La verdad es Dios. Los Upanishads declaran: Dios es todo dulzura (RasovaiSah). Esto significa que Dios está presente de forma sutil en todas partes, como el azúcar en la caña y la manteca en la leche. Aunque es difícil tener una percepción de Dios directa, Su presencia se puede experimentar de muchas maneras. La dulzura en el azúcar, la acidez en la lima, la amargura de la hoja del nim, todas ellas dan testimonio de la presencia de la Divinidad. Cuando ven una montaña, una cascada o un bosque se sienten felices. Todo esto anuncia la presencia de Dios. La luz brilla, las estrellas titilan, el sol resplandece y los planetas giran en sus órbitas. Todos estos fenómenos son manifestaciones de la Divinidad. Al comprender la naturaleza de la llama se puede comprender la naturaleza del fuego. Examinando una gota de agua conocen la esencia del Ganges. Del mismo modo, al comprender Manavatvam (la naturaleza humana), pueden entender Daivatvam (la Divinidad). (Discurso del 23 de noviembre de 1995)
