Discursos dados por Sai Baba – 22. 08/10/86 Los Devotos Inmortales

Discursos dados por Sai Baba

{SB 19} (30 discursos 1986)

22. 08/10/86 Los Devotos Inmortales

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 19 cap. 22 )

Los Devotos Inmortales

8 de Octubre de 1986

Entre todas las formas de prácticas espirituales o sadhana, la devoción al Señor (bhakti) es la más fácil y la más santa. La palabra bhakti se deriva de la raíz “bhaj”, con el sufijo “ti”. Significa seva o servicio. Denota un sentimiento de amistad junto con cierto temor reverencial o admiración.

Cada uno de nosotros es una criatura de las gunas sattva, lo bueno, rajas, la pasión y tamas, la inercia; comprender lo que los trasciende, requiere una actitud de humildad y reverencia. Adoren lo Divino por medio del servicio. La devoción exige que se utilicen la mente, la palabra y el cuerpo para adorar al Señor. Representa el amor total. La devoción y el amor son inseparables e interdependientes.

La devoción es el medio para la salvación. El amor es la expresión de la devoción.

Narada declaró que la adoración del Señor con un amor ilimitado es devoción. Vyasa sostenía que realizar el culto con amor y adoración es devoción. El rishi Garga declaró que servir al Señor con pureza de mente, palabra y cuerpo es devoción. Yajñavalkya sostenía que la verdadera devoción consiste en controlar la mente, volcarla hacia adentro y disfrutar la bienaventuranza de la comunión con lo Divino. Otra manera de ver la devoción es la concentración de la mente en Dios y experimentar la unidad con lo Divino.

Gánense el amor por medio del amor Aunque muchos sabios han expresado diferentes puntos de vista acerca de la naturaleza de la devoción, la característica básica de la devoción es el amor. El amor está presente en cada ser humano, no importa en cuán pequeña medida. El individuo (jiva) es un aspecto de lo Divino, que es la personificación suprema del amor. El hombre también es una personificación del amor, pero debido a que su amor está dirigido hacia objetos mundanos, se va manchando y él es incapaz de obtener una visión de Dios en toda su belleza.

De ordinario, la gente considera que ofrecer adoración a Dios, recitar Su nombre y meditar en Él constituyen la devoción. La verdadera devoción significa realmente instalar lo Divino en el corazón y disfrutar la bienaventuranza de esa experiencia. Es la unión mística del alma individual y de lo Universal. Cuando el devoto ora ardientemente desde el fondo de su corazón y brota su amor, la devoción se manifiesta. Ganar el amor por medio del amor es el aspecto vital de la devoción. La oración no significa sólo apelar a Dios por favores. Es un medio de transmitirle a Dios los propios problemas, deseos y aspiraciones y de ofrecer los propios méritos y los frutos de las acciones a Dios. La cualidad básica de la devoción es el anhelo por realizar la unidad con lo Divino.

Dos clases de devoción La devoción es de dos clases. Una es la de adquirir conocimiento acerca de Dios y transformarse uno mismo. Éste es un proceso natural mediante el cual uno empieza con lo físico, prosigue con lo mental y finalmente logra la meta espiritual de la fusión en lo Divino. Pero al tomar este camino de conocimiento, sólo el individuo interesado puede beneficiarse. En el segundo tipo de devoción, el devoto no sólo se beneficia a sí mismo, sino que comparte su experiencia con otros y los beneficia también. Un devoto tal no sólo se salva sino que ayuda a otros a salvarse a sí mismos.

El amor fluye todo el tiempo con ininterrumpida corriente a través de toda la humanidad. Pero al volcar este amor hacia los objetos mundanos y placeres pasajeros, el hombre está perdiendo la oportunidad de hacer de su vida una existencia llena de propósito y de asegurarse una bienaventuranza duradera. El hombre debe dirigir este amor hacia Dios para lograr la verdadera meta de la vida. El amor por lo Divino no se desarrolla con educación secular o estudio de las Escrituras. Brota del corazón. El que está lleno de amor por lo Divino no será atraído por ninguna otra cosa más en el mundo ni se someterá a nada degradante o indigno.

El amor es altruismo. El devoto lleno de amor por el Señor recibe lo que parece ser un castigo como algo para su propio bien.

Hasta cuando el Señor parece estar iracundo, Su compasión es evidente. La bondad de Dios se puede ver incluso en el castigo.

Por eso, nadie debe alimentar la queja de que él está siendo discriminado para sufrir una penalidad. Hasta el castigo es un medio de llevarlo a uno a Dios. El despliegue de ira es para salvaguardar al devoto. El verdadero devoto es aquel que reconoce esta verdad y acoge lo que le sucede como para su propio bien. Dejando a un lado el interés por los asuntos mundanos, debe concentrarse en los medios para realizar lo Divino.

Los nueve pasos de la devoción Los sabios describieron nueve pasos para expresar la devoción a Dios y alcanzarlo. Son: 1) el escuchar las glorias de Dios (shravanam); ) el cantar las glorias de Dios (kirthanam); 3) el recordar siempre al Señor (Vishnusmaranam); 4) el adorar los pies del Señor (padasevanam); 5) el ofrecer adoración diaria (archanam), ) la postración (vandanam); 7) el servicio dedicado (dasyam); 8) el afecto (sneham) y 9) la sumisión total (Atmanivedanam). Muchos devotos que han seguido uno u otro de estos métodos han sido personas de grandes almas e incluso, algunos de ellos, grandes emperadores.

Shravanam: El rey Parikshit, en el momento en que se enteró de que había sido condenado por Sringi, a morir siete días después, reunió a todos los sabios para averiguar la mejor manera de utilizar cada momento del resto del tiempo de vida que le había sido otorgado. Él sentía que desperdiciar el tiempo era desperdiciar la vida. Apeló a los sabios para que le aconsejaran cuál sería la mejor manera de pasar esos siete días. Cuando el sabio Shuka entró en la asamblea, el rey le pidió que redimiera su vida convirtiendo lo que era una maldición en una bendición. Shuka le enseñó al rey continuamente, día y noche, acerca del Supremo Señor y Sus encarnaciones y glorias. Escuchando las palabras de Shuka, Parikshit quedaba inmerso en un océano de bienaventuranza.

Todos los sabios presentes se sintieron igualmente extáticos y perdidos en la contemplación y amor del Señor. Al disfrutar de las historias acerca del Señor, Parikshit estaba lleno de devoción y experimentó al Señor dentro de sí. Él ejemplificó cómo la devoción puede encontrar la más alta expresión en el mero escuchar las glorias del Señor.

Kirthanam: El sabio Shuka le enseñó cómo escuchando las hazañas del Señor, cantando Sus glorias y recitando constantemente Su nombre, se puede alcanzar la suprema meta de la realización en Dios. Shuka experimentaba la bienaventuranza de la unión con Brahman al disfrutar cantando Sus glorias.

Vishnusmaranam: Prahlada es el supremo ejemplo del devoto que tiene sus pensamientos siempre centrados en Vishnu, sin importar si estaba sometido al dolor o al placer. “Namo Narayana” fue su respuesta a cada odisea. Él repetía sin cesar los nombres del Señor, sin preocuparse por las torturas a las cuales era sometido por los demonios enviados por Hiranyakashipu. No estaba ni asustado ni afligido, sino plenamente consciente de que el cuerpo compuesto de los cinco elementos era perecedero, mientras que el morador interno era eterno. Por esto, no se preocupaba por lo que sucedía con el cuerpo. Todos sus pensamientos estaban siempre concentrados en Dios.

Padasevanam: No todos los devotos tienen ocasión de adorar los pies del Señor. Aun cuando la oportunidad está disponible, la mayoría de la gente la usa para fines materiales. La diosa Lakshmi —consorte de Vishnu— es el supremo ejemplo de alguien que se dedicó totalmente a la adoración de los pies del Señor, considerando los pies como fuente de toda la creación, juzgándolos supremamente sagrados debido a que estaban siendo lavados por el mismo Brahma, maravillándose ante ellos como los pies que habían medido todo e
l cosmos, y venerándolos como omnipenetrantes.

Archanam: El emperador Prithu se destaca como el ejemplo de este tipo de devoción. En todas las circunstancias, Prithu se adhirió a la adoración de Hari como su primordial ocupación. Él veía al Señor en cada cosa en el universo. Por ende, dedicaba cada pensamiento, palabra y acción a lo Divino.

Vandanam: Akrura es un ilustre ejemplo de un devoto que santificó su vida por su constante postración ante el Señor, ofreciéndole obediencia con humildad y pureza. Vandanam no sólo significa unir las palmas y ofrecer salutaciones. Significa ofrecer al Señor todo lo que hacen los sentidos de percepción y de acción en un espíritu de total entrega. Akrura adoraba al Señor en este espíritu de total sumisión a la voluntad divina. De allí que podía tener la visión de Vishnu en todas partes.

Dasyam: Hanuman es el gran ejemplo de este tipo de devoción.

Concentrarse en el nombre de Rama y hacerle servicio a Rama eran las preocupaciones de Hanuman todo el tiempo. Él no era un ser ordinario. Era maestro de las 64 ciencias y artes, un héroe de la paz, que poseía inmensa fuerza y sabiduría. Hanuman examinaba todo aquello que venía a sus manos, para ver si tenía el nombre de Rama en él. Si no estaba allí, lo desechaba; hasta arrojó una preciosa gema como un pedazo de piedra inútil.

Mientras construía el puente hacia Lanka, Hanuman arrojaba rocas en el mar, pronunciando el nombre de Rama y éstas subían a la superficie. Las letras “Ra” y “Ma” estaban escritas en piedras separadas y cuando se las lanzaba al mar ellas se unían en la superficie y fue así como se formó el puente. Cada pelo de Hanuman retumbaba con el nombre de Rama. Era un devoto que recordaba a Rama en todo momento, así fuera en la alegría o la aflicción. Él no tenía ningún sentido de ego. Había abandonado todo sentimiento de “lo mío” y “lo tuyo”. Cuando los rakshasas le preguntaron en Lanka quién era, él declaró con toda firmeza: “Yo soy un servidor del Señor de Koshala (Rama)”. En todas las situaciones, se describía como un servidor de Rama.

Las cualidades de un verdadero devoto Aquellos que, en estos días, se llaman devotos, ponen la ceniza sagrada en sus frentes mientras van a un templo y se la quitan a su regreso. En tanto están cerca de Swami se comportan como devotos. Pero cuando van a un lugar donde la religión no es favorecida, mencionan sus visitas a Puttaparti de una manera casual y declaran que no son devotos de Swami. ¿Cuál es el valor que se puede dar a la devoción de personas tan pusilánimes? La verdadera devoción consiste en defender valientemente su fe en cualquier sitio y en cualquier momento. Hanuman era un devoto así de valiente y firme. Por sus devotos servicios al Señor, redimió su vida y se volvió inmortal.

Maitri (La amistad): El gran ejemplo de esta clase de devoción es Arjuna. Arjuna y Krishna vivían muy estrechamente juntos. Arjuna acompañaba a Krishna como su sombra. Él experimentó innumerables problemas y fue objeto de calumnia y abuso. Pero a través de todas estas experiencias, no permitía que su fe en Krishna vacilara.

Siempre oraba: “¡Krishna! Tú eres mi única esperanza y refugio. No hay ningún otro para protegerme”. De esta manera, mirando a Krishna como a un amigo, pariente y su otro yo, Arjuna confiaba en Él, para todo. Krishna, por su parte, estaba siempre listo para actuar como el auriga de Arjuna en la batalla. Arjuna hizo de Krishna el conductor de su vida. Krishna, por esto, adquirió el apelativo de Parthasarathi, que significa el auriga del Partha (Arjuna).

Atmanivedanam o Atmarpanam (Entrega o sumisión del ser):

El emperador Bali, el nieto de Prahlada, fue un ejemplo de un devoto que se sometió totalmente al Señor, Le ofreció todo lo que poseía y así santificó su vida. Estaba totalmente dedicado en su devoción al Señor y preparado para ofrecerle su cabeza e ir al otro mundo.

No había sacrificio alguno suficientemente grande para ganar la gracia del Señor. Cuando su gurú, Shukracharya, le aconsejó que renegara del don que le había prometido a Vamana, Bali rechazó el consejo, declarando que su vida, su cuerpo y todo lo que tenía le pertenecía al Señor.

La devoción y la sociedad Muchos hombres de gran alma e importantes reyes practicaron estos diferentes estilos de devoción en el pasado y quedaron como ejemplos para el mundo.

La devoción, decían los sabios, no debe ser solamente para lograr la salvación individual sino que debe poder expresarse en alguna clase de acción colectiva. Al ofrecer adoración u oración en aislamiento y para el solo bien de uno, se disfruta de alguna clase de egoísmo. Los antiguos creían que lo Divino no puede lograrse si uno es egocéntrico. Entre los cristianos y musulmanes, aún existe la práctica de que alguien lea pasajes de las Escrituras que, a su vez son repetidos por la congregación presente. Los sabios de la India valoraron las oraciones comunitarias para el bienestar del mundo como buenas para el individuo y para el mundo.

En el año 1459 d.C., Guru Nanak, el primer gurú de los Sikhs, empezó la práctica de los bhajans (cantos comunitarios). Esta práctica se difundió con el curso de los años y en 1798, el gran santo del Sur de la India, Tyagaraja, les dio a los bhajans forma musical (raga) y ritmo (tala). Desde entonces, los bhajans han adquirido arraigo nacional en todas partes del país.

Los Bhajans tienen el propósito de armonizar los sentimientos Los bhajans no deben ser considerados como una manera de pasar el tiempo. Son para armonizar los sentimientos, el cantar, y el ritmo de los participantes para que experimenten al unísono la unicidad de lo Divino. Tales bhajans se juzgan espiritualmente eficaces.

La devoción debe recibir un lugar preeminente en los bhajans.

Deben estar sobrecargados de amor. Cuando los bhajans fueron introducidos por primera vez en las aldeas, Tyagaraja comenzaba con el canto: “Vengan, todos los benditos, vengan y unámonos Para cantar la gloria de Sri Rama”. Él también decía que si tienen a Kodandapani (Rama con el arco Kodanda) a su lado, no necesitan tener miedo de Dandapani (Yama, el Señor de la Muerte).

Fue con este espíritu de intenso amor por el Señor y de pura devoción que los bhajans fueron iniciados en el pasado. Pero en los bhajans de hoy, este espíritu de santidad está ausente. Se les da más importancia a la melodía (raga) y al ritmo (tala) que al sentimiento (bhava) y a la armonía (raga). La intención está dirigida más bien a complacer con un dulce cantar a los oyentes que a promover en ellos los más finos sentimientos de la devoción. Los sentimientos expresados en los bhajans deben hacer vibrar los corazones de los participantes y moverlos hasta el fondo.

La esencia de la devoción es el amor y no ejercicios formales de japa o adoración de varias clases. La adoración debe ser ofrecida a lo Divino que reside en todos los seres. El amor es Dios; vivan en el amor. El amor es el medio para realizar la bienaventuranza del Ser, que está centrado en nosotros mismos. No necesita ser buscado en otra parte. Puede ser encontrado dentro de uno mismo cuando todos los pensamientos están controlados y la mente es dirigida hacia dentro. Dediquen todas las acciones al Señor. Éste es el conocimiento más alto. Es el summum bonum de la existencia. El amor debe volverse una manera de vivir. Sólo esto es devoción verdadera.

Discurso en el Auditorio Purnachandra, el 8-10-1986.

Deben tener en cuenta que la gracia de lo Divino no puede ser obtenida con palabras dulces o cantando canciones. Si sus corazones están puros, lo Divino morará en ellos. A lo Divino no le gustan los despliegues de ofrendas o costosas parafernalias. Un corazón amoroso es el único medio hacia la gracia Divina.

—BABA