Discursos dados por Sai Baba – 52. 26/11/62 El dolor y Dios

Discursos dados por Sai Baba

{SB 02} (49 de 52 discursos 1961 a 62)

52. 26/11/62 El dolor y Dios

26 de Noviembre de 1962

Prashanti Nilayam

Muchas cosas han sucedido aquí desde las tres y media de la tarde cuando se reunieron. El programa comenzó con la Burra Katha (forma típica de cuento popular) sobre el matrimonio de Parvathi (Parvathi Kalyanam) relatado por las estudiantes de la escuela secundaria de Sadhuvamma y terminó con el matrimonio de Krishna (Krishna Kalyanam) descrito por Virabhadra Sastri. En el intermedio, Ganapathi Sastri les habló acerca del origen y significado del orden social eterno tal como fue establecido en los Vedas y los Sastras.

De las muchas interpretaciones plausibles que se han hecho de los Sastras, ustedes tienen la tendencia a preferir aquella que complace sus propios prejuicios; por eso es esencial escuchar a los pandits que conocen el significado auténtico y que no se van a desviar del mismo con el fin de que su versión alcance popularidad. Pero no deben limitarse a escuchar esas charlas, su participación no debe terminar en eso, prosigan con la recordación, la reflexión, la asimilación.

Hagan lo mismo al oir la charla sobre el Bhagavatha. Reflexionen sobre ella dentro de las cuatro paredes de su santuario, sentados ante el altar. No traten al Bhagavatha como si fuera el capítulo de una vieja historia; pueden experimentar la emoción que su mensaje provoca ahora mismo, desde hoy, para siempre. El Bhagavatha será en todo tiempo favorable, para la elevación de las emociones humanas en cualquier clima y lugar. Los Vedas con sus significativos ritos y su profundamente significativa filosofía eternamente son valiosas.

Una vez, alguien decidió adorar a lo más grande. Puso su mirada en la tierra, pero no se fijó en que el mar la erosiona; y éste tampoco es tan grande puesto que Agasthya lo bebió y Agasthya es ahora sólo una pequeñísima estrella en el inmenso universo; pero el universo fue suficiente para ser abarcado por un pie del Señor según la «Forma de los tres Pasos» (Trivikrama) y el Señor ¡está encerrado en el corazón del devoto! ¡Por eso concluyó que el devoto es el más grande de todos!

La devoción no conoce de castas, salva a todos, ennoblece a todos. Las castas no tienen superioridad o inferioridad de acuerdo con los Vedas; un muñeco de azúcar es todo azúcar; el himno del Purusha habla de las cuatro castas como procedentes de cuatro partes del cuerpo de Dios. Eso significa que todos son igualmente bien nacidos e igualmente importantes. La boca no puede caminar ni pueden los pies hablar. La voz ordena y el brazo protege. Así, todos aquellos que sienten (y obedecen este sentimiento) que la lucha es su verdadero deber, son guerreros; todos los que sienten que su deber es estudiar los Vedas y los Sastras son brahmines y no aquellos que lo consideren como un derecho.

Ayer dirigí unas cuantas palabras especialmente a los hombres; hoy hablaré a las mujeres. Muchas de ustedes a veces se desesperan y se desaniman tanto, que deploran haber nacido y anhelan la muerte. Esto es muy malo. No pueden evadir el cumplimiento de su responsabilidad en medio de la tarea que les ha sido asignada. Esta sería señal de debilidad y de cobardía. Después de todo, piensen por un momento si los ricos están felices, si los fuertes están felices, si los que han recibido educación elevada están felices o si los que son listos están felices. Encontrarán que nadie es feliz. Para ser felices, una de dos cosas les debe suceder: O todos sus deseos deben ser colmados o… no deben tener deseo alguno. De estas dos opciones, la reducción del deseo es el sendero más fácil.

Acepten los problemas que se les presentan como pruebas y oportunidades para aprender el desapego. Es el caliente verano el que obliga a instalar aire acondicionado, así la aflicción los envía a Dios. Cuando un niño muere, háganse la siguiente pregunta: ¿Es por mí que él nació? No, él tiene su propio destino que cumplir, su propia historia que escribir.

El padre de Gautama Buda se sintió tan abrumado de dolor cuando vio a su hijo con un cuenco de mendigo en la calle que le dijo: «Todos mis ancestros fueron reyes; ¿por qué he tenido la desgracia de que haya nacido un mendigo en mi linaje?

Buda respondió: «Cada uno de mis ancestros tenía un cuenco de mendigo; no conocí a ningún rey en mi linaje».

El padre y el hijo andaban por diferentes senderos, viajaban por caminos divergentes. La sangre del hijo al ser transfundida puede resultar fatal para el padre.

Otro punto: todas deben ser más firmes y asiduas en sus prácticas espirituales. Deben controlar la propensión a darse a la «chismografía» sin sentido y a la curiosidad ociosa. Sigan la disciplina establecida para alcanzar la Morada de la Paz Suprema y ¡vuélvanse ejemplos para los recién llegados! Esto también es aplicable a los hombres. Habrán notado que no Me dirijo a ustedes como «devotos» en ningún momento. Pues para merecer tal calificativo deben tener dedicación, fe inquebrantable y disciplina estricta.

Ahora que «Lo Sin Forma y Sin Atributos» está aquí a su disposición con «Forma y Atributos» empleen cada momento para ganar Su gracia.

No se dan cuenta de la fortuna que esto significa. En los años por venir la gente los reverenciará, pues ustedes tuvieron una oportunidad que millones no pudieron tener; ¡adorarán imágenes suyas en sus santuarios! Vivan y amen de manera que puedan merecer tal honor.