Discursos dados por Sai Baba
{SB 02} (49 de 52 discursos 1961 a 62)
29.14/01/62 Nayana, no ayana
14 de Enero de 1962 Prashanthi Nilayam *************************************************** SASTRI HABLÓ en detalle de la importancia del Día de Uttarayana, o del solsticio de verano. Este día tiene un significado externo y otro interno. El interno posee valor mayor para los aspirantes al progreso espiritual. No adjudico gran valor al significado externo: el que el Sol esté tomando a partir de hoy su camino al norte; el que los seis meses que siguen sean más santos que los seis que terminaron hoy y que, por lo tanto, como dijo Sastri, el solsticio de verano (Uttarayana) sea más conveniente para el sadhana. La vida del hombre debe ser un sadhana permanente; cualquier día es bueno para empezar el sadhana, caiga en el solsticio de invierno (Dakshinayana) o en el de verano (Uttarayana). No es necesario esperar que el Sol vaya al norte. Los meses y los viajes del Sol al norte o al sur (ayanas) están relacionados con la naturaleza (prakrithi), de modo que tienen sólo un valor relativo. El Uttarayana es una cualidad del ojo (nayana), una cuestión de actitud, de punto de vista (drishti). No es un ayana o periodo semestral. Cuando su punto de vista (drishti) está fijo en Brahman es Uttarayana; cuando se halla en prakrithi es Dakshinayana. Si han desarrollado el gana más elevado (uttamaguna) cada día será Uttarayana, no importa lo que diga el almanaque (panchangam). Si tienen fiebre sentirán amarga la lengua; si están sanos podrán probar todos los sabores. La lengua amarga es el Dakshinayana, la dulce el Uttarayana. El asociarlo con los Trópicos de Cáncer y de Capricornio es una simple convención. Este Uttarayana astronómico llega a ustedes hayan luchado por él o no; es parte de la ley de la naturaleza. Pero para alcanzar el Uttarayana verdadero deben hacer esfuerzos, esfuerzos enormes. Sepan que hay sólo dos entidades: la sustancia y la sombra (o mejor dicho, sólo el Uno y su apariencia, producida por la ignorancia), el Atma y el Anatma, el que ve y lo visto, la cuerda y la serpiente. Cuando este conocimiento se vuelve parte de la estructura de su mente los libera de la maya y ven el monte Kailasa al final del viaje de Uttarayana. Al igual que el monte Kailasa, esa etapa es toda luz, toda blancura. El camino es recto y duro, pero la meta es gloriosa; es nada menos que la iluminación. En el momento en que el hombre olvida esa meta es cuando el avatar viene para salvarlo. El avatar llega cuando todavía queda un remanente de hombres buenos, una traza de rectitud ( Dharma ); ¿pues de qué sirve un doctor si el paciente está muerto? Cuando un gran número de hombres buenos están afligidos por la sobrevivencia de la bondad, el Señor encarna con el fin de alimentar sus espíritus desfallecientes y reavivar la fe y el valor. La frase del Gita: «Paritranaya Sadhunam» no significa la protección de los sadhus o ascetas; habla de la protección de todos los que poseen virtudes de sadhus; sadhu quiere decir bondad. Las virtudes de los sadhus pueden encontrarse aun en los animales, los insectos y los gusanos. El Señor guiará y cuidará aun a éstos. Él viene a fomentar el dharma, y la virtud es el cimiento del dharma. El punto de vista mundano los engañará y los conducirá a la aflicción. No saben qué artículos satisfarán sus ansias internas; tratan de poseer todo lo que los atrae. Si anhelan el pensamiento del Señor y la compañía de los santos estarán en el Uttarayana. Bhishma también se encontraba en esa condición. Él oró: «Asathoma sath gamaya» («De este mundo transitorio en descomposición, guíame al mundo eterno de la bienaventuranza»), «Thamaso maa jyothir gamaya» («Dame la refulgencia de Tu gracia e ilumina mi alma con la verdad»), «Mruthyor ma amritham gamaya» («Sálvame de la tortura del nacer y del morir, destruye los deseos intensos de la mente que producen las semillas de los nacimientos»). Esas plegarias y el anhelo de Bhishma le dieron a éste, cuando murió, la visión de Krishna. Ese fue el verdadero Uttarayana para él. El alma individual (jiva) y el cuerpo físico (deha) son los dos rieles por los cuales la locomotora de la mente (manas) arrastra los vagones de las impresiones sensoriales (vasanas). Cada vagón tiene el equipaje de cada uno, a saber, el intelecto (buddhi), la conciencia interna (antahkarana), los sentidos, etc. El Atma es el maquinista de la locomotora; si la empalmadura con la locomotora no está bien conectada, los vagones quedarán sueltos sobre la vía. La fe y la sinceridad son las empalmaduras; velen por que estén bien conectadas. No se unen por sí solas, recuérdenlo. Tienen que usar la fuerza y el intelecto que les han sido dados; sólo entonces será otorgada la gracia. Usen la fuerza (shakthi) de que han sido dotados; entonces oren y pidan la fuerza de Rama (Ramashakthi). Rama ( el Señor ) los bendecirá; si piden uno Él les otorgará cien. Este es el karrnadeha o cuerpo físico que les ha sido dado; úsenlo bien para el fin por el cual les ha sido otorgado. Veo aquí a muchas personas que han venido en esos autobuses especiales que los llevan por distintos lugares santos. Voy a dirigirles algunas palabras. Cando lleguen a un lugar santo deben tener sólo pensamientos santos. Al ver a un médico recuerdan su enfermedad; al mirar a un abogado quieren consultarle sobre algún problema de propiedades o cierto asunto legal, cuando ven un templo se acuerdan de la fuerza que anima el universo. Su gira no debería ser un mero viaje de diversión (vinoda prayana), sino una jornada de discernimiento (viveka prayana). No utilicen tales autobuses de peregrinaje para ir de día de campo; no compren vasijas y ropas y cosas raras en las tiendas de las ciudades que visitan; pongan atención en la necesidad de llenar sus mentes con experiencias santas que puedan rememorar después de regresar a la tranquilidad de su hogar. Cuando se encuentren en el lugar de peregrinaje (kshetra) piensen en el espíritu encarnado (kshetrajña). Llenen su autobús de pensamientos sobre la gloria del Señor, no de cachivaches y baratijas. Y tampoco deben dejarse involucrar en las malas cualidades que puedan encontrar en los lugares adonde van. Busquen la compañía de los buenos, muévanse entre lo sagrado y lo santificado. Eso es por lo cual han ido tan lejos. Los estantes del hospital están repletos de toda clase de medicinas: píldoras, venenos, polvos, emulsiones, lociones, mixturas, etc. No deben pedir la medicina más dulce con el empaque más bonito, sino el ‘medicamento que requieran para la dolencia que padecen. Así también, dejen que el lugar santo tenga miles de otras atracciones; no corran detrás de ellas. Concéntrense en aquello por lo que han venido. El disfrutador (bhogi) y el enfermo (rogi) deben ser transformados en yoguis; tomen del dispensario la medicina que hará yoguis de ustedes. Háganse merecedores de la visión de Dios que buscan en los templos. Vayan con humildad, con amor en su corazón por toda la creación; tomen la flor del corazón (hrudayapushpa) llena de la fragancia del amor, el fruto de la mente (manopala) incontaminada por las pestes de la codicia y del egoísmo; vuélvanse dulces de palabra, acción y pensamiento, de manera que puedan dedicarse al servicio del plan de Dios. La persona que tiene fe en Dios no se dejará llevar por el pánico, como ciertos individuos, ante la conjunción de ocho planetas (ashtagrahakuta) que se acerca. Les aseguro que no habrá peligro adicional alguno para el mundo como resultado de esa conjunción. No sucederá calamidad adicional alguna; ¡y hasta la intranquilidad (ashanti) que existe ahora disminuirá un poco! Si el avatar ha venido, ¿por qué temer tanto? ¿Por qué tener miedo de peligros imaginarios? Una cosa más: ustedes habrán visto el anuncio de que no deben traerme |