Es un infortunio que el hombre, quien por herencia es Divino en su origen y en quien reside el Atma como testigo que mora dentro suyo, hoy esté atrapado en acciones injustas y malvadas, y esté propiciando la deshonra de la raza humana. En las eras oscuras, cuando el hombre se entregaba a acciones malvadas y crueles y se comportaba como un demonio o bestia salvaje, podía haber alguna excusa. Pero en la era actual, cuando se han hecho tantos avances grandiosos en la ciencia y la tecnología, y la gente se autoproclama civilizada, si predominan las prácticas inhumanas y la maldad y la ingratitud son la ley, uno se ve obligado a preguntarse si estas personas son seres humanos o demonios. Lo irónico de esta situación es que, por un lado, los gobiernos acumulan armas letales monstruosas, permitiéndose acciones demoníacas y promoviendo conflictos entre los países, en tanto que, en las reuniones internacionales, proclaman su deseo de paz. ¿Hay en esto algún sentido? La necesidad más importante de hoy es que todos lleguen a la comprensión de que Dios es Uno. Esto es lo que Jesús y Mahoma pregonaron. La palabra «Allah» verdaderamente significa: El Uno Supremo quien contiene todo en el Universo. Sathya Sai. (Discurso del 25 de diciembre de 1984).
