Las cinco madres (22/07/1968)

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( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 06 cap. 52 )

Las cinco madres

22 de Julio de 1968

Anantapur

Inauguración del Colegio Sathya Sai de Artes y Ciencias Para Mujeres

ESTE DÍA ESTÁ lleno de significado, no sólo para Anantapur o este distrito o este Estado, sino para todos los demás Estados también. Ya en 1964, en ocasión del Día de la Escuela Secundaria para Mujeres, anuncié que lo que más necesitaba esta ciudad era un colegio preuniversitario exclusivamente para mujeres. Esta voluntad se ha realizado hoy. Muy pronto ésta será una institución educativa completamente equipada, con un rango y un carácter peculiar. El motivo de la fundación de este colegio no es la búsqueda de reputación o el deseo de propagar un culto o la esperanza de beneficios monetarios; yo sé que la fama es una ilusión veleidosa, que la reputación es algo que se corrompe, que la ganancia se ensucia cuando es medida en términos de dinero. He permitido que este colegio se construya porque inculcará en la mente de las estudiantes los antiguos ideales de la verdad, la rectitud, la paz y el amor, ideales que están delineados en los Vedas, descritos en los Shastras, ilustrados en las epopeyas, practicados durante siglos por incontables generaciones de hombres y mujeres de esta tierra y confirmados como los más apropiados para el progreso individual y social por sus santos y sabios, legisladores y líderes.

Cada estudiante que nace y se cría en esta tierra es heredero de esta preciosa herencia y tiene derecho a conocerla y beneficiarse de ella. La agricultura es para el mantenimiento de la vida; la cultura de la mente es para la vida misma. Las destrezas son para darles forma a las cosas materiales de modo que puedan ser utilizadas para la comodidad del hombre; los estudios son para formar las actitudes, sentimientos, deseos, emociones e impulsos, para que puedan darle más paz, más alegría, más fortaleza al hombre.

Prahlada le dijo a su propio progenitor que «el padre que guía al hijo a Dios es el único que merece ser reverenciado como tal». Los padres que llevan a sus hijos al vórtice del placer sensorial, a los volcanes de la pasión física, al pantano del orgullo y la ostentación, son inconscientes de sus deberes y responsabilidades. Así también, un sistema educativo que mantiene a los niños alejados de Dios, quien es el único refugio, el único pariente verdadero, el único guía y guardián, es realmente un sistema donde los ciegos se dedican a cegar a quienes dependen de ellos. La India ha olvidado su verdadera fuente de fortaleza; está buscando fuerza en la debilitante búsqueda de las comodidades. Este colegio alimentará las raíces de esta genuina cultura de Bharat, la cual es la única que puede revitalizar al pueblo de la India, y a través de él, al mundo entero. Mi visita a África ha demostrado que la gente de allí está deseosa de conocer la cultura y la filosofía de la India para poder aprender el secreto de la paz y la felicidad.

Las mujeres, que fueron durante siglos los baluartes de la cultura de la India, las guardianas de la riqueza espiritual india, están sucumbiendo rápidamente a las frívolas atracciones de la cultura de la vanidad, como se evidencia por los modos de vida y comportamiento social de muchas mujeres educadas. Éste es el resultado de un sistema de educación artificial y vacío, así como de los sutiles efectos de la literatura barata y de las películas vulgares. Las mujeres son las madres de la futura generación; son las maestras de esa generación durante sus primeros cinco años de vida. La madre es la primera de las cinco mathas (madres) que el niño indio encuentra: Dehamatha, la madre que dio nacimiento a este cuerpo, Gomatha, la madre vaca que da la nutritiva leche, Bhumatha, la tierra donde crecen los cultivos que alimentan el cuerpo, Deshamatha, la patria que da protección, cuidado, amor, derechos y oportunidades de servir y elevarse hasta su plena altura, y Vedamatha, la herencia de tesoros espirituales que revela la meta y el propósito de la vida humana y los lleva paso a paso hacia la meta de la autorrealización. La madre del cuerpo debe revelar al niño las glorias de las otras cuatro, de modo que su responsabilidad es la mayor y la más crucial. Ésa es la razón por la cual se ha resuelto fundar un colegio para mujeres en cada estado a fin de promover el dharma que he venido a restablecer. Esto es parte de la tarea general. Cada acto mío, cada palabra mía, tendrá sólo este propósito en la mira.

Sólo el conocimiento del Alma puede fijar la mente en la rectitud (dharma). Aquí las estudiantes recibirán un atisbo de ese conocimiento; desarrollarán un agudo deseo de poseerlo, un conocimiento y deseo que les será de gran utilidad cuando encuentren problemas en la vida. La guerra de Kurukshetra, de la cual el Mahabharata es el trasfondo y el escenario, duró dieciocho días; otras guerras han durado más: siete, treinta ¡y hasta cien años! Pero, sin importar lo largas que fueron, terminaron. ¡Después de todo, tuvieron un fin! Pero la batalla entre el individuo (jivi) y las fascinadoras y engañosas artimañas de la realmente irreal naturaleza, con su cautivadora multiplicidad (maya), es una lucha continua; el hombre primitivo ya se enredó en ella y el último hombre sobre la tierra tendrá que librarla. Puede traer la victoria al individuo sólo cuando éste, como Arjuna, escoge al Señor como su auriga y le entrega su juicio y sus deseos. La maya puede ser conquistada sólo si se alían con el Amo de Maya, Madhava (Dios). Ésta es la lección que enseña el atmavidya, ésta es la lección que los niños nacidos en la India tienen el derecho de asimilar, y los niños de todo el mundo podrán beneficiarse ampliamente de ella.

Inauguración del Colegio Sathya Sai de Artes y Ciencias Para Mujeres

Anantapur, 22 VII 68