Discursos dados por Sai Baba – 27. 02/10/88 Ustedes y el Cosmos

Discursos dados por Sai Baba

{SB 21} (34 discursos 1988)

27. 02/10/88 Ustedes y el Cosmos

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 21 cap. 27 )

Ustedes y el Cosmos

2 de Octubre de 1988

¿Cómo puede Sai estar complacido con ustedes si sus pensamientos no son buenos, si sus palabras no son agradables, si sus acciones no son correctas?

Sólo los buenos pensamientos, las palabras dulces y la conducta recta constituyen la verdadera educación.

Para llevar una vida útil y digna de ser vivida, tienen que reconocer el verdadero significado del cuerpo, los sentidos, la mente y el intelecto, y saber cómo usarlos de manera eficaz.

Todas las dificultades de la humanidad se deben al hecho de que el noventa y nueve por ciento de las personas vive sin comprender esta verdad. El cuerpo, los sentidos, la mente y el intelecto son sólo instrumentos para los individuos y no poseen Chaitanya (conciencia) propia. El cuerpo es inerte. Al principio es apenas una masa de carne; crece hasta convertirse en un hermoso niño, en un joven atractivo, y se vuelve un anciano decrépito años más tarde. Debido a estos cambios corporales, el hombre cree que el cuerpo tiene conciencia y que no es una masa inerte. Sin embargo, el cuerpo no es la causa de este crecimiento y este cambio. Para citar un ejemplo, si ustedes barren su casa todos los días y arrojan el polvo a la basura, a su debido tiempo habrá una gran pila de basura. ¿Puede atribuírsele conciencia a la pila de basura debido a su crecimiento a lo largo del tiempo?

Del mismo modo, el cuerpo crece gracias al alimento que consume.

Vean lo que le ocurre al cuerpo cuando se le niega el alimento durante algunos días. Deja de crecer; de hecho, comienza a deteriorarse.

Los cinco elementos varían en su sutileza El cuerpo es sólo una residencia temporaria para el Espíritu. El Vedanta declara: “El cuerpo es un templo para el Espíritu eterno que lo habita”. En este contexto, es necesario saber qué es lo que permite que el cuerpo, la mente, los sentidos y el intelecto se desarrollen o se deterioren. Todo el Cosmos está formado por Pancha Bhutas (cinco elementos básicos: espacio, aire, fuego, agua y tierra). Sus cualidades sutiles están representadas por el sonido, el tacto, la forma, el gusto y el olfato. Todos ellos han emergido de Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza), la Fuente Primordial.

Akasha (el espacio o éter) proporciona el impulso inicial. Se lo puede comparar con un contenedor infinito. Los otros cuatro elementos —aire, agua, fuego y tierra— están contenidos en él. Estos elementos tienen distinta sutileza. El agua es más sutil que la tierra. El fuego es más sutil que el agua, y el aire, más sutil que el fuego y más penetrante. Akasha es más sutil que el aire y lo penetra todo.

Cada uno de estos elementos está cubierto por un kosha (una envoltura). La mente, el intelecto, la voluntad y el ego están cubiertos por estas envolturas.

Akasha (el espacio o éter) es activado por lo que se denomina Atigati (movimiento o vibraciones de muy alta velocidad). Estas vibraciones hacen surgir el aire. El movimiento del aire produce el fuego o el calor. Es un hecho científico que la fricción causa calor, como al frotarse las palmas. Para generar calor, se necesita aire.

Cuando el calor disminuye, se produce el agua. Los fluidos se solidifican en forma de tierra. Por lo tanto, el punto de inicio para los cinco elementos es Akasha (el espacio). Estos elementos han comenzado a existir para sostener el universo y demostrar la omnipresencia y omnisciencia de la Divinidad.

El Prana funciona entre la mente y el cuerpo En el ser humano, el Antahkarana (el instrumento psicosomático interno) está formado por la mente, el intelecto, la voluntad y el ego. El ego está conectado con el prana (principio vital) y está encerrado en el Vijñanamaya Kosha (la envoltura de la conciencia integrada). La mente está conectada con Chitta (la voluntad) y está encerrada en el Manomaya Kosha (la envoltura mental). Así, la mente funciona entre el alma individual y el prana (el principio vital). El principio vital funciona entre la mente y el cuerpo. El Budhi (el intelecto) funciona por encima del nivel de la mente. El principio vital funciona por debajo de la mente. Tanto el intelecto como el prana están cargados de Agni (calor). Su presencia combinada en el cuerpo origina el calor en él.

La mente no debería considerarse algo trivial. El hombre comprende el mundo a través de la mente, y por eso debe observarse atentamente su funcionamiento. Como la mente está situada entre el Budhi (intelecto) y el prana (principio vital) —ambos están llenos del principio del fuego—, ella tiende a derretirse. La deidad que preside la mente es la Luna. La Luna representa la frescura y la fluidez.

Los fluidos, como el agua, tienden a fluir hacia abajo y a encontrar su nivel. El fuego, por el contrario, tiene tendencia a elevarse.

La mente, debido a su naturaleza acuosa, tiende a descender e interesarse por cosas triviales. Hay que esforzarse por hacer que la mente mire hacia arriba.

La fuente primordial de los cinco elementos y el hombre No obstante, debe recordarse que la mente, el intelecto, la voluntad y el ego están formados por los cinco elementos, que son emanaciones de lo Supremo, de Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia- Bienaventuranza). Esta es la Fuente Primordial de la que ellos han emanado como innumerables chispas de un fuego. Desde esta fuente, ellos emergen como billones de átomos y adoptan innumerables formas. El hombre debería tomar conciencia de que también proviene de la misma Fuente Divina.

A pesar de estar dotado de forma humana y de órganos sensoriales, mente y voluntad, el hombre no puede recordar la fuente de la que ha provenido. ¿Cuál es la causa del cuerpo? La causa radical es la ignorancia, la cual le roba al hombre la facultad de discernimiento.

Al carecer de ella, el hombre tiende a inflar su Ahamkara (ego). El egoísmo alimenta el odio, que es la causa del apego y los deseos.

Todos los karmas (las acciones) nacen del apego y los deseos. Por lo tanto, la causa primordial del nacimiento en un cuerpo humano es el Karma propio.

La ilusión Cósmica ¿Cuál es la ignorancia que padece el hombre? Es la visión engañosa que hace que uno confunda lo irreal con lo real y lo real con lo irreal. Un episodio del Mahabharata ilustra cómo ocurre esto.

Reconociendo la virtud suprema de Dharmaja, el mayor de los Pandavas, Maya, el arquitecto de los Asuras, se ofreció a construir para él una mansión única en su capital, en el momento en que Dharmaja llevaba a cabo el Rajasuya yajna. Esta mansión, la Maya Sabha, tenía una característica notable. En ella, donde no había agua, parecía haber un estanque, y donde había un estanque, parecía no haber agua. Donde había una puerta, parecía que no había ninguna, y sí había una puerta en una pared aparentemente lisa. La característica que hacía única a la mansión era producir ilusiones de este tipo. Duryodhana, Dussasana y los demás Kauravas fueron a ver la casa. Al creer que había agua en un lugar, levantaron sus vestimentas, pero enseguida descubrieron que no había ni una gota de agua allí. En otro lugar, se empaparon, porque entraron en un estanque sin notar que ahí había agua.

¿Cuál es el significado interno de esta historia de la Maya Sabha (una mansión de ilusión)? El cosmos mismo es una vasta Maya Sabha. El apego y el odio están representados por Duryodhana y Dussasana. Dussasana significa “aquel que viola las reglas de la ley”. Duryodhana es aquel que usa mal su fuerza y sus habilidades.

En cada hombre, están presentes los rasgos de Duryodhana y de Dussasana. En la vida, todos tienen que adherirse a ciertas reglas.

En el Instituto Sathya Sai, por ejemplo, hay reglas relativas a la conducta de los estudiantes en el albergue y en otras partes. Sólo cuando observan estrictamente estas reglas pueden llamarse a sí mismos Vidhyartis (buscadores del conocimiento). Cuando los estudiantes
usan mal su talento y su capacidad, se vuelven débiles y se descarrían.

El mal uso de los sentidos conduce al pesar ¿Cuándo se utilizan incorrectamente los sentidos? Los ojos se usan mal cuando se miran objetos indeseables. La lengua se utiliza mal cuando uno se complace en conversaciones malas. Los oídos, el corazón y las manos se usan de manera incorrecta en diferentes casos. Los sentidos son mal utilizados cuando una capacidad o talento otorgado por la Divinidad es usado para propósitos malos. En esos casos la energía está mal direccionada. Si los estudiantes usan mal los sentidos, se convierten en Duryodhanas y Dussasanas, y sufren como lo hicieron ellos. Por lo tanto, nadie debería usar mal ninguna de las facultades de las que ha sido dotado. Sería como ofender a la Divinidad, que es la fuente de todos los poderes.

Las personas piensan que sus órganos sensoriales —los ojos, los oídos, etc.— les permiten experimentar y comprender el mundo. ¿En qué medida es cierto esto? En el estado de sueño, ninguno de los sentidos funciona. Sin embargo, uno tiene la experiencia de ver, hablar, oír, caminar y realizar otras acciones. ¿Cuál es el ojo que ve en el sueño? ¿Cuál es la lengua que habla? Durante el sueño la mente realiza todas las funciones de los órganos sensoriales, que están dormidos en ese momento. Cuando ustedes sienten en un sueño que están caminando por un bosque, no son sus piernas las que se mueven. Es la mente la que realiza la caminata.

Es la mente la que asume todas las funciones de los sentidos.

El mundo entero es la proyección de la mente. Cuando la mente es dirigida correctamente, todos los sentidos están bajo control.

Cuando riegan las raíces de un árbol, todas las ramas y las hojas reciben el beneficio.

La causa de las aberraciones mentales del hombre La mente está expuesta a fantasías y aberraciones. En un lugar oscuro, ustedes pueden confundir una soga con una serpiente y sentir mucho temor. Cuando iluminan el lugar, descubren que no hay ninguna serpiente. La aparición y la desaparición del temor son el resultado de aberraciones mentales. Sólo la soga estuvo allí todo el tiempo. Las fantasías de la mente superpusieron la idea de la serpiente sobre ella.

Brahmán no puede ser experimentado a menos que uno se libere de las ilusiones de la mente. ¿Cómo se libera uno de las ilusiones?

Desarrollando fe en la omnipresencia de la Divinidad. Esta fe puede crecer cuando uno comprende que todos los objetos del mundo necesitan una base para su existencia y sostenimiento. La Divinidad es la base y el sostén de todo el cosmos.

Los Vedas son la autoridad para la aceptación de la Divinidad como fuente de todo en la creación. Si uno puede aceptar la autoridad de un almanaque común para buscar un día en particular, ¿por qué habría de negarse a aceptar la autoridad de los Vedas con respecto a la naturaleza del Atma (el Ser) y de Brahmán (el Ser Supremo)? Hay autoridad en los Vedas para todo lo que experimentan en la vida diaria. Los Vedas han reconocido la condición única del nacimiento humano y han proclamado la existencia de Dios. Es ilógico que el hombre acepte su condición única como ser humano sobre la base de la autoridad de las escrituras y, al mismo tiempo, niegue la existencia de Dios.

Gracias a un ejemplo científico, es posible ver cómo pueden surgir las malas interpretaciones y las dudas. Cuando sostienen un espejo, este refleja la imagen de ustedes. Sin embargo, la imagen no está en el espejo. Se ve el reflejo porque la parte posterior del espejo está revestida de mercurio. Ustedes también imaginan que es un reflejo verdadero de sí mismos. Pero no es cierto. En la imagen, su ojo derecho aparece como el izquierdo, y el ojo izquierdo, como el derecho. Por lo tanto, la imagen no es el verdadero reflejo de ustedes.

La Naturaleza es el vasto espejo de la Divinidad Del mismo modo, la Naturaleza es un espejo muy vasto.

Ustedes creen que los diversos objetos que ven en la Naturaleza son reales, pero ellos son diferentes formas de la Divinidad. “El Uno quiso volverse Muchos”. Esta es la verdad reconocida por todas las religiones. Sin embargo, el hombre olvida esta verdad y lleva una vida apartada de la fe en la Divinidad.

¡Estudiantes! Ustedes mismos pueden indagar acerca de la base de esta creación. Primero, traten de averiguar qué es lo que provoca los sueños. Algunos pueden decir que los “pensamientos” son la causa. Otros pueden atribuir los sueños a la clase de alimento que se ha consumido. Nada de esto es correcto. En realidad, el sueño es la causa de los sueños. Por lo tanto, si uno se pregunta cuál es la causa de la creación, la respuesta es: Ajñana (la ignorancia). Por ejemplo, durante el verano la tierra se recalienta y se vuelve árida. En cuanto cae la lluvia, las plantas comienzan a brotar y la tierra se ve verde. ¿De dónde surgieron los brotes? Antes de asomar, las semillas se encontraban bajo la tierra y, cuando vinieron las lluvias, comenzaron a germinar. Si no hubiera habido semillas antes, los brotes no habrían aparecido.

No se puede escapar de los resultados de las acciones Del mismo modo, el Karma (las acciones pasadas) es la semilla del nacimiento humano. Su vida actual es una reacción, resonancia y reflejo de sus acciones pasadas. Por lo tanto, se les aconseja:

“Sean buenos, vean lo bueno y hagan el bien”. Cuando realizan una acción, ustedes no piensan en las consecuencias a largo plazo. Se preocupan por cuestiones del momento. Sin embargo, cuando llega el resultado final, se asustan. Sea este resultado agradable o desagradable, no se puede escapar de él. Si se disuelve azúcar en el agua, aunque ustedes piensen que es veneno, les hará bien. Sin embargo, si se vierte veneno en el agua y ustedes la beben pensando que es jugo de caña, resultará fatal. Si creen que algo malo es bueno y actúan en consecuencia, los resultados inevitablemente serán malos. Los resultados están basados en sus acciones y no en sus fantasías.

Lo más importante para cada persona es su conducta. La conducta está determinada por el estado mental. En lugar de ceder ante los impulsos de los sentidos, cada acción debería realizarse como una ofrenda a la Divinidad. Sean indiferentes a la censura y al elogio. Semejante ecuanimidad sólo puede provenir de la fe en Dios. Al carecer de esta fe y llenarse de orgullo pensando que es el hacedor de todo, el hombre queda inmerso en el pesar y las dificultades.

Quien se jacta de sus logros debería reconocer también que es el autor de sus desdichas. No puede afirmar que es el hacedor y, al mismo tiempo, negar su responsabilidad por las consecuencias de sus acciones.

Cumplan con su deber y dejen los resultados a Dios En todas sus acciones, buenas y malas, cumplan con su deber y dejen los resultados a Dios. Las flores que pueden ofrecer en su puja (acto de adoración) quizá no agraden a Sai. Lo que ofrecen desde el loto de su corazón es lo que agrada a Sai. Piensen que todo en la Naturaleza es un regalo de Dios y, cuando ofrezcan algo, tengan el sentimiento sagrado de que le están ofreciendo a Dios lo que Él les ha dado a ustedes. Cuando sientan y actúen de este modo, sus vidas estarán llenas de paz y alegría.

Tengan la convicción firme de que el cosmos y Dios no son diferentes.

Consideren que la creación es la manifestación de lo Divino y usen bien las oportunidades que se presenten para experimentar la Divinidad.

En sus estudios, traten de combinar la disciplina espiritual con los estudios académicos. Solo entonces encontrarán satisfacción en la educación. Todos deberían llegar a ser personas ideales.

Desarrollen el hábito de observarse a ustedes mismos y corregirse.

La autocorrección y la autodisciplina son tan importantes como la Autorrealización.

Los sentidos —los ojos, los oídos, la lengua— son dones de Dios. Deberían ser usados sólo para propósitos sagrados. Hay un único camino para realizar a Dios: la senda del amor Divino.

Ustedes han provenido de la Divinidad, y su destino es fundirse en la Divinidad. Tengan sólo pensamientos sagrados y realicen únicamente acciones sagradas. Así estarán santificando sus vidas.

Discurso pronunciado en el Albergue de Estudiantes del Instituto Sri Sathya Sai, Vidhyagiri, el 2 de octubre de 1988.

Sai ha venido para realizar la Suprema tarea de unir a toda la humanidad en una sola familia, con el lazo de la hermandad; de afirmar e iluminar la realidad Átmica de cada ser para revelar la Divinidad, que es la base sobre la que descansa todo el Cosmos; y de instruir a todos para que reconozcan la herencia Divina común que une al hombre con el hombre, para que el hombre pueda librarse de la animalidad y elevarse hasta la Divinidad, que es su meta. Yo soy la encarnación del Amor; el Amor es Mi instrumento. Aquellos que han reconocido Mi amor y experimentado ese Amor pueden afirmar que han vislumbrado Mi realidad, porque la enda del Amor es el camino verdadero que conduce a la humanidad hacia Mí.

—Baba