Discursos dados por Sai Baba – 24. 15/08/64 El árbol de sándalo

Discursos dados por Sai Baba

{SB 04} (52 discursos 1964)

24. 15/08/64 El árbol de sándalo

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 04 cap. 12 )

EL ARBOL DE SANDALO

15 de Agosto de 1964

Madrás

LA IMPORTANCIA que la antigua Cultura de la India da al dharma les fue explicada por el pandit; él describió los princípios más importantes de ese sutil ideal. El dharma o deber es los pies y moksha, la liberación, la realización, es la cabeza de la comunidad humana,`mientraS que las otras dos actividades humanas 0 purushartus, arta y kama, O sea, la búsqueda de comodidades y el deseo legítimo, forman el tronco y las extremidades. En la actualidad los pies y la cabeza son ignorados y los otros dos ` considerados vitales. Ésa. es la tragedia de la edad moderna. Bastantes advertencias en contra de esta tragedia han sido dadas en los antiguos textos de este país. Los Kauravas son claros ejemplos de la calamidad que espera a aquellos que persiguen los ideales del bienestar y del deseo, Sin la influencia reguladora · de la rectitud y de la liberación; estaban ebrios de poder, dominados por la codicia y el orgullo; tenían un deseo insaciable; sufrieron indecibles miserias y fueron destruidos.

Ravana cayó porque él se esforzaba por acumular riquezas y era llevado por el deseo. Sus «diez CabezaS» indican su dominio de los cuatro Vedas y de los seis Shastras; pero, ¿de qué le sirvió toda esa erudición? Anjaneya informó que Lanka estaba retumbando con la recitación de los Vedas y que el aire estaba espeso con el humo sacrificial. Pero los Rakshasas eran malos a pesar de toda esta exactitud ritualística. El ritual debe resultar en rectitud; de otro modo no es sino palabrería. Ravana buscó ganar a Prakriti, no al Purusha; a la manifestación, no al manifestador, !a Sita, no a Rama! y así, su vida resultó futil.

El deseo (kama) es un demonio de tres cabezas; cuando logran un deseo, desarrollan una mezquina codicia por retener la ganancia y ver que Se multiplique; cuando se ven frustrados en su deseo, desarrollan odio, resentimiento; es posible que ni las austeridades puedan transmutar un carácter, tal como se ve en el caso de Bhasmasura, que trató de destruir al mismisimo Señor que le había otorgado el don que buscaba! El deseo, la avaricia y la ira son todas formas de la cualidad rajásica, de la febril actividad que ignora los «medioS» mientras se concentra en la «meta». La cualidad rajáisica persigue la meta pero sin preocuparse demasiado por lo correcto del camino.

Hay una historia de algunos monos que sembraron un jardín de mangos. Replantaron los retoños, los regaron durante algunos dias, y luego los sacaron del suelo para ver cuán profundo habían crecido las raíces! Querían que crecieran rápido para que dieran frutos, pero no estaban concientes del único proceso mediante el cual podían Obtener los frutos que ansiaban. Actúen de manera correcta; luego reclamen el fruto. Cultiven con esmero y recojan la cosecha.

¿De qué sirve cargarse de deseos cuando no tienen las aptitudes para cumplirlos? Madhuranat le pidió una vez a Ramakrishna que le diera una oportunidad de disfrutar lo que se llama nirvíkalpa Samadhí (samadhi inconcíente), sobre el cual había oído hablar. Apesar de que Ramakrishna se negaba porque él no tenia la aptitud y el adiestramiento preparatorios para ello, insistió, y asi, cuando finalmente el maestro accedió y le hizo perder la conciencia durante tres dias, el pobre hombre protestó y pidió que diera término a la experiencia. Era una carga demasiado pesada para sus débiles hombros.

Los tres gunas deben ser trascendidos uno después del otro, transmutandose el tamas en rajas y el rajas en satva y, finalmente, también el satva, en el estado-Sin-características. Los gunas atan al hombre y dejan “impreSiones”. Tamas, la inercia, es como los gusanos que Se arrastran en la carroña; rajas, la pasión, es como la mosca que se posa tanto en cosas sucias como en cosas limpias; satva, la virtud, es como la abeja que visita Sólo fragantes tllores. Pero los tres son atraídos hacia los objetos, mientras que hay que librarse de toda traza de apego. Cuando los corazones están infestados de moscas y gusanos, hay que usar el insecticida de la recordación del nombre del Señor para desinfectar el lugar.

Ustedes deben reconocer el alto propósito de este cuerpo humano y la oportunidad única que tiene el hombre. Sólo entonces Se esforzarán por beneficiarse de esta porción de buena suerte duramente obtenida. Cierta vez un rajá Se encontraba cazando en la selva y, persiguiendo un venado, se alejó demasiado y descubrió que su escolta había quedado atrás. Perdió el camino y empezó a sentir hambre y sed. Finalmente, vio una cabaña donde vivían un pobre leñador y su esposa, que iba a vender leña en los pueblos distantes. Sus provisiones eran casi nulas, pero la esposa se las arregló para producir un roti (especie de galleta de harina) que el rajá comió con avidez. Sintió que nunca había probado algo tan sabroso, pues nunca había estado tan hambriento como entonces. Durmió profundamente esa tarde, pues nunca había estado tan cansado. Para ese entonces, los cortesanos y soldados llegaron donde se encontraba y el asombrado leñador supo que su huésped era nada menos que el monarca del reino. Se disculpó por la pobre comida que le había ofrecido, aun cuando el rey no había dicho nada al respecto. Al siguiente día vinieron unos hombres de la capital para llevarlo a la corte y el pobre hombre estaba seguro que iba a ser castigado por ofender al rey. Su esposa lo acompañó, ya que ella se ofreció a compartir la suerte de su señor. El rajá le dio un asiento e insistió en que Se sentara en él, un honor que el leñador sabía se reservaba usualmente a los animales que iban a ser sacrificados. Se le alimentó bien, junto con su esposa; otro honor que tales animales también recibían. Luego, el rajá le preguntó qué don quería pedirle, y el aterrado hombre sólo pudo decir: “;Por favor, dcjame ir a mi casa sano y salvo con mi esposa, por favor, no me cortes la cabeza!», gritaba. El rajá le dijo: «Yo no soy malagradecido para tratarte tan cruelmente. Si yo te doy una granja, tú la arruinarías, pues no sabes nada de agricultura; si te doy riquezas, los ladrones te las quitarían, pues vives solo en la jungla. Bien, yo te voy a dar una plantación de árboles de sándalo en esa selva, de 30 acres de extensión. Haz buen uso de ella y progresa». El leñador se sintió aliviado y se fue a la Selva.

Después de más O menos seis meses, el raj?á fue de nuevo a la selva de cacería y, recordando el, roti, fue a buscar al leñador. Lo encontró muy contento pues, según le contó, había empezado a vender carbón en vez de leña. Los árboles de Sán- dalo iban Siendo reducidos a carbón por ese hombre que no conocía el valor del don que había recibido. El hombre tampoco Se da cuenta del valor del precioso don del número de días de vida que ha recibido del Señor. Los malgasta en ganancias temporales. Ésa es la tragedia del hombre en todas partes.

El Sanathana Dharma O justicia Eterna ha estabecido las reglas y lineamientos para la mejor utilización posible de la vida, pero por falta de enseñanza, explicación y ejemplo, éstas han sido tristemente descuidadas.

Es como infligir lesiones a uno mismo, este abandono de las reglas que solas dan verdadera paz y felicidad. Es como la tontería de vivir de los desechos de su vecino, jmíentras en Su propia casa tiene listo un delicioso y nutritivo banquete!

Reformen el cuerpo, reconstruyan la mente; regulen la manera de vivir; entonces, el país automáticamente Se volverá fuerte y próspero. No se quejen de que es una vasija de barro, si contiene néctar, es mucho mejor que tener una vasija de oro con veneno en ella. El país puede ser rico, pero si la vida es mediocre, es deplorable. No importa si el nivel de vida es pobre, siempre que la manera de vivir sea pura, llena. de amor, de humildad, de temor al pecado y de reverencia hacia los mayores.

Es fácil restaurar este modo de vida, Siempre que los Vedas se vuelvan a estudiar y se sigan. La Madre Veda los impulsará con amor y cariño. Tengan fe; no descarten un diamante viéndolo como un pedazo de vidrio. El dharma establecido en los Vedas es la mejor armadura para resguardarlos del dolor.

Las mujeres deben observar el striharma o dharma correspondiente a las mujeres, y los hombres el purushastadharma, el correspondiente a los hombres; el padre de familia, el grihastadharma, el dharma del jefe de familia; el monje, Sanyasadharma O dharma del renunciante. Los símbolos externos como la cabeza rapada, el traje ocre, el bastón, el kamandalu o cuenco de mendigo, son como los alambres de púa erigidos para proteger de los depredadores una cosecha. Pero lo que ahora encontramos es que hay bastante barrera empezada por fuera, !pero ninguna cosecha por dentro!

Pueden tener un gran banquete en su plato, pero, a menos que sientan hambre, no estarán tentados a comer. Hay capacidades para cada tarea, así sea para comer o ayunar, así sea para llevar la vida de padre de familia O la de monje. Sólo una piedra, la que una vez había sido Ahalya y estaba saturada de meditación y remordimiento, pudo ser transmutada en forma humana y esto sólo por el toque de los pies de una encarnación divina. Todas las piedras pisadas por Rama no se transformaron en mujeres; ni ningunos otros de los pies que pisaron esa piedra tuvieron el poder de darle vida. El gurú debe tener el toque que despierta y el discípulo debe tener el deseo ir de despertar. La relación no debe ser como la de la serpiente que tiene una rana en la boca, la rana demasiado débil para escapar, la serpiente demasiado llena para tragarla. El gurú debe Ser capaz de salvar; el discípulo debe estar listo para ser salvado.

Dediquen todas las tareas como ofrendas a Dios. No se aparten nunca de esa actitud. Hanumán era un devoto de esta clase. Para él Rama era como el aliento vital. Después de la coronación, un día, Sita y los tres hermanos de Rama se reunieron y planearon excluir a Hanumán del servicio de Rama y querían que todos los distintos servicios para Rama fueran divididos entre ellos tres solamente. Consideraban que Hanumán había tenido ya bastantes oportunidades. Así, prepararon una lista, lo más completa que pudieron recordar, de los servicios desde el alba hasta el crepúsculo, hasta el más mínimo detalle, y asignaron cada cosa a uno entre ellos. Presentaron al Señor la lista de las cosas y de los designados en presencia de Hanumán. Rama oyó acerca del nuevo procedimiento, leyó la lista y dio su aprobación, con una sonrisa, y le dijo a Hanumán que todas las tareas habían sido asignadas a otros y que ahora él podía descansar. Hanumán rogó que Se leyera la lista y cuando así Se hizo, él notó una omisión: la tarea de «sonar los dedos cuando Se bosteza».

Desde luego, siendo emperador, a Rama no se le podía permitir hacerlo él mismo. Tenía que ser hecho por un sirviente, suplicó Hanumán. Rama convino en asignarle esa tarea a él.

Esto fue una gran suerte para Hanumán, ya que implicaba la atención constante de Hanumán a su amo, pues, ¿cómo se podía predecir cuándo vendría un bostezo? Así, miraba a la encantadora faz todo el tiempo para estar listo a chasquear sus dedos tan pronto como empezara a bostezar. No podía alejarse ni un minuto ni relajarse un instante. Deben estar felices de que el servicio del Señor los mantenga siempre en su presencia y constantemente vigilantes para llevar a cabo sus órdenes.

Al Señor lo que le interesa es la concentración y ?la purificación de la mente. No tienen que sentir que están alejados físicamente de él. El no tiene esta diferenciación de «cercano» y «lejano». Siempre que la dirección sea clara y correcta, su carta Será entregada, así si en la calle de al lado O en Calcuta O Bombay por la misma estampilla de 15 naya paisas (céntimos de rupia). Smarana O la recordación es la estampilla; manana O la contemplación es la dirección. Tengan el nombre para la recordación y a la forma para la contemplación; esto será suficiente.

Seleccionen un nombre y una forma para recordación y para contemplación, pero no hablen mal de los otros nombres y formas. Compórtense como la mujer en una familia conjunta; ella respeta y sirve a los mayores de la familia tales como el suegro y sus hermanos, sus propios cuñados, pero su corazón está dedicado a su marido a quien ella ama y reverencia de una manera especial. Si ustedes censuran la fe de otro, su devoción es falsa. Si son sinceros, apreciarán la sinceridad de los otros. Ven las faltas en otros porque ustedes mismos tienen esas faltas, no de otro modo.

Mientras se encontraba en Dandakaranya, una vez Rama estaba reclinado con su cabeza en el regazo de Sugriva y los jefes de los Vanaras estaban a su alrededor. La luna brillaba en el cielo en toda su gloria, pero había un punto que dañaba la plenitud de su refulgencia. Rama les preguntó a cada uno de ellos qué indicaba el punto y cada uno dio una explicación diferente. «El reflejo del mar”, dijo uno; «Un hueco profundo», dijo otro: «una cadena de montañas”, dijo un tercero; pero Anjaneya dijo: “Es tu reflejo que yo veo en la luna, tu color, y nada más». Ésa era la medida de su devoción. El veía en todas partes y en todo momento Sólo a Rama.

Tengan fe en su cultura, que destaca el camino del autocontrol y de la disciplina. NO se dejen llevar por las atracciones baratas de culturas extranjeras. Las costumbres de la India, como llevar el Sari, están ahora siendo adoptadas por las mujeres occidentales, mientras que las mujeres indias están llevando trajes occidentales. Las mujeres indias se cortan el pelo y desechan el punto de kumkum a fin de ponerse a la moda; pero cada costumbre india tiene un profundo significado que se ignora en esta prisa imitativa. Un recipiente de dulce puede ser dañado por una gota de gasolina. Acepten las cosas buenas de las otras culturas, las Cosas que les ayudan a Controlar las divagaciones de los sentidos y la mente, a investigar y a discriminar con más claridad. De los muchos miles de personas que moran en esta ciudad, sólo ustedes han tenido la gran oportunidad de venir y escuchar los consejos que les he dado hoy. Así, hagan el mejor uso de este tesoro y decidan llevar vidas más útiles a partir de este mismo momento. Escuchen a todos aquellos que hablen de la gloria del Señor que está en ustedes así como en todos los demás. Aprendan de todos los métodos con los cuales puedan descubrirlo y alcanzarlo. Ése es mi Consejo para ustedes hoy.