El ideal es que conviertan sus corazones en templos para que la Divinidad habite en ellos aunque esto no es posible para todos. Los templos de piedra son recordatorios de la existencia de Dios. Cuando ven a un abogado, les recuerda sus problemas legales. Cuando ven a un médico, piensan en sus dolencias. Del mismo modo, cuando ven un templo, les recuerda a Dios. Los templos son útiles solo como recordatorios, pero la verdadera adoración consiste en la devoción sincera hacia Dios dentro de cada uno. Purificando el templo de sus corazones, deben dedicar su vida al servicio. Este servicio dedicado, hecho con el espíritu del saadhana, es el que diferencia a las Organizaciones Sathya Sai de las demás organizaciones espirituales. Innumerables devotos y devotas, jóvenes y mayores, están haciendo todo tipo de servicio desde su amor a Sai. La gente habla del vibhuuthi (ceniza sagrada) y de los milagros de Swami. Sin embargo, el verdadero milagro es el infinito amor de Swami. Es este amor el que inspira a incontables devotos a comprometerse en el servicio desinteresado. Sathya Sai (Discurso, 6 de abril de 1983).
