la Academia de Sabios Védicos de Prashanti (Prashanti Vidwanmahashaba), establecida para promover entre toda la humanidad el conocimiento y la práctica de las verdades, las creencias y las disciplinas fundamentales del Sanathana Dharma o Religión Eterna. Raja Saheb acaba de expresar su gran alegría y satisfacción de que yo esté poniendo en movimiento la rueda de la renovación desde el palacio, pese a que muchos otros lugares tienen derecho a ese honor. El año pasado fue en Rajamundry, sobre las arenas de una isla del río Godavari, el día del natalicio de Sri Rama, donde anuncié a los pandits reunidos a mi alrededor los objetivos de esta Academia. Naturalmente, los devotos de allí se prepararon con la esperanza de que la sesión inaugural se efectuara en su ciudad; sin duda Rajamundry es un lugar digno de tal honor. Con su pasado histórico y el gran número de grupos de creyentes e instituciones que están promoviendo, ocupa una alta posición entre los continuadores de la tradición. Sin embargo, la reunión inaugural aquí, como todas las cosas buenas y las oportunidades afortunadas, ha sido también ganada no tanto por el esfuerzo como por el mérito, el mérito acumulado a lo largo de años e incluso de siglos y edades.

Éste es, pues, un suceso trascendental, ya que representa nada menos que la aurora de la era dorada de la liberación de la humanidad. Venkatagiri ha sido, durante siglos, el asiento de una familia real dedicada a sostener, proteger y fomentar el dharma, y así se ha ganado este honor.

¡Sólo piensen cuántos templos fueron construidos o renovados por la generosidad de los rajás de Venkatagiri! Tomen en cuenta el número de pandits que han patrocinado y alentado, el gran número de libros religiosos que sus donaciones han ayudado a publicar. Consideren la atmósfera de dharma que han establecido en este estado durante siglos. Vean el interés que la familia muestra aun ahora, cuando su estado y posición han sido barridos por las tempestades de los cambios políticos.

Esta tierra de Bharat ha mantenido el ideal del dharma. Éste es la raíz de su cultura, la fuente de su vigor y de su vitalidad. El sendero hacia Dios es el karma basado en el dharma, es decir, la acción regida por los principios de la rectitud. Ése es también el sendero hacia la felicidad, el contento y la paz y, por lo tanto, el poder. Ahora el sendero ha sido obstruido por el crecimiento de arbustos y malezas y los puentes necesitan reparación. La gente ha olvidado la meta, el sendero y el hábito de caminar por él. Ese camino es el único refugio; debe seguirse mañana, si no hoy, pues la meta está al final de ese camino. Ha sido establecido siglos atrás, más allá de la memoria de la historia, en los Vedas. «Hablen la verdad, practiquen la rectitud», dicen los Vedas. Estos pandits, instruidos en los Vedas y en las escrituras, saben cuál es esa rectitud (dharma) y se la pueden explicar sin distorsión. Por eso tienen que venir a ellos con reverencia y sentarlos entre ustedes y recibir la luz de ellos; pero como el saber no es ser, deben tratar de trasladar a su vida diaria lo que aprendan de ellos. La vida moral es la mejor prescripción para una vida feliz.

El corazón de cada uno es un dharmakshetra (campo del dharma) donde se libra la batalla entre las fuerzas del bien y las del mal. En verdad todo el país es un dharmakshetra. Así, las madres y los niños de esa tierra deben dedicarse al dharma por encima de todo. El Gita comienza con la palabra Dharmakshetra y termina con las palabras Sarva Dharman parityajya («Por medio del dharma tienes que trascender el dharma»). También por este motivo Kausalya exhortó a Rama cuando se fue a la selva: «Que el dharma que tú estás defendiendo con este acto sea tu guardián mientras estés en la selva como exiliado». Y Rama defendió el dharma bajo las circunstancias más terribles. Cuando, después de la muerte de Rayana, se hicieron los arreglos para la coronación de Vibhishana, éste rogó que el mismo Rama lo coronara en la ciudad de Lanka, pero Rama declaró que su voto y las órdenes de su padre no le permitían entrar en ninguna ciudad durante los años de exilio y ese periodo no había terminado aún. Así, la ceremonia fue presenciada solamente por Sugriva y otros. Rama demostró con sus acciones cuán escrupulosamente debe observarse el dharma. Queremos madres que sean sabias y niños que sean firmes en la práctica del dharma.

La práctica, esto es lo importante en los asuntos espirituales. La erudición es una carga, muy a menudo una desventaja. Mientras se crea que Dios está muy lejos, en templos y lugares santos, el hombre sentirá la religión como una carga y un obstáculo.

Implanten a Dios en su corazón y se sentirán livianos, sin carga y hasta fuertes. Es como la cesta de comida; cuando se lleva en el hombro se siente pesada: están demasiado débiles para cargarla; pero siéntense y cómanla; aun cuando el peso total no haya desaparecido, se sentirán más livianos y más fuertes. Si ésa es la consecuencia de ingerir el alimento, hagan lo mismo con la idea de Dios: no lo lleven en el hombro, llévenlo dentro.

Mantengan el recuerdo del Señor y de su gloria siempre con ustedes; esto aligerará sus pasos y llegarán pronto a la meta. Una madre que viene del pozo con una vasija de agua en la cabeza, otra en la cadera y una tercera en la mano se apresura a llegar a su casa, ya que está siempre pendiente del niño que ha dejado en la cuna. Si olvida al niño, su paso se vuelve lento y camina de aquí para allá hablando con todas sus amigas. Igualmente, si Dios —la meta— no es guardado en la memoria, habrá que andar errando por muchos nacimientos y llegar tarde a la casa.

Dios es el soplo vital de cada alma. Aprendan a vivir cada momento en su gloria, en su recuerdo, en su contemplación. Esto es lo que enseñan los Vedas y los Shastras.