Discursos dados por Sai Baba – 27. 18/08/64 El Yo detrás de los ojos

Discursos dados por Sai Baba

{SB 04} (52 discursos 1964)

27. 18/08/64 El Yo detrás de los ojos

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 04 cap. 15 )

EL YO DETRAS DEL OJO (*)

18 de Agosto de 1964

Madrás

(*) juego de palabras en inglés que dice: «The I behind the eye», en que «I» (yo) se pronuncia igual que «eye» (Ojo).

ESTA ASAMBLEA es como la confluencia de dos ríos, el Yamuna y el Ganges, una confluencia de personas que hablan tamil y personas que hablan télugu. Yo siempre hablo en un solo idioma, y no estoy inclinado a cambiarlo para adecuarlo al público. Estoy seguro que aun aquellos que no saben télugu comprenderán la esencia de lo que yo diga.

Siempre que la intranquilidad (cuhuntí) abruma al mundo el Señor encarna en forma humana para restablecer los medios de ganar la paz Suprema (prashanti) y para reeducar a la comunidad humana en los caminos de la paz. En la actualidad, las rivalidades y la discordia le han robado la paz y la concordia a la familia, a la escuela, a la comunidad, a la sociedad, a la aldea, a la ciudad y al estado. La ansiedad y el temor han contaminado hasta el alimento que comemos. Para este propósito ha sido establecida esta Gran Asamblea de Sabios de Prashanti y los pandits han sido encargados de la tarea de revitalizar las secas fuentes de la paz por medio de la enseñanza de los Shastras.

¿Por qué la intranquilidad azota ahora al mundo? Porque predominan el apego, el odio y la sobrestimación. Éstos nacen de la ignorancia que causa el engaño. Las cosas que se ven en la oscuridad no pueden verse claramente; por ello Se confunden con otras. Una cuerda se confunde con una serpiente, un tronco se toma por un ladrón, un trozo de vidrio es codiciado como si fuera un diamante. Así, esta noción errónea, esta luz confusa, debe irse. Y sólo puede desaparecer si se aprenden los métodos para descubrir la verdad. Esto es lo que los Shastras enseñan y lo que estos pandits están encargados de enseñarles. Ellos les dirán que los sentidos ahora enfocados hacia lo externo deben ser dirígidos hacia lo interno; el reino interno de los impulsos, de los instintos, de los hábitos, de los prejuicios y de las actitudes, debe ser limpiado antes de que Dios pueda ser reflejado en él clara y nítidamente. ¿Cómo se logra esto?

Los Vedas lo explican. Los Vedas les dicen aquellas cosas que no pueden ser conocidas de otra manera. La palabra significa «conocimiento», conocimiento que no puede ser adquirido por los sentidos o el intelecto ni por la intuición no guiada. La no dualidad (advaita) es algo que nadie en el mundo dualista puede comprender. Está más allá del alcance aun incluso de la mente. De hecho, el intelecto y la mente deben ser ellos mismos trascendidos antes de que uno pueda captar la magnificencia de esa unidad. Si lo que ha de enseñarse es la dualidad (dvaita), ¿por qué habrían los Vedas de asumir esta tarea? La dualidad, el que ve y lo visto, el creador y lo creado, lo bueno y lo malo, lo correcto y lo erróneo; ésta es la expeiencia cotidiana concreta de cada quien. La naturaleza (prakriti) o creación es patentemente dualîstica. Los Vedas se esfuerzan por abrir llos ojos del hombre a la falsedad de la experiencia dualística, a la realidad del Uno Sin par, del Uno sin segundo, y proclaman esta verdad en alta voz y con entusiasmo.

El shastri Apanna dijo que el venado, el elefante, la mariposa, el pez y la abeja son atraídos a la muerte por los sentidos del oído, del tacto, de la vista, del gusto y del olfato, respectivamente. Si cada uno de ellos cae víctima de un solo sentido, cuánto más debe ser compadecido el hombre, pues él tiene los cinco sentidos para arrastrarlo a la perdición. Arjuna también tenía la misma combinación de enemigos. Tenía el impulso de abandonar su misión y de adoptar otra, o sea, el impulso de dejar la lucha que es la misión del guerrero y la tentación de adoptar la del renunciante (Sanyasín), que debe ganarse por medio de una mayor evolución. Para sobreponerse a estos obstáculos, uno debe tener dos cosas: prácticas espirituales y la gracia de Dios.

Arjuna aspiraba a abandonar el karma, momentáneamente fascinado por el ideal del Sanyasa (renunciamiento). Es solamente por medio del karma que puede profundizarse la devoción. El karma limpia la mente y la hace adecuada para el conocimiento o sabiduría (jñana). El escuchar es un acto tamásico, la rememoración es un acto rajásico, mientras que la meditación profunda es sátvica. Cuando Se quedan simplemente escuchando, recibiendo plácidamente sin responder, están sólo inertes; cuando lo recuerdan en su mente, intentando asimilarlo, entonces están activos, y cuando están hundidos en la dulzura de la experiencia en la meditación están disfrutando de exaltación pura. Ése es el fruto de la devoción, esa meditación profunda (nídídhyasanu).

No hay ninguna necesidad de luchar contra el engaño fundamental de este ir y venir del cuerpo (dehabhrantí) con sobrecogedora fuerza y argumento. Como dijo Agnihotram Ramanuja Thatachariar ahora, el engaño desaparecerá con sólo sentarse uno quietamente por un minuto y analizar por sí mismo al mundo y a la propia experiencia que se tiene de él. El conocimiento no es algo nuevo que se adquiere, como las donaciones que alguien da, algo que el donante tenía y el receptor no. Es más bien como cuando alguien les regala un billete de diez rupias que estaba guardando en las páginas de un libro que estaba leyendo; ustedes le habían prestado el libro; y cuando necesitaron un préstamo, él les devolvió el billete que era suyo. Del miSmo modo, el conocimiento les revela a ustedes su propia gloria. El gurú les da, del libro del propio corazón de ustedes, el tesoro que estaba allí desconocido. Sienten miedo porque han olvidado su propia fuerza. Agnihotram dijo que el Señor tiene los pies y las manos en todas partes. ES por medio de él que pueden ver; su Ojo requiere del ojo de Dios a fin de funcionar. Es el reflejo del Atma en el instrumento interno (la mente) que lo activa y lo hace fluir a través de los sentidos hacia el mundo objetivo.

La liberación se logra cuando el Atma brilla en su propia gloria; no es una colonia O un suburbio donde residentes aristócratas han obtenido buenos lugares en el paraíso. Es la condición del individuo que ha abandonado el engaño.

Cuando se abandona el engaño, la aflicción es destruida y se establece la alegría, las dos cosas ocurren al mismo tiempo. La mente es el villano; es sólo otro nombre para el deseo; la textura de la mente es sólo deseo, tanto su trama como su urdimbre están hechas de deseo y nada más. Si el deseo se va, la mente desaparece, sí sacan todo el hilo de una pieza de tela, ya no tienen tela. Así también, saquen los deseos de la mente; ésta entonces desaparecerá y estarán libres. La alegría y la aflicción son el anverso y el reverso de la misma experiencia. La alegría es cuando termina la aflicción; y la aflicción es cuando termina la alegría. Cuando invitan a un ciego a cenar, deben poner dos platos en la mesa, pues él viene con su lazarillo. La aflicción y la alegría son compañeras inseparables.

La devoción es muy difícil de adquirir; no piensen que es fácil volverse devoto. En verdad, es aún más difícil que el conocimiento, pues significa la total entrega, el pleno contento, no importa lo que ocurra. El río debe fluir de regreso a su fuente; debe volverse para atrás y hacia arriba. Si ustedes fluyen hacia abajo, irán descendiendo más y más y se volverán imbebibles. Pero no desesperen; algún día tendrán que ganar. Cuanto más pronto, mejor. Un vendedor de mangos puede tratar de vender cuatro mangos por una rupia, pero si tres de ellos se dañan, no debe abandonar la esperanza, pues una persona puede venir y ofrecerle una rupia por el cuarto mango.

Habiendo venido aquí y escuchado y obtenido la bendición de verme y oir acerca de mí, pongan en práctica por lo menos uno de los buenos consejos que les fueron impartidos; un solo cerillo es suficiente para encender un fue
go; no necesitan gastar toda la caja. Tengan fe en que ganarán, sean firmes en la persecución de la meta.

Así como el cuerpo que pasa por la infancia, la niñez, la adolescencia, la madurez y la vejez, la devoción también tiene etapas en su crecimiento. La fruta tierna es el amor, la desarrollada es la devoción y la madura es la entrega. Hay un tipo de karma que derretirá el corazón del Señor. Es el tipo que no inflije dolor a nadie. Cuando Rama se enfrentó solo a los ejércitos de Karadushana, lo hizo con el fin de demostrar su valor y su divinidad a los Rakshasas y a los Sabios de la selva.

Mi venida aquí y hablar a diario en estas reuniones es la consecuencia del mérito de ustedes y de mi gracia. Tuvieron una buena oportunidad de tener este darshan y de escuchar, en esta silente asamblea, un silencio que es todavía mayor que el silencio de Prashanti Nílayam. Me alegro que tantos de ustedes hayan sido impulsados por el deseo de aprender acerca de la disciplina espiritual. El comité también tiene la energía y el entusíasmo requeridos para Continuar con estos Japtahamr (sacrificios de siete dias); tendrán Oportunidades como ésta en gran númerO en los meses venideros. Esta extensa área alrededor de la casa del rajá de Venkatagiri estará siempre disponible para sus reuniones; imaginen qué suerte tan grande es para él. El que tantos miles del ustedes se pudieran reunir aquí y escuchar los elevadores discursos de los pandits y emprender el sendero del progreso espiritual, debe de ser en verdad muy satisfactorio para él. La bienaventuranza que experimentaron ustedes aquí ahora no es algo que vino de fuera; es la propia felicidad (ananda) que está dentro de ustedes la que experimentaron. Ustedes son la personificación de la bienaventuranza y, así, ésta surge de sus propios corazones.