Cada religión enfatiza un nombre y una forma, y recomienda que sean los aceptados. Hay quienes insisten en que Dios no tiene nombre ni forma. Sin embargo, la Realidad está más allá del nombre Akshara (lo indestructible, lo eterno) como cualidad y el Om como forma. Se alcanza la etapa de Akshara (la etapa de la unidad sin atributos) en tres pasos del Saadhana: (i) Yo soy tuyo, (ii) Tú eres mío, y (iii) Tú eres yo mismo. Mediante el Saadhana debemos trascender la dualidad de yo y Tú. El yo es solo el reflejo del Tú en este cuerpo. La consumación se alcanza cuando se supera la dualidad. Por eso se ha declarado: «Es bueno nacer en una iglesia, pero no es bueno morir en ella». En otras palabras: antes de que la vida termine, debemos trascender los límites establecidos por la religión institucionalizada y alcanzar la vasta expansión sin límites del omnipresente Aathman. Sathya Sai. Discurso, 29 de julio de 1969
