Mensaje de la Pizarra de Prashanti Nilayam del día 29 de febrero de 2024

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Los oídos, la piel, los ojos, la lengua, la nariz; estos cinco sentidos pueden reconocer, respectivamente, el sonido, el tacto, la forma, el sabor y el olor. Los objetos del conocimiento solo son conocidos a través de estos cinco sentidos. El mundo es experimentado mediante estos instrumentos, que se ubican como intermediarios entre el conocedor y lo conocible. La capacidad interior de comprender los objetos se llama mente (manas). La mente sale a través de los mencionados sentidos (jnanendriyas) , y se apega a los objetos. En ese momento, y precisamente porque esto ocurre, la mente asume la forma de esos objetos; esto se llama una función (vritti). La mente no es inteligente (achetana), y por lo tanto, sus transformaciones y manipulaciones (vikaras) son igualmente no inteligentes, no vitales. Una muñeca de madera solo tiene la propiedad de la madera; una muñeca de azúcar, la propiedad del azúcar. La mente no inteligente no puede obtener el conocimiento de la suprema Inteligencia (Chetana) que permea el universo. Así como la carroza, que no es inteligente, es manejada por un cochero, el cochero debe dirigir a la mente no inteligente (manas), sentándose sobre ella y utilizándola como su vehículo. La fuerza motriz que activa los instrumentos interiores —los sentidos de la acción, los sentidos del conocimiento y los cinco aires vitales (pranas)—, esa fuerza es Dios. – Sathya Sai (Kena Upanishad, Capítulo 8 – Upanishad Vahini)